La última batalla de la ultraderecha italiana se libra en Lombardía, la región más rica y poblada de Italia, donde el partido Fratelli d'Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni, y sus aliados gobiernan desde mucho antes que ella llegara al poder en Roma. Allí, un grupo de consejeros regionales ha presentado una moción para impedir que los alumnos trans sean llamados por el nombre con el que se identifican, lo que se denomina 'carrera alias', una herramienta burocrática que permite a los estudiantes en transición de género elegir su nombre en el entorno escolar, aunque no hayan finalizado el proceso formal de cambio de sexo.
En los últimos años, esta práctica se ha difundido en muchos institutos de Lombardía, que de esta manera buscan responder a las necesidades de los alumnos trans durante un periodo delicado para su crecimiento. Sin embargo, según los consejeros de Fratelli d'Italia y de la Liga Norte -el partido de Matteo Salvini-, las 'carreras alias' podrían convertirse en un factor de “gran confusión” para los estudiantes.
El pasado julio presentaron una moción para poner fin a esta práctica, solicitando al Gobierno central que interviniera. La iniciativa suscitó una fuerte polémica y el debate en el Consejo regional se aplazó hasta este mes de septiembre.
Desde entonces las protestas han continuado y, el 11 de septiembre, estudiantes y asociaciones se manifestaron frente a la sede del Gobierno de Lombardía. Sin embargo, los promotores de la moción están decididos a seguir adelante y el debate sobre la misma podría tener lugar este mes.
Las 'carreras alias'
El proceso de transición de género puede llevar mucho tiempo, sobre todo para un menor. Hasta el reconocimiento formal del cambio de sexo, todos los documentos oficiales siguen indicando el nombre de nacimiento. Eso es así también en los documentos escolares, que en ausencia de normas específicas al respecto, siguen reflejando el sexo biológico de los estudiantes en transición.
En concreto, eso significa que en la lista de alumnos, en los exámenes y en las preguntas en clase a los alumnos trans, se les llama por un nombre con el que ya no se identifican. Eso ocurre especialmente en el caso de los profesores que no conocen bien a los alumnos, como los sustitutos, que se basan en la información disponible en los documentos para dirigirse al alumnado.
Para evitar situaciones desagradables, que pueden causar aún más angustia a unos estudiantes de por sí frágiles, 29 centros educativos en Lombardía han implementado la carrera alias. Con esta medida, ya común en las universidades, el alumno trans puede cursar sus estudios con el nombre que elija, en lugar que su nombre de nacimiento, en todos los documentos internos del centro.
El nombre de nacimiento sigue siendo utilizado en los documentos oficiales, como el título de bachillerato. “Hemos introducido las carreras alias en 2021 para ayudar a unos chicos que ya sufren grandes trastornos psicológicos”, explica Emilia Ametrano, directora del liceo artístico Brera de Milán, un centro vanguardista en temas de inclusión.
“Se trata de muy pocos estudiantes. En mi instituto, hablamos de una decena entre más de 1.700, que están iniciando un camino para aclarar a sí mismos y a sus familias qué género quieren asumir a lo largo de su existencia”.
Cuando se presentó la propuesta de la carrera alias, la acogida por parte de la comunidad escolar fue positiva, como recuerda la directora: “La iniciativa fue aprobada por unanimidad por los representantes de profesores, alumnos y padres, algo que demuestra que no hay divisiones sobre este asunto. Tampoco en las semanas posteriores a la publicación de la nueva normativa hubo protestas por parte de las familias”.
Sin embargo, la difusión de las carreras alias en los institutos de Lombardía ha preocupado a un grupo de consejeros regionales de ultraderecha. Por ello, miembros del partido de Meloni y del partido de Salvini presentaron una moción conjunta para que el tema sea abordado a nivel regional, en Milán.
“Causa de gran confusión”
En el texto presentado por esos consejeros, se lee que las carreras alias representan “una causa de gran confusión para los menores que las solicitan, ya que conducen a la consolidación de una percepción subjetiva que, incluso cuando es acompañada de un disforia de género, en casi todos los casos es temporánea y se resuelve espontáneamente en la mayoría de edad”.
De ahí el reproche a las escuelas que adoptan esta vía: “Animar a los menores a vivir una identidad que entra en conflicto con su sexo biológico podría llevarlos a emprender caminos irreversibles y/o no exentos de graves problemas de salud psicofísica, como la cirugía y la toma habitual de hormonas”.
En su convicción de que los institutos no tienen derecho a sustituir el nombre de nacimiento de los alumnos por el de su elección, los consejeros de la extrema derecha han pedido al presidente de Lombardía que elabore una lista de todos los centros que hayan aplicado las carreras alias y lo comunique al Ministerio de Educación.
Pero han ido más allá: a principios de este mes, el consejero regional Pietro Macconi (Fratelli d'Italia) envió el texto de la moción por correo electrónico a los centros de Lombardía, con el siguiente texto: “La petición al Ministerio es para que intervenga contra la propagación de las carreras alias en las escuelas, lo que preocupa con razón a las familias, dada la ideología antinatural orientada a la fluidez de género”.
Cuando la moción fue presentada en el Consejo regional por primera vez en julio, la protesta de estudiantes y asociaciones LGTBI fue inmediata, hasta tal punto que los promotores se vieron obligados a retirar el texto y aplazar el debate hasta después de verano. Pero cuando se volvió a presentar la iniciativa y se conoció el email del consejero Macconi, la condena fue aún más enérgica.
Así, el debate sobre esa propuesta ni siquiera se fijó para el 12 de septiembre, primera fecha disponible en el órgano de gobierno de Lombardía. “Pero no hay ningún paso atrás”, ha asegurado el primer firmante de la moción, Giacomo Zamperini, también del partido de Meloni. “No banalicemos el sufrimiento”.
Por su parte, la directora del liceo Brera afirma que “en la moción hay muchas inexactitudes y declaraciones incorrectas”. “Se dice que en las escuelas hacemos promoción de la transición de género y eso es absolutamente falso. En institutos como el mío sólo hacemos educación sexual para fomentar las relaciones correctas y el respeto mutuo entre géneros, sean cuales sean. Un enfoque sano de la sexualidad sirve también para evitar episodios de violencia, que son cada vez más frecuentes”.
Asimismo, el texto de la moción señala que “se permite la sustitución del nombre de nacimiento por el nombre de elección sin necesidad de presentar certificación médica alguna”. Esto, según Ametrano, no se corresponde a la verdad: “Para acceder a la carrera alias, la familia tiene que adjuntar una certificación de la terapia psicológica a la que el alumno se está sometiendo. No es que cualquiera pueda cambiarse el nombre, no estamos hablando de un capricho”.
A pesar de las críticas a las escuelas como la suya, la directora dice estar tranquila y optimista: “No todos los consejeros de la mayoría están a favor”, en referencia al partido del difunto Silvio Berlusconi, Forza Italia, que se ha desmarcado de sus aliados en el Gobierno nacional. “Incluso si se aprueba la moción, hasta ahora el ministro ha demostrado su atención a los problemas de las minorías”, agrega.
Sin embargo, aún queda espacio para la amargura: “Esta banalización de las carreras alias por parte de los políticos me entristece mucho, porque significa que realmente no se dan cuenta del sufrimiento de estos chicos”.