La justicia belga investiga a varios eurodiputados por conexiones con el régimen de Vladímir Putin y por la recepción de pagos de Moscú. Así lo ha anunciado el primer ministro de ese país, Alexander de Croo, en una rueda de prensa con motivo del ecuador de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. La investigación comenzó en la República Checa, que descubrió una “operación de influencia prorrusa en Europa en la que participan redes de espionaje”, y que ha sido confirmada por los servicios de inteligencia de Bélgica.
“La investigación muestra que Moscú se puso en contacto con eurodiputados, pero también les pagó, para promover la propaganda rusa”, ha explicado De Croo, que no ha dado detalles de los parlamentarios por ser aún información clasificada, pero algunos medios internacionales apuntan a personas de Alemania, Francia, Polonia, Bélgica, Países Bajos y Hungría.
El asunto pasará ahora a la Fiscalía belga, que iniciará formalmente una investigación. “Los pagos en efectivo no tuvieron lugar en Bélgica, pero las injerencias sí. Como Bélgica es la sede de las instituciones de la UE, tenemos la responsabilidad de defender el derecho de todos los ciudadanos a un voto libre y seguro”, expresó De Croo, que se ha puesto en contacto con las presidentas de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
“Según nuestros servicios de inteligencia, los objetivos de Moscú son claros: ayudar a elegir más candidatos prorrusos al Parlamento Europeo y reforzar la narrativa prorrusa en esa institución”, ha afirmado De Croo. “No podemos permitir esta amenaza rusa entre nosotros. Tenemos que actuar tanto a nivel nacional como de la UE”, ha rematado.
En las instituciones europeas llevan tiempo alertando y preparándose contra las injerencias rusas. En un debate en la Eurocámara esta misma semana, el alto representante, Josep Borrell, se mostró convencido de que habrá intentos de desestabilización de cara a las elecciones de junio. “El régimen ruso ha subestimado la resiliencia y la unidad de los europeos. Hemos demostrado que nuestra unidad es irrompible pese a los intentos rusos de interferir en nuestras democracias, como estoy seguro de que volverán a tratar de hacer en las próximas elecciones europeas”, afirmó el jefe de la diplomacia europea.
Bruselas lleva tiempo combatiendo las injerencias, que se producen especialmente en “grupos extremistas”, y los miles de intentos de desinformación procedentes del Kremlin. En el caso de la Eurocámara, también lo ha condenado en numerosas ocasiones. La última polémica fue con una eurodiputada letona, a la que se ha sancionado con cinco días sin dietas por su colaboración con agentes rusos.