Cuatro días después de la divulgación de los Papeles de Panamá, la mayor filtración de la historia (11,5 millones de documentos), Julian Assange, fundador y portavoz de Wikileaks, ha comparecido este jueves 7 de marzo en el Parlamento Europeo en un acto organizado por el partido de izquierda GUE en el que han participado el eurodiputado Miguel Urbán, el periodista griego Kostas Vaxevanis (que publicó en 2012 una lista con 1.991 nombres de ciudadanos helenos evasores de impuestos) y el director de eldiario.es Ignacio Escolar.
El acto, titulado 'Un horizonte alternativo para los medios en Europa', ha gravitado en torno a Panamá Leaks. Desde la embajada de Ecuador en Londres, donde lleva recluido –y él lo ha recordado- cuatro años, Assange ha participado por videoconferencia. Mientras alertaba de la “capacidad de la gente para manipular y controlar la información”, el alma mater de Wikileaks ha criticado las cortapisas que se autoimponen algunos medios: “El Süddeutsche Zeitung”, que fue el que desarrolló Panamaleaks y recibió en primer lugar los millones de documentos, “no ha querido publicar ni un solo papel de Panamá íntegro por el miedo al litigio que ello conlleva”.
El australiano lleva días atizando al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en el que han participado más de 300 periodistas para publicar Panamaleaks. “El riesgo que pueden tener las consecuencias de publicar los documentos” es determinante, ha dicho.
El pasado martes 5 de abril Wikileaks acusó directamente en un tweet al consorcio de estar financiado por la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Exterior) y por el filántropo George Soros para atacar a la Rusia de Vladímir Putin y eximir a los evasores de EEUU. En realidad Assange no apunta al ICIJ sino al OCCRP, otro consorcio asociado al primero y efectivamente financiado por Soros y por la USAID.
“Las instituciones europeas se están enfrentando a una crisis de legitimidad política porque no son capaces de responder de manera dinámica a las preocupaciones de los europeos”, ha proclamado Assange, que ha denunciado que empresas como Google “dinamitan los medios europeos” porque, en el caso del buscador, controla el 80% del mercado de la publicidad. “Avanzamos hacia un futuro incierto”, ha apostillado.
Siempre con un discurso en el que la tecnología juega un papel central, Assange ha querido asimismo referirse a Syriza en Grecia y a Podemos en España. “La nueva política vibrante que estamos viendo en Estados Unidos [con Bernie Sanders], en España con el auge de Podemos, en Grecia con el auge de Syriza y en otros países de Europa con el auge de partidos nacionalistas ocurre precisamente porque la revolución de la comunicación de Internet está rompiendo la función guardiana de la prensa tradicional”.
Assange no ha querido dar más detalles de su vida privada como tampoco se ha referido a la posibilidad de dejar, cuatro años después, la embajada ecuatoriana en Londres y recobrar la libertad, una hipótesis que ha planteado recientemente su abogado, el exjuez Baltasar Garzón.