La OTAN pone en marcha planes para reforzar la capacidad militar de su flanco oriental en plena crisis con Rusia
Rusia emite señales positivas. Pero ni la OTAN ni la UE terminan de fiarse, dicen que, a pesar de lo declarado por Moscú, sólo ven tropas moviéndose, no una retirada militar de la frontera con Ucrania: “No vemos ninguna señal de desescalada sobre el terreno. No se retiran tropas ni equipamientos, aunque, por supuesto, puede cambiar”. E incluso la Alianza Atlántica acuña un nuevo concepto para definir el momento histórico en Europa: “Nueva normalidad”. Una nueva normalidad, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que consiste en que “Rusia desafíe principios básicos con demostraciones de fuerza”. Y, ante esa “nueva normalidad”, ha dicho Stoltenberg, los ministros de Defensa de la OTAN, reunidos este miércoles en Bruselas, han decidido “desarrollar escenarios para fortalecer aún más la disuasión y la defensa de la OTAN, incluyendo el establecimiento de nuevos batallones de la OTAN en Europa central, oriental y suroriental. Así, aplaudo la oferta de Francia para liderar ese batallón en Rumania. Nuestros comandantes ahora se pondrán a trabajar en los detalles e informarán en unas semanas”.
“El mero hecho de estar dispuesto a acumular todas estas tropas mientras están amenazando a un país independiente y a los aliados de la OTAN diciendo que si no violamos los principios básicos de nuestra seguridad [cerrar las puertas de la OTAN a Ucrania o Georgia], habrá graves consecuencias, es en sí mismo es grave”, ha dicho Stoltenberg para justificar el refuerzo a largo plazo en el flanco oriental: “Y esa es la razón por la que necesitamos considerar algunos ajustes a más largo plazo de nuestras posiciones en el Este. Hay una voluntad fuerte, una fuerte disposición. Pero la decisión final aún no se ha tomado”.
Según el secretario general de la OTAN, “estos pasos son defensivos, la OTAN no es una amenaza para Rusia. No sabemos qué pasará en Ucrania.Pero la situación ya ha demostrado que nos enfrentamos a una crisis de seguridad europea. Moscú ha dejado claro que está preparado para cuestionar los principios fundamentales que han sustentado nuestra seguridad durante décadas. Y hacerlo mediante el uso de la fuerza. Lamento decir que esta es la nueva normalidad en Europa”.
Y todo esto en un momento en el que, “por séptimo año consecutivo”, recordaba Stoltenberg, ha aumentado “el gasto en defensa por parte de los aliados europeos y Canadá. Esto significa 270.000 millones de dólares estadounidenses en gastos adicionales en defensa desde 2014. Una gran mayoría de los aliados ahora asignan al menos el 20% de la inversión en defensa a equipamientos, investigación y desarrollo”.
Ante el recelo de la evolución de los acontecimientos, por otro lado, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la UE se verán este jueves a las 12.30 para un Consejo Europeo informal de urgencia sobre la crisis con Rusia como aperitivo a la cumbre UE-Unión Africana de este 17 y 18 de febrero.
La reunión de urgencia llega horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, haya insistido en decir que no tiene prevista ninguna invasión de Ucrania, y de que se hayan difundido conversaciones suyas con el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, en las que el jefe de la diplomacia rusa animaba al jefe del Kremlin a perseverar por la vía diplomática frente a la “histeria de Occidente”.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha afirmado en su canal de Telegram: “Les pido a los medios de desinformación de Estados Unidos y el Reino Unido, como Bloomberg, The New York Times, The Sun y otros, que publiquen el calendario de nuestras 'invasiones' para el año próximo para que pueda planificar mis vacaciones”. Los medios se hicieron eco de fuentes estadounidenses y británicas que señalaban la invasión para estos días, cosa que no ha ocurrido.
No obstante, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistía este miércoles por la mañana a su llegada a la reunión de ministros de Defensa de la Alianza en mostrar desconfianza sobre los mensajes emitidos por el Kremlin: “Creo que el mensaje y las señales que escuchamos de Moscú ayer dan motivos para un cauto optimismo. Al mismo tiempo, no hemos visto ninguna retirada de las fuerzas rusas. Eso contradice el mensaje de los verdaderos esfuerzos diplomáticos. De momento, no hay desescalada”.
La ministra española de Defensa, Margarita Robles, aseguró este miércoles, por su parte, desde el cuartel general de la OTAN en Bruselas: “No hemos visto que haya habido una desescalada por parte de Rusia. Es verdad que hoy no se ha producido la invasión de la que se había hablado, pero la amenaza de la invasión está ahí. No hay constancia de que haya habido una desescalada por parte de Rusia. La presencia de tropas rusas en este momento en la frontera con Ucrania y en el mar Negro no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Es un despliegue de fuerzas que no se había visto nunca y, por tanto, es un despliegue que permitiría en cualquier momento que esa invasión de Ucrania tuviera lugar. Hoy lo que se ha dicho es que esa invasión se puede realizar en cualquier momento, aunque no hay ninguna fecha prevista”.
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“Ahora hay dos futuros distintos por delante”, ha dicho este miércoles en el Parlamento Europeo la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen: “En uno, el Kremlin decide emprender la guerra contra Ucrania, con enormes costes humanos, algo que pensábamos que habíamos dejado atrás después de las tragedias del siglo XX. Las relaciones con Moscú se verían gravemente dañadas. Entrarían en vigor duras sanciones, con nefastas consecuencias para la economía rusa y su perspectiva de modernización. Pero otro futuro es posible. Un futuro en el que Rusia y Europa cooperen en sus intereses compartidos. Ahora le corresponde al Kremlin decidir. Sea cual sea el camino que decidan tomar, nos mantendremos firmes”.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, decía por su parte ante el pleno de Estrasburgo: “Lo que ocurra en Ucrania marcará el futuro de la humanidad. Todos los seres humanos deberían estar preocupados por lo que allí ocurra, porque si de nuevo se impone la ley del más fuerte y un país puede amenazar a otro y puede atacarlo y desagregarlo territorialmente, echaremos marcha atrás en la historia. Estamos dispuestos a continuar las negociaciones, las conversaciones, para buscar una salida diplomática a la peor crisis que vive Europa desde el final de la Guerra Fría. Esta crisis no solo afecta a los ucranianos, no solo a los europeos, afecta a la humanidad”.
En este contexto llega la convocatoria de urgencia de la reunión de líderes este jueves en Bruselas. “Hasta el momento, no hemos visto ninguna desescalada rusa”, insistía Stoltenberg este miércoles: “Pero, por supuesto, estamos siguiendo de cerca lo que están haciendo. Y si realmente comienzan a retirar fuerzas, lo agradeceremos. Pero está por verse. Siempre han movido fuerzas de un lado a otro. Entonces, que veamos movimientos de fuerzas no confirma una retirada real. Rusia conserva [en la zona] la capacidad de una invasión de Ucrania en toda regla”.
También el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, ha alertado de que el Reino Unido no ha visto hasta ahora “pruebas” de una retirada de tropas rusas, informa Efe: “De hecho, hemos visto un crecimiento continuado de recursos como hospitales de campaña y sistemas de armamento estratégicos. Juzgaremos a Rusia por sus acciones y hasta que veamos una desescalada adecuada creo que todos deberíamos mantener la cautela sobre el rumbo del Kremlin”.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró también que no hay “una retirada significativa” de fuerzas militares rusas en la frontera con Ucrania. “Desafortunadamente, hay una diferencia entre lo que Rusia dice y lo que hace, y lo que estamos viendo no es una retirada significativa”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense a la cadena ABC, recoge Efe.
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