Nuevo tabú derribado: la OTAN abre el debate del uso de las armas donadas a Ucrania para atacar territorio ruso

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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Veintisiete meses de guerra y es uno de los momentos más delicados para Ucrania por el avance de Rusia en el campo de batalla. Volodímir Zelenski retrasó su viaje a España, que finalmente realizó este lunes para firmar un acuerdo militar, precisamente por lo complicado de la situación. Su llamamiento sigue siendo prácticamente a la desesperada y, además de Pedro Sánchez, este martes le ha recibido el primer ministro belga, Alexander de Croo, para sellar un acuerdo similar. En medio de todo ello, la OTAN abre un nuevo debate y se encamina a derribar un viejo tabú: la posibilidad de que el armamento que los aliados envían a Kiev se pueda usar para atacar a Vladímir Putin en su territorio, que era una de las grandes preocupaciones cuando se empezó a mandar armas por la posibilidad de que el conflicto se convirtiera en global.

“Será muy duro y difícil para los ucranianos defenderse si no pueden atacar objetivos militares justo al otro lado de la frontera. Puede tratarse de lanzamisiles, artillería o aeródromos utilizados para atacar Ucrania”, ha expresado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a su llegada a una reunión con ministros de Defensa en Bruselas. “El derecho a la defensa propia incluye atacar objetivos militares legítimos dentro de Rusia. Y esto es particularmente relevante ahora, porque los combates más fuertes están ocurriendo en la región de Járkov, cerca de la frontera”, argumentó Stoltenberg.

“Algunos aliados no han impuesto restricciones en las armas que han entregado; otros sí, y creo que ha llegado el momento de considerar esas restricciones, también a la luz del desarrollo de la guerra”, expresó Stoltenberg, que circunscribió, no obstante, la posibilidad de respuesta a objetivos militares rusos desde los que se producen los ataques a Ucrania.

La mayoría de debates sobre la ayuda militar a Ucrania han comenzado de la misma manera. Primero se lanza la idea y luego se va avanzando hacia ella. Sucedió primero con el armamento, que inicialmente iba a ser meramente defensivo, y luego con la entrega de carros de combate o los cazas.

Los Bálticos y Holanda, a favor

Antes de su reunión con los ministros de Defensa de la UE, el alto representante, Josep Borrell, deslizó su acuerdo con el planteamiento del jefe de la OTAN. “De acuerdo con la ley de la guerra, es perfectamente posible, no hay ninguna contradicción en tomar represalias, poder contraatacar contra quien me ataca desde su territorio”, afirmó: “Hay que equilibrar la necesidad de los ucranianos de defenderse porque ciertamente no pueden ir donde se originan los ataques, están en una situación completamente asimétrica”.

Varios estados miembros, entre ellos Italia, criticaron duramente a Borrell por ese posicionamiento. “La posición de Borrell no es la nuestra”, aseveró el ministro de Exteriores, Antonio Tajani: “Tenemos una posición muy clara, es decir, no enviaremos soldados italianos a luchar, no autorizamos el uso de material militar italiano fuera de las fronteras de Ucrania”, informa la Agencia EFE. Alemania también rechaza esa postura.

Putin apunta a un “conflicto global”

“Es una acción legítima bajo el derecho internacional siempre que se use de manera proporcionada, pero depende de los estados miembros”, dejó claro Borrell al acabar la reunión con los responsables europeos de Defensa. “Algunos estaban en contra y han cambiado su opinión y hoy lo están aceptando, levantar esta limitación a las armas”, explicó, antes de puntualizar de nuevo: “Es una capacidad del estado miembro”. Estonia, Lituania y Holanda se han mostrado, sin embargo, favorables a permitir el uso de las armas para ese fin.

También se ha pronunciado sobre otra de las propuestas que hay sobre la mesa: que el entrenamiento a los soldados ucranianos se haga allí y no en suelo europeo. “No hay consenso”, ha admitido Borrell, que ha asegurado que algunos estados miembros ven la “ventaja” de entrenar en el “escenario de la guerra” evitando los desplazamientos mientras que otros apuntan a los riesgos de “enviar agentes al territorio ucraniano” dado que al fin y al cabo es personal militar.

La reacción de Putin fue apuntar a un “conflicto global” si las armas de los aliados se usan para atacar su territorio. “Estos representantes de los países de la OTAN, especialmente en Europa, especialmente en países pequeños, deben ser conscientes de con qué están jugando. Deben recordar que, por regla general, se trata de Estados con territorios pequeños, pero densamente poblados”, afirmó en rueda de prensa al término de su visita a Uzbekistán, informa la Agencia EFE. “Esta constante escalada puede tener graves consecuencias y si esas graves consecuencias se hacen notar en Europa, ¿cómo reaccionará Estados Unidos?”, se preguntó.

En plena ofensiva rusa sobre ciudades ucranianas, lo que más perturba en todo caso en la UE es el bloqueo de Hungría a más fondos para ayudar a Kiev. Borrell se ha quejado por segundo día consecutivo. “Tengo siete leyes para ser aprobadas”, ha apuntado el jefe de la diplomacia eurpea que también se ha referido a que suponen 6.600 millones de ayuda a Ucrania. “Todo el mundo tiene derecho a defender sus intereses nacionales, pero tiene que haber cierta proporcionalidad entre la manera en que los defiendes y las consecuencias de las decisiones que estás bloqueando”, reprochó al Gobierno de Viktor Orbán.