La Paz, 29 nov (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó este viernes “el más firme compromiso” de su país con la causa del pueblo de Palestina y abogó para el cese de la “brutal agresión” contra esa población además de la consolidación de un propio Estado.
Arce envió esta jornada una carta dirigida al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, con motivo del 'Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino'.
“Lamentamos profundamente la pérdida irreparable de decenas de miles de vidas humanas, además de la catástrofe humanitaria que hoy está sufriendo toda la población civil a causa de la barbarie sionista”, mencionó Arce en la misiva que publicó en la red social X.
El gobernante señaló que Bolivia levanta su voz “junto a millones de personas en el mundo para demandar el cese inmediato de la brutal agresión contra Palestina y exigir respeto al Derecho Internacional”.
También manifestó su “pleno respaldo” a las propuestas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que Palestina “consolide su propio Estado, libre, digno y soberano” ante lo que consideró es “un genocidio” por parte de Israel.
Bolivia rompió las relaciones diplomáticas con Israel el 31 de octubre de 2023, por lo que consideró una “agresiva y desproporcionada ofensiva militar” contra la población de Gaza.
Desde entonces el país ha condenado el ataque israelí e instado al Consejo de Seguridad de la ONU y a la comunidad internacional a tomar acciones inmediatas para “detener la masacre que se desarrolla en Gaza”.
La jornada de solidaridad con el pueblo palestino se celebra cada 29 de noviembre para conmemorar que, ese día de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 181, en la cual se estipulaba la creación de dos Estados, uno árabe y uno judío.
El Ministerio de Sanidad de Gaza cifró este viernes en 44.363 el número total de muertos desde octubre de 2023, y en 105.070 el de heridos, y aseguró que varias víctimas “siguen bajo los escombros y en las carreteras”.
La guerra empezó el 7 de octubre del año pasado tras un ataque del grupo islamista Hamás en territorio israelí que dejó unos 1.200 muertos.