Nuevo golpe a la izquierda de Guatemala tras una tensa investidura presidencial

Pocas horas de calma ha tenido el recién investido presidente de Guatemala, que tomó posesión el pasado domingo tras una tensa jornada en el Congreso, donde el Gobierno saliente llevó a cabo los últimos intentos para evitar el traspaso de poderes.

El máximo tribunal del país ha aceptado este miércoles un amparo provisional en contra de la elección de la nueva junta directiva del Congreso, presidida por el diputado Samuel Pérez Álvarez, del partido socialdemócrata y ganador de las elecciones Movimiento Semilla.

Aunque la decisión del Tribunal Constitucional no afecta a la investidura de Bernardo Arévalo y Karin Herrera como presidente y vicepresidenta de la República, el amparo obliga a repetir la elección de la presidencia de la Cámara, que se prevé que tenga lugar este jueves en la primera sesión plenaria de la nueva legislatura.

La decisión se dio a conocer tras avalar el recurso presentado por la diputada opositora Sandra Jovel, quien perdió la elección a la presidencia del Congreso el pasado domingo. La resolución del alto tribunal se sustenta en la suspensión de los diputados del Movimiento Semilla ordenada el pasado julio por el juez Fredy Orellana, acusado por Estados Unidos de corrupción y de socavar la justicia. En el marco de una investigación judicial por un supuesto caso de falsificación de firmas durante el proceso de fundación del partido, el juez impuso la suspensión de la personalidad jurídica de la formación. 

Tras esta orden judicial, ahora la Corte Constitucional avala que los diputados electos en el Congreso son independientes y no pueden asumir cargos en la junta directiva o comisiones legislativas. La resolución del máximo tribunal se produce tras meses de persecución judicial contra el Movimiento Semilla, el partido de izquierdas ganador de las elecciones que lleva meses denunciando un intento de golpe de Estado en su contra.

Nuevo revés judicial

El Gobierno electo del presidente Bernardo Arévalo afronta su primera crisis institucional tan solo cuatro días después de asumir el cargo. Después de una tensa jornada vivida el domingo pasado en la constitución del Congreso, el diputado de Semilla Samuel Pérez logró la presidencia de la Cámara con 92 diputados a favor de los 160 escaños totales. 

Pese a que su formación solamente cuenta con 23 representantes, estos consiguieron llegar a acuerdos con otras bancadas y sumar los votos necesarios. Fueron precisamente estos apoyos los que permitieron a la bancada de Semilla presentar una moción después de que la Junta Calificadora los declarara como independientes y, posteriormente una lista respaldada por una mayoría que proponía al diputado de Semilla como nuevo presidente del Congreso. 

La candidatura perdedora, que obtuvo tan solo 75 votos, fue la de la diputada Sandra Jovel, quien presentó un recurso ante el Constitucional subrayando que los miembros de Semilla habían sido declarados independientes por la justicia y no podían asumir la presidencia del Congreso. Jovel, del partido Valor de la excandidata presidencial Zury Ríos –hija del dictador Efraín Ríos Montt– es aliada a la agrupación política Vamos, formación del presidente saliente, Alejandro Giammattei.

Junto a ella, otras cuatro personas más han interpuesto acciones de amparo ante el Tribunal Constitucional pidiendo la nulidad de la junta directiva del Congreso. Entre ellas destaca la Fundación Contra el Terrorismo, una asociación de ultraderecha que ha intentado torpedear en diversas ocasiones la investidura del nuevo gobierno. 

El alto tribunal ordena ahora repetir la elección de la junta directiva del Congreso “para garantizar la efectiva instalación de esta legislatura”, según anuncia en un comunicado emitido durante la tarde de este miércoles.

Una investidura caótica

El Parlamento se convirtió el pasado domingo en protagonista durante la jornada de investidura del nuevo Ejecutivo. Las sospechas de un posible golpe de Estado que impidiera la toma de posesión sobrevolaban el ambiente, después de que una comisión legislativa pusiera obstáculos para otorgar las credenciales a los nuevos diputados electos. Tras más de 12 horas de incertidumbre y tensión, los congresistas lograron jurar el cargo y el nuevo presidente de Guatemala fue investido pasadas las 12:00 de la noche.

La suspensión de Semilla es parte del pulso que mantiene la Fiscalía y políticos opositores contra todo el proceso electoral que dio la victoria a Arévalo. Mientras tanto, organizaciones sociales y movimientos indígenas ya han convocado concentraciones frente a la sede de la Corte Constitucional. Estas se producen después de 105 días de movilizaciones impulsadas por las comunidades indígenas en defensa de la democracia, que terminaron tras formalizarse la investidura.

A la espera de una sentencia firme y de la nueva votación programada para el día de hoy, la bancada de Semilla continuará con minoría en el Congreso y deberá seguir tejiendo alianzas con el resto de fuerzas políticas para asegurarse la gobernabilidad del país.