“Hay 150 millones de europeos que no se vacunan”. Así de tajante ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la presentación de una comunicación en respuesta a la variante ómicron que viene a repetir lo ya dicho por el Ejecutivo comunitario en el pasado. “Vacúnense, pónganse la dosis de refuerzo, mantengan la distancia social y lleven mascarilla”, ha resumido Von der Leyen este miércoles, quien también ha anunciado que la vacuna de Pifzer para niños a partir de 5 años estará disponible en la UE a partir del 13 de diciembre. Además, ha dicho que de aquí a marzo habrá vacunas de sobra en los 27 para vacunar a toda Europa con la dosis de refuerzo.
“A título personal”, ha dicho Von der Leyen al ser preguntada sobre la vacunación obligatoria, que están imponiendo algunos países, “hace dos años no habríamos imaginado esta horrible pandemia, tenemos vacunas que salvan vidas pero no se usan. y esto conlleva un coste sanitario enorme. El 66% de la población europea está vacunada, eso quiere decir que hay un tercio, 150 millones, que no lo están. Es verdad que hay niños pequeños y otras personas que no pueden vacunarse por alguna enfermedad. Pero es verdad que éste es un debate comprensible y apropiado que debemos afrontar. Necesita una discusión, una aproximación común y una discusión que debemos tener”.
La Comisión Europea navega estos días entre la lucha por mantener las fronteras interiores abiertas y el mercado único, al tiempo que hay países que ya están pidiendo requisitos que van más allá del certificado COVID europeo. Portugal, por ejemplo, ha anunciado PCR para entrar, independientemente de que se esté vacunado.
“Sobre la base de las últimas pruebas científicas disponibles y de acuerdo con el principio de precaución, para responder al riesgo actual de la variante ómicron, el requisito de una prueba de PCR antes de la llegada puede ser un medio adecuado a considerar por los Estados miembros, en particular para los viajes. a la UE, así como para viajar dentro de la UE, como parte de un freno de emergencia”, dice la comunicación de Bruselas: “Estas medidas deberían ser durante el menor tiempo necesario, proporcionadas, no discriminatorias y estar sujetas a revisión constante”.
En relación con el certificado digital, la Comisión dice que “la duración de la validez de los certificados debe ser compatible tanto con el efecto menguante de las vacunas con el tiempo como con la necesidad de un tiempo razonable para permitir la implementación de dosis de refuerzo, de modo que la restricción a la libre circulación desde que la validez llegue a su fin sea proporcionada”.
Así, la Comisión considera que “a partir del 10 de enero de 2022, los Estados miembros ya no deberían aceptar los certificados que tengan más de nueve meses desde el ciclo de vacunación inicial, de acuerdo con las orientaciones del ECDC con respecto a la administración de dosis de refuerzo a partir de los seis meses, con un período adicional de tres meses para garantizar que las campañas nacionales de vacunación puedan adaptarse y los ciudadanos puedan tener acceso a las terceras dosis. Además, la Comisión está considerando la posibilidad de prever dicha validez de manera vinculante”.
Además, el reglamento vigente del certificado tiene validez hasta el 30 de junio de 2022: “Como parece poco probable que la pandemia haya cesado para entonces, la Comisión está preparando una legislación propuesta para extender su aplicabilidad por un período de tiempo limitado”, es decir, “hasta que la pandemia se despeje”, según Von der Leyen.