Al menos medio centenar de personas han muerto y decenas están desaparecidas a causa de las inundaciones y derrumbamientos de tierra provocados por las lluvias torrenciales en la mitad sur de Japón.
Las víctimas se han registrado principalmente en las prefecturas de Hiroshima y Ehime (oeste), según datos recogidos por la cadena pública NHK, que retransmite en directo imágenes de localidades inundadas, casas parcialmente sepultadas en laderas montañosas, y puentes y carreteras destruidos.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) mantiene en alerta máxima en las prefecturas de Kioto (oeste) y Gifu (centro), tras haber levantando progresivamente las que impuso entre el viernes y hoy en Fukuoka, Nagasaki, Saga, Hiroshima, Okayama, Tottori y Hyogo.
La mayoría de los fallecidos fueron arrastrados por las crecidas de los ríos, cayeron accidentalmente en sus caudales o fueron sorprendidos en sus viviendas por aludes de tierra y la subida de las aguas, según recogieron los medios locales.
En Okayama, la inundación de una residencia de ancianos provocó que cerca de 80 personas quedaran temporalmente aisladas, mientras que más de una decena de ciudadanos se refugió en el tejado de su vivienda para huir de los desbordamientos, detalló la agencia Kyodo.
Otras 31 de las 47 provincias del archipiélago (aparte de Kioto y Gifu) permanecen en alerta por inundaciones y deslizamientos de tierra que llevaron a las autoridades a ordenar hoy momentáneamente la evacuación de casi 5 millones de personas.
Los cuerpos de seguridad recibieron más de un centenar de peticiones de rescate, dijo hoy el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa recogida por la agencia, en la que detalló que el Gobierno ha establecido un gabinete de crisis.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó de “muy seria” la situación y pidió a las autoridades locales que prioricen “el salvamento de vidas” y tomen medidas para evitar más daños.
Unos 650 miembros de las Fuerzas de Autodefensa (ejército nipón) están participando en las labores de rescate, y otros 21.000 están preparados para ser desplegados, dijo por su parte el ministro nipón de Defensa, Itsunori Onodera, en unas declaraciones a los medios.
Unos 48.000 efectivos, entre soldados, policías y bomberos, están inmersos en las labores de rescate de heridos, desaparecidos y fallecidos, detalló Kyodo.
Las lluvias torrenciales también afectaron a la red de transporte, con la suspensión de los servicios de tren bala (Shinkansen) en casi todo el territorio, y llevaron a compañías como Mitsubishi Motors y Daihatsu Motor (unidad de fabricación de minivehículos de Toyota Motor), a suspender la producción en algunas de sus plantas.
Las intensas lluvias en Japón comenzaron el jueves y el organismo meteorológico local pronostica lluvias hasta el domingo que pueden alcanzar niveles de récord.