Un centenar de personas ha mostrado este viernes por la noche su repulsa ante la Embajada de Argentina en España, en la madrileña calle de Fernando el Santo, por el asesinato de tres mujeres lesbianas en el barrio de Barracas de Buenos Aires el pasado 6 de mayo, y en protesta por el creciente discurso de odio hacia el colectivo LGTBI.
Las concentradas, en su mayoría mujeres, han coreado proclamas y portado pancartas en las que se leían lemas como “La heteronorma mata. El Estado es responsable. Las quemaron por lesbianas”; “Basta ya de odio hacia las personas LGTBIAQ+”; “Fue lesbicidio”; “Justicia” o “Ni una menos”.
La protesta, que ha coincidido con la celebración del Día Internacional contra la LGTBIfobia, ha mostrado su rechazo por los asesinatos de tres mujeres lesbianas -Andrea, Roxana y Pamela- el pasado 6 de mayo en el barrio bonarense de Barracas.
En la madrugada de ese día, un hombre de 67 años que ya las había increpado anteriormente por su orientación sexual, arrojó un cóctel molotov a la habitación del hotel en la que dormían cuatro mujeres de entre 42 y 52 años.
Eso les provocó graves quemaduras en el cuerpo y tres de ellas fallecieron entre el día del ataque y el pasado 12 de mayo, mientras que la única superviviente, Sofía, aún permanece en el hospital.
También activistas de Femen se han acercado este sábado por la mañana a la embajada, donde está previsto que el presidente Javier Milei mantenga una reunión con empresarios, para protestar contra el asesinato.
Discursos de odio
Los discursos de odio contra el colectivo LGTBO no vienen solo de la población. El jueves pasado el abogado de ultraderecha, escritor y biógrafo de Milei, Nicolás Márquez, brindó una entrevista en Radio Con Vos donde, entre otras polémicas declaraciones, aseguró que “cuando el Estado promueve, incentiva y financia la homosexualidad, como lo ha hecho hasta la aparición de Milei en escena, está incentivando una conducta autodestructiva”, como cuenta desde Buenos Aires nuestra compañera Mercedes López San Miguel.
En el Foro Económico Mundial, en Davos, el presidente argentino definió al feminismo como “una pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer”. De acuerdo al líder ultraderechista, “el libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos (….) en lo único que devino la agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico, darles trabajo a burócratas que no le aportan nada a la sociedad, sea en formato de ministerios de la mujer u organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”.