La Cámara de los Comunes del Reino Unido ha aprobado el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) para la era pos-Brexit. El proyecto de ley ha sido aprobado con 521 votos a favor, incluidos los del Partido Laborista, y 73 en contra. El texto pasa ahora a la Cámara de los Lores, donde el objetivo es que se discuta hasta esta noche. Una vez obtenga luz verde por parte de ambas cámaras, recibirá el asentimiento oficial de la reina Isabel II en las siguientes horas, lo que permitirá que haya entrado en vigor antes de que termine el periodo de transición del Brexit, a las 23:00 GMT del día 31.
Durante el debate, el primer ministro Boris Johnson ha afirmado haber forjado una “nueva y fantástica relación” con la UE. “Aprovechamos este momento para forjar una nueva y fantástica relación con nuestros vecinos europeos, basada en el libre comercio y la cooperación amistosa”, ha dicho.
Johnson ha defendido que el acuerdo con la UE se ha negociado con una “rapidez increíble” y “en menos de un año”, poniendo de ejemplo los casi ocho años que la UE necesitó con Uruguay, los cinco de Canadá o los seis de Japón. El primer ministro ha asegurado que el “objetivo central” de la ley era lograr algo que a los británicos se le había dicho que era “imposible”.
“Esta legislación materializa nuestra visión, compartida con otros vecinos europeos, de una nueva relación entre el Reino Unido y la Unión Europea como soberanos iguales, unidos por la amistad, el comercio, la historia, los intereses y los valores, mientras se respeta la libertad de acción del otro”, ha afirmado Johnson. “Ahora vamos a iniciar un nuevo capítulo en nuestra historia nacional, firmando acuerdos comerciales a lo largo y ancho del mundo, que se sumarán a los 63 países con los que ya lo hemos logrado”, ha añadido.
Acuerdo “débil”
El líder laborista, Keir Starmer, ha descrito el acuerdo como débil, pero ha justificado el apoyo de los laboristas porque la alternativa sería devastadora para el Reino Unido. “Solo tenemos un día antes del fin del periodo de transición y es el único acuerdo que hay”, ha dicho Starmer. “Por tanto, el Partido Laborista votará para implementar este tratado para evitar un no acuerdo y poner en marcha una base desde la cual podamos construir una fuerte relación futura con la UE”, ha sostenido.
Starmer también ha criticado a Johnson por asegurar que no habrá aranceles. “No es cierto y lo sabe”, ha dicho el líder laborista, “la verdad es que habrá una avalancha de cheques, burocracia y trámites para las empresas británicas”.
Theresa May, la exprimera ministra, ha apoyado el acuerdo, pero también ha criticado a Starmer por calificarlo como “débil”. “Tenían la oportunidad de un acuerdo mejor en 2019 y votaron en contra”, ha dicho May, que dejó su cargo en 2019 después de que el Parlamento rechazase hasta en tres ocasiones su proyecto de acuerdo de salida de la Unión Europea. Además, ha dicho estar “decepcionada” por lo que el acuerdo ofrece en materia de servicios.
El DUP, que se ha mostrado favorable a la salida de la Unión Europea, se ha opuesto al acuerdo negociado por Johnson. Los unionistas, con ocho diputados en los Comunes, están en contra del mecanismo diseñado para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas, que obliga a someter a controles aduaneros las mercancías que llegan desde Gran Bretaña.
Según una encuesta de YouGov, la mayoría de los británicos –por un margen de más de seis a uno– quieren que los diputados aprueben la legislación sobre el acuerdo comercial. Pero la encuesta también sugiere que menos de una de cada cinco personas piensa que es un buen acuerdo. Están más inclinados a verlo como “ni bueno ni malo” que como un logro principalmente positivo, incluso entre los votantes conservadores.
Paralelamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, han firmado este miércoles en una breve ceremonia los tres tratados que regularán a partir de este viernes la relación entre la Unión Europea y el Reino Unido. Dos copias del tratado serán llevadas a Londres en un avión de la Fuerza Aérea Real para que Johnson las firme. Una permanecerá en Londres y la otra, encuadernada en cuero azul y con las estrellas de la UE, volverá a Bruselas.