La profesora y escritora Lina Khatib dirige el Instituto de Oriente Medio en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres y es especialista en la política exterior, las transiciones políticas y las protestas en la región. Fue directora del centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut, su ciudad natal, y ayudó a crear un programa sobre reformas y Estado de derecho en países árabes en la Universidad de Stanford, en California.
Es autora de varios libros sobre política y estudios académicos, pero también de obras de teatro y proyectos musicales. Es cofundadora de un congreso mundial de heavy metal y ahora está escribiendo una comedia negra sobre la política en Oriente Medio. Cree que el teatro, la música y otras artes visuales pueden ser útiles para informar a una audiencia más amplia de asuntos complejos. “Al mundo no le sirve apegarse a un modo particular de expresión”, explica en nuestra conversación por teléfono después de una semana muy ocupada por la guerra en la región de la que más sabe.
Como otras voces expertas, reconoce que le ha sorprendido el ataque de Hamás del 7 de octubre y la escalada de violencia.
¿Le sorprendió la capacidad de Hamás de llevar a cabo un ataque con esa dimensión?
Hamás ha estado desarrollando sus capacidades militares durante años. Pero la cuestión no es tanto su capacidad militar como su decisión de utilizarla a gran escala. Puedes tener capacidades militares y elegir no usarlas todas a la vez. Hamás decidió intensificar sus ataques contra Israel más allá de cualquier cosa que haya hecho desde su creación y desde que se convirtió en un grupo armado.
¿Israel es más frágil de lo que pensaba?
El hecho de que Israel revelara que hubo fallos de inteligencia en el contexto de este ataque muestra que la preparación israelí no estaba al nivel de lo que pensaba el propio Israel. Y esto, por supuesto, significa un grado de vulnerabilidad militar que benefició a Hamás en la planificación y ejecución de este ataque.
¿Cree que Irán podría estar implicado?
Irán es un importante partidario de Hamás. Durante más de dos décadas, Irán ha estado apoyando a Hamás mediante financiación, entrenamiento y armas. Y los dos están políticamente alineados: el apoyo de Irán a Hamás se debe a que Irán ve a Hamás como un aliado útil en el conflicto contra Israel tanto política como militarmente. Irán es uno de los actores geopolíticos involucrados en este conflicto. Sin embargo, hay visiones encontradas sobre si Irán está directamente involucrado en este ataque o no. Personalmente, no creo que Irán haya ordenado este ataque. Sin embargo, debido a esta relación tan estrecha y a los términos acordados de compromiso militar entre Irán y Hamás, Irán habrá sabido del plan de ataque y lo habrá aceptado. No digo que Hamás necesitara permiso de Irán. Pero Irán habrá conocido y aceptado el ataque antes de que se produjera. Es importante porque, aunque la confrontación militar se produce entre Hamás e Israel, el conflicto no va sólo de Hamás e Israel. El conflicto también tiene que ver con los actores regionales e internacionales que son parte de él. No sólo Irán, sino también Estados Unidos y los Estados árabes. No creo que sea útil tratar de simplificar lo que estamos viendo ahora entre Israel y Hamás como una confrontación militar entre dos actores.
Usted ha escrito que Irán podría ser el principal beneficiario de lo que está sucediendo ahora.
Sí. Y, por supuesto, Hamás no llevó a cabo este ataque porque sea suicida, porque crea que esta es su batalla final. Su intención es en gran medida geopolítica: Hamás quiere afirmarse militar y políticamente. Y esto, por extensión, significa que Irán también se beneficiará de un aumento del estatus político de Hamás en el contexto del conflicto entre Israel y Palestina. Por eso, cuando se trata de soluciones internacionales al conflicto palestino-israelí, es necesario reconocer y tener en cuenta el vínculo entre el conflicto y el papel regional de Irán en Oriente Medio, que es un factor muy desestabilizador. Para que una solución al conflicto entre Israel y Palestina sea viable, debe tener en cuenta el papel de Irán.
¿Cómo se puede abordar ese papel?
Durante al menos 15 años, Estados Unidos en particular ha sido selectivo en su enfoque hacia Irán al optar por priorizar la cuestión del programa nuclear en lugar de considerar también las intervenciones regionales desestabilizadoras de Irán en Oriente Medio. Occidente necesita una estrategia integral que analice todas las actividades de Irán, no sólo el enriquecimiento nuclear, sino también sus actividades políticas y militares que sólo están añadiendo combustible a los conflictos en la región. Y a menos que eso suceda, lo único que tendremos serán soluciones a corto plazo, muy parciales, que no son sostenibles ni viables. Mientras tanto, Irán seguirá encontrando formas de seguir siendo política y militarmente relevante en Oriente Medio y seguirá provocando desestabilización.
Occidente necesita una estrategia integral que analice todas las actividades políticas y militares de Irán, que sólo están añadiendo combustible a los conflictos en la región. A menos que eso suceda, lo único que tendremos serán soluciones muy parciales
¿Cree que la Unión Europea desempeñará un papel? Hace tanto tiempo que lleva las conversaciones con Irán…
Me atrevería a decir que el papel regional de Irán ha sido completamente ignorado por los responsables políticos de la Unión Europea, los gobiernos europeos, así como Estados Unidos y el Reino Unido. Y no sorprende que cuando se ignora este aspecto tan importante de la geopolítica de Oriente Medio, Irán aproveche este vacío para aumentar el alcance de sus propias actividades en la región y utilizarlo para su ventaja política. Espero que este terrible conflicto que estamos presenciando en este momento sea una llamada de atención para que los responsables políticos occidentales no sean ciegos a la compleja realidad y las interconexiones entre los diferentes aspectos de la política de Medio Oriente.
La Unión Europea, a través de la ayuda gestionada por la Comisión Europea, lleva muchos años en Gaza. ¿Por qué no tiene más voz?
El papel de la Unión Europea ha sido en gran medida humanitario. Ha liderado en el tipo de implicaciones del conflicto palestino-israelí más que en sus causas y en la dinámica completa de este conflicto. El apoyo de la UE a las causas humanitarias en Gaza es importante, pero no es suficiente y no va a resolver el conflicto. Aborda un efecto del conflicto, que es el sufrimiento de la gente.
A nivel político, no se trata sólo de la Unión Europea. Washington ha mirado al conflicto entre Israel y Palestina como algo estático, un trasfondo, algo que se podía ignorar. Por lo tanto, no se han intensificado los esfuerzos diplomáticos para llevar este conflicto hacia una resolución. Todo lo que hemos presenciado en el Cuarteto [el grupo mediador de EEUU, Rusia, la UE y la ONU], por ejemplo, es pura palabrería, no un compromiso real. Washington tiene mucho margen de maniobra en este sentido. Y, sin embargo, no ha habido voluntad política para poner fin a este conflicto. Creo que desde hace mucho tiempo se consideraba que era algo con lo que la comunidad internacional podía vivir. Tal vez fue inconsciente, pero fue una decisión, en última instancia, que tomó la comunidad internacional: la idea de que este conflicto no constituye una amenaza directa a la estabilidad de los países occidentales y por lo tanto se puede vivir con ello. Pero, por supuesto, esta última escalada demuestra que no es estático. La ansiedad y la desesperación de la gente han ido en aumento. Los intereses geopolíticos también han ido creciendo. Y lo que estamos viendo hoy es el resultado de que todos estos factores se han intensificado mientras el mundo fingía que este conflicto simplemente estaba estancado.
La comunidad internacional tomó la decisión hace tiempo de que el conflicto entre Israel y Palestina era algo con lo que podía vivir
¿Y ve usted alguna posibilidad de cambio debido a lo que está sucediendo ahora?
Lo que se necesita es un compromiso diplomático serio para evitar que la situación empeore, porque los ciclos de violencia intensificados no van a resolver este conflicto. La preocupación ahora es que Israel planifica lo que parece una operación terrestre que tomará represalias contra la violencia de Hamás con una violencia aún mayor. Y esto simplemente conducirá a un círculo vicioso de ira y rencor que probablemente continuará durante generaciones. La comunidad internacional de verdad necesita aprovechar este momento para hacer esfuerzos diplomáticos serios para tratar de evitar que esta situación entre en un nivel aún mayor de desastre.
¿Puede desempeñar un papel Mahmud Abás, el líder de la Autoridad Palestina?
Desafortunadamente, la Autoridad Palestina ha demostrado ser muy débil, no sólo en el contexto de esta última guerra. Durante los últimos años, la Autoridad Palestina no ha sido eficaz como interlocutor político.
Sin embargo, no se puede negar que es necesario involucrarse con las voces políticas palestinas de todos los lados. Tiene que haber un esfuerzo para empoderar a los palestinos para que desarrollen una voz política sobria que represente sus intereses. Es responsabilidad palestina, por un lado. Pero la comunidad internacional tampoco ha tenido mucho interés en buscar alternativas a Abás sobre la base de que la Autoridad Palestina es reconocida internacionalmente como legítima y eso es suficiente. Tienes una entidad a la que se le otorga legitimidad internacional pero no es efectiva: si los actores internacionales se toman en serio la idea de lograr una solución que sea representativa, tienen que hacer un esfuerzo.
La Autoridad Palestina se ha ido distanciando cada vez más de las necesidades de los palestinos porque estaba enredada con las divisiones internas y la corrupción. Es una responsabilidad compartida: tanto los palestinos como la comunidad internacional tienen la responsabilidad de empoderar voces palestinas viables.
La comunidad internacional debe hacer esfuerzos diplomáticos ahora para tratar de evitar un nivel aún mayor de desastre
¿Ve posible hablar directamente con Hamás?
Va a ser muy difícil, considerando las circunstancias actuales, imaginar que alguna entidad occidental quiera hablar con Hamás. El cálculo de Hamás era que la fuerza militar allanaría el camino para ser visto como una potencia política de facto para otros actores internacionales. Pero es difícil imaginar que eso suceda en un futuro cercano. Esto es algo que podría tardar años, dependiendo de cómo se transforme Hamás después de este ataque. Que Hamás crea que se ha reforzado no significa que el resto del mundo quiera participar.
¿Egipto puede mediar?
Egipto ha sido tradicionalmente uno de los principales mediadores, y creo que querrá seguir desempeñando este papel tanto por razones nacionales relacionadas con su propia posición política como por su ubicación geográfica, al lado de Gaza, y sus intereses de seguridad. Egipto querrá hacerlo por razones políticas y para asegurar su propia frontera. Ya dice que quiere intentar calmar la situación en colaboración con otros países de la región, incluidos Turquía, Arabia Saudí y Jordania: todos estos países tienen un interés real en el proceso de paz y tratarán de participar.
Pero el problema es que esto es sólo una cara de la historia. La otra cara es Israel y Estados Unidos. Y para que se produzca cualquier diálogo viable, es necesario que Israel y Estados Unidos también estén de acuerdo con estos mediadores regionales. Toda la atención se centra ahora en el ejército de Israel y las represalias. Las partes israelí y estadounidense todavía no hablan de diálogo político. Pero eso es esencial porque las represalias militares no van a poner fin al conflicto palestino-israelí.
¿Sobrevivirá el Gobierno de Netanyahu?
Netanyahu está haciendo todo lo posible para mantenerse en el poder. Y esto no se debe sólo a los intereses de seguridad de Israel. Esto también se debe a sus propios intereses. Si Netanyahu dejara su puesto, sería vulnerable a ser procesado en Israel debido al caso de corrupción en curso en su contra, necesita permanecer en el poder para conservar la inmunidad. Y ese es un gran factor detrás de las decisiones que Israel toma en respuesta al ataque de Hamás. Además de la respuesta militar, Netanyahu también ha formado un gobierno de emergencia en coalición con algunos de sus oponentes políticos. Y esto es, por un lado, un paso para asegurar una posición israelí unificada frente al ataque de Hamás. Pero, por otro lado, también es una medida que ofrece a Netanyahu cierto grado de protección política.
Netanyahu está haciendo todo lo posible para mantenerse en el poder. Y esto no se debe sólo a los intereses de seguridad de Israel. Esto también se debe a sus propios intereses
Un punto muy importante es lo que le sucederá a Netanyahu una vez que se calmen las cosas, porque incluso ahora, en el punto álgido del conflicto, algunas voces políticas en Israel opuestas a Netanyahu no han dejado de criticarlo, pidiendo que Netanyahu rinda cuentas de lo sucedido. Para mucha gente en Israel, no será fácil de olvidar. Pero depende de quién tenga más voz. ¿Las personas que quieren responsabilizar a Netanyahu? ¿O las que piensan que Netanyahu se ha redimido mediante la respuesta al ataque de Hamás?
¿Ve el riesgo de una guerra más amplia con otros países de la región más activamente implicados?
Hasta donde se puede ver, la probabilidad de que esta guerra se extienda más allá de Israel y Hamás es baja. A los aliados de Hamás en la región no les interesa involucrarse en una confrontación directa con Israel. Hasta ahora, hemos visto respuestas limitadas de Hizbulá en el Líbano, por ejemplo. Y estas respuestas se miden cuidadosamente para que salven la cara de Hizbulá para que no parezca que se ha mantenido al margen en silencio mientras su aliado Hamás está participando en la guerra. Sin embargo, Hizbulá sabe que no le conviene lanzar una campaña militar completa o involucrarse de lleno en una guerra contra Israel. También tenemos a Estados Unidos enviando sus buques de guerra a la región como una advertencia a Irán y a otros aliados de Hamás para decir que es mejor que no entren en este conflicto. Así que, entre la disuasión estadounidense y los cálculos internos y regionales de estos actores respaldados por Irán, no creo que vayamos a ver una escalada más amplia.
La probabilidad de que esta guerra se extienda más allá de Israel y Hamás es baja. A los aliados de Hamás en la región no les interesa involucrarse en una confrontación directa con Israel
Como experta también en comunicación, ¿quién cree que está impulsando más los mensajes sobre la guerra ante la opinión pública occidental?
Además de la guerra militar, también estamos presenciando una guerra de mensajes, una guerra de posiciones en los medios y en las redes sociales. Israel y sus partidarios están enmarcando lo que está sucediendo en términos que suenan familiares para mucha gente en Occidente, como referirse a los ataques como “el 11-S de Israel” o la afirmación de que esto es el mayor ataque contra judíos desde el Holocausto. Estos son los tipos de marcos que se utilizan para legitimar la respuesta de Israel. Por otro lado, está el bando pro-palestino que está intentando centrarse en la prolongada ocupación por parte de Israel y el sufrimiento del pueblo palestino bajo la ocupación. Cuando miras a la realidad sobre el terreno, verás elementos de estos relatos en desarrollo, pero cada lado querrá enmarcar lo que está sucediendo en términos que se adapten a sus propios objetivos políticos. La guerra de información es un componente muy importante del conflicto.