El líder del nuevo partido Alternative für Deutschland, Bern Lucke, propone una salida del euro a los países con problemas de financiación. Pero no todos los países, “Cataluña, País Vasco y el norte de Italia podrían permanecer”, aclara. Para Bern Lucke, profesor de macroeconomía en la Universidad de Hamburgo, estas zonas geográficas son competitivas, en contraste con Grecia, Andalucía o el sur de Italia. Bajo su punto de vista, España sería competitiva “si bajase un 30% los salarios”.
“Los alemanes no están notando aún el precio de los rescates y no se imaginan sus consecuencias porque desconocen la realidad económica del país”, explica. Según el político, los alemanes están pagando con sus impuestos injustamente las deudas que otros países han provocado y no le votarán más masivamente en las próximas elecciones porque “no leen las páginas de economía, solo las de deportes”.
En cuanto a Grecia, Lucke cree que el “ambicioso programa” diseñado para el país por el FMI y la UE no se podrá cumplir hasta que dicho país posea una autonomía monetaria, volviendo al dracma. Preguntado por Irlanda, un país en crisis pero del norte de Europa, cree que “en ese caso fue exagerado aplicarle las mismas medidas que al sur de Europa”. Allí ve él un problema de especulación bancaria más que de competitividad salarial.
La formación política que dirige Bern Lucke, según las últimas encuestas, no alcanzará el 5% necesario para entrar en el Parlamento alemán. Sin embargo, su existencia resulta importante en tanto que dichos votos serán probablemente arrebatados al partido de Angela Merkel, la Unión Cristiano-Demócrata (CDU), que según los sondeos recibirá un 40% y será el partido más votado con diferencia.
Para formar Gobierno, sin embargo, la CDU precisa una coalición con otros partidos para alcanzar la mayoría de votos de diputados favorables que exige la ley alemana para elegir el canciller. La actual coalición con el partido liberal FDP será en las elecciones del próximo 22 de septiembre más débil que en la actualidad, ya que este partido ha retrocedido varios puntos en intención de voto después de varios escándalos internos.
Partidos como Alternativ für Deutschland alejan a Merkel unos puntos de la victoria. Sin embargo, el otro gran partido alemán, el Socialdemócrata (SPD), solamente estaría en condiciones de conseguir formar Gobierno si pactase con el partido Die Linke (La Izquierda), algo que ha rechazado varias veces el líder socialdemócrata, Peer Steinbrück. Según el profesor de la Universidad Humboldt de Berlín Friedbert Rüb, experto en política alemana, los alemanes votan mayoritariamente a partidos moderados debido a los traumas históricos del país.
El programa de Die Linke, sin embargo, lejos de ser un programa de extrema izquierda, propone cuestiones como un impuesto a las rentas más altas, una renta básica universal de unos 1.000 euros y una condonación de la deuda a los países del sur de Europa, todas ellas compatibles con el sistema de mercado existente en Europa.