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Qué está pasando en la guerra: Ucrania recupera los primeros pueblos en su contraofensiva, que puede durar meses

Ucrania ha informado de que su Ejército ha recuperado varios pueblos de pequeño tamaño a lo largo de aproximadamente 90 kilómetros cuadrados en el sureste del país en los primeros momentos de su esperada contraofensiva.

Si bien parece el avance más rápido de Ucrania en meses, aún no es un gran avance. Esos 90 kilómetros cuadrados de territorio que Kiev se atribuye es solo una pequeña parte de los miles que siguen en manos rusas y evidencian la dificultad de la batalla que las tropas ucranianas tienen por delante. Expertos y líderes occidentales sostienen que es probable que la contraofensiva dure semanas, incluso meses.

Por ahora, en sus ataques iniciales –y a falta de confirmar cuál será el eje principal–, la contraofensiva parece extenderse a lo largo de las líneas del frente en el sur y el este, con batallas en las regiones de Zaporiyia y Donetsk, ambas parcialmente ocupadas por Moscú. En concreto, según algunos analistas, estos ataques se han producido a lo largo de dos ejes, Oríjiv (en Zaporiyia, apuntando a la localidad clave de Tokmak) y Velyka Novosilka, así como al sur de Vuhledar, ambas en Donetsk. Además, Kiev está informando de contraataques en Bajmut, cuya captura se atribuyó Rusia el mes pasado.

Buena parte de los expertos militares habían vaticinado que el impulso principal de la esperada contraofensiva ucraniana estará en el sur, donde creen que las fuerzas ucranianas pueden tratar de atravesar el “corredor terrestre” entre Rusia y la anexionada península de Crimea, avanzando a través de Zaporiyia, parcialmente controlada por Moscú, hacia la ciudad ocupada de Melitópol y el mar de Azov. De tener éxito, según han explicado varias voces, podría dividir a las tropas rusas en dos mitades y cortar las líneas de suministro más al oeste, en dirección a Crimea.

Varios pueblos recuperados

Ucrania ha explicado que sus tropas están avanzando metro a metro en medio de combates “extremadamente encarnizados y la superioridad aérea y artillera” del Ejército ruso. La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, ha informado este martes de que las tropas ucranianas han avanzado en las direcciones de Berdiansk, en la costa en la región de Zaporiyia, y Bajmut y Toretsk, en Donetsk.

Según ha indicado en Telegram, los militares ucranianos han avanzado unos metros en dirección a Berdiansk, tomando el control de tres kilómetros cuadrados de territorio. Cerca de Bajmut, las fuerzas ucranianas han avanzado 250 metros y 200 metros en dirección a Toretsk, de acuerdo con su mensaje.

Antes, hasta este lunes por la noche, Ucrania había reivindicado la recuperación de siete pueblos pequeños durante la semana pasada, la gran mayoría de ellos al sur y suroeste de Velyka Novosilka, situada en Donetsk –y al este de la colindante Zaporiyia, a algo más de 100 kilómetros al norte de Berdiansk, un puerto clave en el mar de Azov y parte del “corredor terrestre” entre Rusia y Crimea–. Estos son Levadne, Novodarivka, Neskuchne, Storozheve, Makarivka, Blahodatne, así como Lobkove, en Zaporiyia, al oeste de Oríjiv.

Este avance de las tropas, según Kiev, fue de 6,5 kilómetros y el tamaño total del área reconquistada era de 90 kilómetros cuadrados. Autoridades ucranianas han publicado fotografías de sus unidades sosteniendo banderas en lo que, según indican, son los pueblos recuperados. “Continuará”, escribió Maliar.

Blogueros militares rusos destacados contaron que las fuerzas ucranianas habían tomado el control de varios pueblos y avanzaban hacia el sur. En los últimos días, el Ministerio de Defensa de Rusia ha repetido el mensaje de que ha repelido los intentos de ofensiva en las regiones de Donetsk y Zaporiyia.

“Las batallas son encarnizadas, pero estamos avanzando, y esto es muy importante”, dijo el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien señaló que el tiempo es desfavorable estos días y las lluvias dificultan la tarea del Ejército.

Maliar ha explicado que, durante la contraofensiva, las fuerzas ucranianas se están enfrentando a “continuos campos de minas, zanjas antitanque” y “constantes contraataques de vehículos” rusos, “drones kamikaze y misiles antitanque guiados (ATGM)”. Durante meses, las fuerzas rusas han fortalecido sus defensas a lo largo de cientos de kilómetros de la línea de frente con zanjas antivehículos, barreras como dientes de dragón, minas y trincheras.

Paralelamente, un portavoz militar ucraniano denunció que las fuerzas de Moscú habían volado una presa en el río Mokri Yaly, en Donetsk –en torno a las localidades cuya recuperación fue anunciada por Kiev–, para intentar “ralentizar” la contraofensiva.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado que Ucrania ya está “ganando terreno” a Rusia y ha avanzado que la contraofensiva será “sangrienta y difícil”. “Los rusos han tenido tiempo de construir, son líneas defensivas bastante pesadas, y romperlas es una tarea exigente”, ha dicho en una entrevista con USA Today.

Durante meses, Ucrania ha estado gestando una contraofensiva contra las fuerzas rusas con vistas a la llegada del tiempo más cálido tras el invierno y la consiguiente mejora de las condiciones del campo de batalla para el movimiento de tropas y equipos y el despliegue de armas occidentales más avanzadas. Ucrania quiere demostrar que su Ejército no está agotado y que las armas y el equipo que ha recibido de sus aliados tras reclamarlos insistentemente, entre ellos tanques, pueden ayudar a lograr avances significativos en el campo de batalla.

La esperada contraofensiva ha sido objetivo en todo este tiempo de una intensa especulación, y las autoridades ucranianas han tratado de rebajar expectativas. En línea con lo que ha ocurrido en anteriores operaciones de esta índole, Kiev ha aplicado un régimen de silencio por secreto operativo y se ha negado a revelar los detalles, como la dirección (o las direcciones) hacia la que pretende avanzar o el calendario. La semana pasada, diferentes medios occidentales y expertos informaron sobre el comienzo de la operación después de que los combates se intensificaran en varios puntos del frente.

El sábado, Zelenski confirmó que “se están llevando a cabo acciones defensivas y contraofensivas”, pero dijo que no iba a detallar en qué etapa se encuentran. Un día antes, el presidente ruso, Vladímir Putin, había afirmado que la contraofensiva había comenzado y que las fuerzas de Kiev estaban sufriendo “pérdidas significativas”. El domingo, las autoridades ucranianas empezaron a informar sobre algunos cambios en el frente. 

Pérdidas ucranianas

Por el momento, a juzgar por las diferentes informaciones, parece que el Ejército ucraniano está logrando sus mayores avances cerca de Velyka Novosilka, mientras que los ataques cerca de Oríjiv no han tenido tanto éxito. Según Konrad Muzyka, analista de defensa y director de Rochan Consulting, que sigue de cerca el estado del campo de batalla, los ucranianos sufrieron algunas pérdidas en los primeros días, entre los que menciona varios vehículos suministrados por Occidente.

Según el grupo de investigación de código abierto Oryx, Ucrania ha perdido 16 Bradley estadounidenses y siete tanques Leopard, tres de ellos de limpieza de minas.

“Es especialmente preocupante la pérdida de Bradleys y de capacidades de destrucción de minas en tales cantidades en una fase tan temprana de la contraofensiva”, dijo Muzyka en un informe a principios de esta semana, aunque también abrió la posibilidad de que algunos de los vehículos puedan ser recuperados. “Tenemos entendido que la mayoría de estas pérdidas de Bradley y Leopard se produjeron durante un ataque fallido al norte de Robotyne [al sur de Oríjiv] a principios del contraataque. No se ha informado de otras pérdidas a gran escala desde entonces, lo que indica que los ucranianos se adaptaron a la amenaza rusa: tras el fracaso inicial, no se desplegaron medios adicionales para seguir atacando a lo largo de este eje”.

El analista militar Rob Lee, que ha recopilado en Twitter imágenes de algunos tanques y vehículos abandonados o destruidos, explicó que estos tienen que cubrir “un terreno bastante abierto y expuesto bajo la observación de drones y fuego de artillería”. “Esto siempre iba a ser difícil”, dijo.

El Departamento de Defensa de EEUU ha anunciado este martes un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 325 millones de dólares para Ucrania, que incluye 15 vehículos de combate Bradley.

Semanas, incluso meses, por delante

A la espera de cómo se desarrollan los acontecimientos, varios expertos occidentales han advertido de que no se pueden sacar conclusiones precipitadas por el momento y apuntan a que la ofensiva ucraniana puede tardar semanas o meses en dar frutos. “Una operación de contraofensiva exitosa puede llevar días, semanas o incluso meses antes de que su resultado quede totalmente claro”, dijo el think tank Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) en un análisis reciente.

“Esto no es algo que se juzgue basándose en unos pocos días de combate”, tuiteó por su parte hace unos días Michael Kofman, experto en el Ejército ruso, quien afirmó que las imágenes de bajas en combate “son de esperar”.

“La ofensiva se desarrollará durante semanas, y probablemente meses”, dijo Kofman, quien aseguró que no pretendía “pintar un panorama halagüeño” y apuntó que su primera impresión es que la actual situación en el campo de batalla “se parece mucho más a Jersón que a Járkov”, en referencia a las dos contraofensivas que el Ejército ucraniano llevó a cabo en verano y otoño pasado, la segunda de las cuales se desarrolló de manera relámpago, recuperando miles de kilómetros en cuestión de días y obligando a las fuerzas a retirarse precipitadamente, una opinión que también ha expresado Muzyka. “Los que pensaban que sería difícil, con altos niveles de desgaste, por lo tanto, no se sorprenden. Pero esto se basa en pruebas visuales muy fragmentarias”, dijo Kofman.

Los investigadores del ISW creen que las fuerzas ucranianas están intentando actualmente una operación táctica “extraordinariamente difícil –un asalto frontal contra posiciones defensivas preparadas, complicado aún más por la falta de superioridad aérea– y estos asaltos iniciales no deben extrapolarse para predecir todas las operaciones ucranianas”.

A su juicio, no es de extrañar que las fuerzas ucranianas estén sufriendo bajas en los primeros ataques. “Sin embargo, los ataques iniciales –y en particular las imágenes seleccionadas que las fuentes rusas están difundiendo y destacando intencionadamente– no son representativos de todas las operaciones ucranianas. El Ejército ruso sigue siendo peligroso y las fuerzas ucranianas se enfrentan sin duda a una dura lucha, pero Ucrania aún no ha comprometido la gran mayoría de sus fuerzas de contraofensiva y las defensas rusas no son uniformemente fuertes a lo largo de todos los sectores de la línea del frente”, dijeron en un informe el sábado pasado.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este lunes que la contraofensiva ucraniana “se llevará a cabo durante varios días, por no decir meses” y dijo que espera que “sea lo más victoriosa posible” para “poder luego iniciar una fase de negociaciones en las condiciones adecuadas”. Sin conversaciones de paz a la vista, ambos bandos han manifestado por ahora su voluntad de seguir luchando.

En un análisis a principios de esta semana, Muzyka sostuvo que las unidades ucranianas se encontraban a unos ocho o diez kilómetros de la primera línea de las defensas rusas. “Aunque pueden alcanzarla esta semana, la capacidad ucraniana para perforar las fortificaciones rusas aún está por probar”. También recalcó que los despliegues ucranianos han sido relativamente limitados y que Kiev dispone de suficientes reservas para mantener el impulso. “También es probable que la ofensiva principal aún no haya comenzado”.