Roma, 7 jun (EFE).- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, recibió este miércoles en Roma al primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional de Libia, Abdulhamid Dbeibah, y le agradeció sus esfuerzos para frenar el flujo migratorio en el Mediterráneo central.
“Meloni ha expresado su aprecio al primer ministro Dbeibah también por los esfuerzos puestos en marcha por las autoridades libias en las operaciones de salvamento en el mar y la contención de las salidas irregulares”, señala un comunicado oficial.
Italia sigue con atención la situación en sus vecinos del norte de África, sobre todo debido a un flujo migratorio que no cesa desde Libia y Túnez -en lo que va de año han desembarcado en las costas italianas 52.328 inmigrantes, frente a los 21.000 de hace un año-.
Para ello Roma ha estrechado acuerdos desde 2017 con Trípoli entre críticas de las organizaciones humanitarias y entidades internacionales, que denuncian que en los centros de retención libios no se respetan los derechos humanos.
La primera ministra italiana le trasladó además su “preocupación” ante la llegada del verano, cuando las pateras se multiplican por las buenas condiciones meteorológicas del mar, y renovó el ofrecimiento de ayuda a Libia por parte del Gobierno italiano.
“Para Meloni es fundamental intensificar los esfuerzos en materia de lucha contra el tráfico de seres humanos. Italia sigue determinada a confirmar su constante compromiso y apoyo a las autoridades libias para la gestión del flujo migratorio”, indica la nota.
La ultraderechista Meloni, acompañada por sus vicepresidentes Antonio Tajani, también ministro de Exteriores, y Matteo Salvini, entre otros, subrayó la importancia para Italia de la estabilización de Libia, “prioritario” para su seguridad nacional y diversificación energética.
Los dos líderes apostaron por celebrar elecciones presidenciales libias “lo antes posible” con la mediación de Naciones Unidas y Meloni prometió “trabajar para garantizar una mayor unidad en la comunidad internacional”.
Hace un mes recibió en Roma al mariscal libio Jalifa Hafter, que controla el este de este país sumido en la violencia y la división desde la caída del dictador Muamar el Gadafi en 2011.
También trataron el tema energético, ya que ambos países están unidos por el gasoducto Green Stream, fundamental para que Italia siga recibiendo gas y petroleo y mantenga su independencia de Rusia, una estrategia emprendida tras la invasión de Ucrania.