Alexei Navalni ha logrado el premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo “por su valentía al luchar por la libertad, la democracia y los derechos humanos”. Y lo han hecho al imponerse en el voto final a las mujeres afganas (promovidas por los socialistas y los verdes, y apoyadas por La Izquierda) y la boliviana Jeanine Áñez (candidata de Vox y su grupo, ECR), quien llegó a presidir el país tras el golpe contra Evo Morales. El año pasado la ganadora fue la oposición bielorrusa por “defender la democracia en su país”.
Navalni, nominado por los grupos PPE y Renew Europe, ha resultado ganador gracias al apoyo en la votación final de ECR: populares, liberales y ultraconservadores suman más escaños que socialistas, verdes y La Izquierda, que apoyaron a las mujeres afganas.
Fuentes socialistas explican que, para la presidenta Iratxe García, “Navalni sin duda merece este premio, pero este año, este otoño de 2021 era el momentum de reconocer a las mujeres afganas. El compromiso de este grupo de seguir trabajando a favor de la población de Afganistán, especialmente de sus mujeres, niñas y niños sigue más fuerte que nunca. De hecho, hoy [por ese miércoles] mismo la Conferencia de Presidentes ha decidido organizar la Semana de las Mujeres Afganas”.
Navalni es uno de los críticos más destacados del presidente Putin. Cuenta con millones de seguidores en su blog LiveJournal y sus cuentas de YouTube y Twitter y se dio a conocer tras convocar manifestaciones, presentarse como candidato a la presidencia y abogar por reformas contra la corrupción en Rusia.
Durante un viaje a Siberia en agosto de 2020, Navalni fue envenenado. Pasó varios meses recuperándose en Berlín, pero volvió a Moscú en enero de 2021, cuando fue arrestado. En febrero lo sentenciaron a dos años y medio de prisión. Para protestar contra la falta de cuidado médico en la prisión de alta seguridad donde cumple condena, hizo una huelga de hambre de 24 días. Un tribunal rusó prohibió en junio de 2021 las oficinas regionales de Navalni y su fundación anticorrupción.
A continuación han quedado las mujeres afganas. Bajo el anterior régimen de los talibanes, las mujeres eran obligadas a contraer matrimonio y a hacerse pruebas de virginidad, no podían viajar solas, la tasa de mortalidad materna era muy alta y el acceso a la educación, bajo. Tras el retorno de los talibanes al poder, las mujeres vuelven a estar excluidas del gobierno y la educación y sus derechos y libertades se ven amenazados.
Las mujeres nominadas al premio eran 11: Shaharzad Akbar, directora de la comisión independiente de derechos humanos (AIHRC); Mary Akrami, directora de la Red de Mujeres Afganas; Zarifa Ghafari, alcaldesa del Maidan Shahr desde 2018; Palwasha Hassan, activista y directora del Centro de Educación de Mujeres Afganas (AWEC, por sus siglas en inglés); Freshta Karim, fundadora de una de las bibliotecas móviles y defensora de la educación y el aprendizaje; Sahraa Karimi, primera mujer en dirigir la agencia estatal de cine Afghan Film; Metra Mehran, defensora del empoderamiento y la educación de las mujeres y cofundadora del Movimiento de Perspectivas Femeninas; Horia Mosadiq, activista de los derechos humanos y de las mujeres; Sima Samar, defensora de los derechos humanos, ex ministra de Asuntos de la Mujer y anterior jefa Comisión Independiente para los Derechos Humanos en Afganistán; Habiba Sarabi, formó parte del equipo de negociación de la República Islámica de Afganistán; Anisa Shaheed, reportera política.
“Voto táctico” a Áñez del S&D
Por el camino se quedaron la activista saharaui Sultana Jaya, bajo arresto domiciliario desde el 19 de noviembre de 2020 sin orden judicial en su contra, y la ONG Global Witness, un movimiento en defensa de los activistas medioambientales.
La otra finalista ha sido Jeanine Áñez, nominada por la extrema derecha de Vox y ECR. Áñez llegó a la presidencia de Bolivia en noviembre 2019, tras un golpe de Estado que expulsó del Gobierno y del país al presidente Evo Morales. En las elecciones de noviembre de 2020, Luis Arce, del partido Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, recuperó la presidencia del país. Desde el 13 de marzo de 2021, Áñez está detenida acusada de participar en un golpe de Estado contra Morales.
El nombre de Áñez ha llegado hasta la final del premio Sajarov gracias a que el grupo de los socialistas europeos en la Eurocámara dio la orden de apoyarla por delante de la activista sahariana Sultana Khaya, promovida por La Izquierda. Así, un correo electrónico enviado por el eurodiputado socialista croata Tonino Picula, llamaba a sus colegas de la comisión de Asuntos Exteriores a votar por Áñez en las fases eliminatorias frente a Khaya.
“Por razones tácticas para aumentar nuestras posibilidades en la votación final, le pedimos amablemente que apoye al candidato de ECR en la segunda ronda de votación ahora”, señalaba en el correo electrónico Picula, cuyo contenido fue adelantado por El Confidencial y al que ha tenido acceso elDiario.es. Al final, el premio, en cuya final se ha colado Áñez, se lo acabó llevando Navalni.
La ONG Human Rights Watch denunció a principios de este año que “durante la presidencia de Áñez se cometieron violaciones atroces de los derechos humanos”.
“Era una manera de conseguir que nuestras mujeres afganas ganaran”, han explicado fuentes del grupo socialista: “Dividir el voto de la derecha era pura estrategia, y la presidenta del grupo, Iratxe García, no estaba al tanto. No es un tema el que estaba ella, sino el vicepresidente [portugués] Pedro Marques. Es una estrategia para dividir el voto”.
¿Y qué votaron los eurodiputados del PSOE presentes? “Como el voto es secreto, no lo sé”, responden fuentes del grupo.
Marques, en respuesta a EU Observer, afirmó: “El voto estratégico solo significa que si los votos de la izquierda no están divididos en la ronda final, hay una buena posibilidad de que las mujeres afganas ganen el Premio Sajarov, como el S&D cree que se merecen”.
“Hay un intento de instrumentalizar el premio por parte de la extrema derecha, como es el caso de Jeanine Áñez [la candidata de Vox y su grupo, ECR], que dio un golpe de Estado contra Evo Morales. El premio debe ir a los auténticos defensores de los derechos humanos”, ha dicho la copresidenta de La Izquierda, Manon Aubry (France Insoumise).
Según el Parlamento Europeo, “el premio Sajarov es el máximo homenaje rendido por la Unión Europea a la labor en el ámbito de los derechos humanos. Es la expresión del reconocimiento a personas, grupos y organizaciones por su contribución extraordinaria a la protección de la libertad de conciencia”.