El próximo presidente de México no quiere vivir en Los Pinos: prefiere que ese espacio se destine a actividades culturales o que albergue un museo.
Lo mismo dijo Lázaro Cárdenas cuando resultó electo y dejó el Castillo de Chapultepec como residencia oficial porque resultaba demasiado lujosa. Así, el edificio se convirtió en el Museo Nacional de Historia.
De este modo, Andrés Manuel López Obrador ha rechazado la residencia en la que han vivido los presidentes en México durante los últimos 84 años.
El origen
Los Pinos formaba parte del Bosque de Chapultepec, pero desde la época colonial se construyó en la zona un molino al que se denominó Molino del Rey, que fue comprado y vendido en un par de ocasiones, y renombrado como el rancho La Hormiga.
El rancho fue expropiado por el presidente Venustiano Carranza. Ahí vivieron varios integrantes del gobierno, pero el primer presidente en habitarlo fue Lázaro Cárdenas del Río.
Al mandatario le pareció que La Hormiga no era el mejor nombre para el hogar de un presidente y, cumpliendo su promesa de amor a Carmelita Solórzano, lo denominó Los Pinos, como el romántico rincón de Tarámbaro (Michoacán) donde se enamoraron: mandó plantar especies arbóreas de ese nombre y ahí vivió sus primeros años su hijo Cuauhtémoc Cárdenas.
Presidentes fueron y vinieron, hicieron remodelaciones, construyeron nuevas casas... Pero Los Pinos también ha sido escenario de escándalos.
La actriz Irma Serrano relata en su libro 'A calzón amarrado' cómo le llevó serenata al presidente Gustavo Díaz Ordaz cuando su esposa se enteró de su romance.
Cronistas de los años 60 relatan que después de que un concierto de The Doors se cancelara en la ciudad de México, uno de los hijos de Díaz Ordaz invitó a Jim Morrison a Los Pinos, donde consumieron marihuana. Esto desató la ira del nefasto Díaz Ordaz, que un año antes había ordenado la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco.
El tour en Los Pinos
Cuando el primer presidente de la alternancia, Vicente Fox, llegó a Los Pinos, decidió convertir en oficinas la casa principal porque… Sí, también le pareció muy lujosa.
Su esposa Marta tenía un despacho donde atendía los asuntos de su fundación, Vamos México, y abrió Los Pinos al público general a través de visitas guiadas.
Las crónicas de la prensa de la época destacaban “lo austero” que era Fox, que dispuso de unas pequeñas cabañas como residencia. En una, vivía de forma sencilla con su esposa; y en otra dormían los cuatro hijos de su primer matrimonio.
El regreso del PRI
Con el gobierno de Enrique Peña Nieto, Los Pinos se volvieron a cerrar al público: ahí vivía con su esposa Angélica Rivera y eventualmente los hijos de ambos. Sin embargo, ella ya había pensado en su salida del Gobierno en 2018 y mandó construir a su gusto una casa en las Lomas con ayuda del desarrollador favorito de su esposo en el su etapa en el Estado de México. Sólo que tuvo que recular cuando se hizo público el conflicto de interés en un reportaje que halaba de ella como La casa blanca de Peña Nieto. Pero esa es otra historia.
En la administración de Peña Nieto, sus hijos y los de Rivera no se han privado de hacer celebraciones. Por ejemplo, en sus redes sociales han compartido fotos de fiestas de disfraces.
Rivera y su hija Sofía Castro también hicieron una sesión fotográfica para la revista Marie Claire en Los Pinos. El objetivo era lucir prendas para una subasta en beneficio a las fundaciones FUNICPLAS, A.C., Michou y Mau, I.A.P. y Corazón por K, A.C,.
¿Estará embrujada?
Lujosa o no, con remodelaciones o con sótanos secretos, el próximo presidente dijo que Los Pinos van a pasar a formar parte del Bosque de Chapultepec.
“No voy a vivir en Los Pinos. Además, últimamente esa residencia está embrujada, ni con una limpia se resuelve el problema de esa edificación. Los Pinos van a pasar a formar parte del Bosque de Chapultepec; son 60 hectáreas que van a ser para el disfrute del pueblo, para las artes y la cultura de este”, dijo en un vídeo durante su campaña.
Él vivirá en su actual casa, ubicada en el sur de la Ciudad de México, al lado de su esposa Beatriz.
Ni el primero ni el último
López Obrador no es el único ni el primer mandatario que decide vivir en su domicilio en lugar de ocupar una residencia oficial. Cuando José Mujica fue presidente de Uruguay no dejó su hogar de siempre.
La canciller alemana, Angela Merkel, también renunció a tener una vivienda oficial y reside en su casa en el centro de Berlín, frente al Museo de Pérgamo.