El presidente de Portugal encarga formar gobierno al conservador Luís Montenegro
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha invitado al líder de la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), Luís Montenegro, a formar gobierno. Ambos se han reunido este miércoles en el marco de consultas con los dirigentes de los partidos tras las elecciones del pasado 10 de marzo, que ha concluido con este encuentro.
Con el recuento de los votos de los portugueses en el extranjero, el partido de extrema derecha Chega obtiene dos de los cuatro escaños en juego. El Partido Socialista (PS) logra un diputado de los votantes en Europa y el Partido Social Demócrata (PSD), a través de la coalición AD, se queda con otro asiento de los electores de fuera de Europa.
El actual presidente de la Asamblea de la República quedará fuera de la nueva composición parlamentaria. El socialista Augusto Santos Silva encabezaba la lista del PS en la circunscripción “fuera de Europa”, pero los socialistas quedarán terceros en esta circunscripción, tras AD y Chega. Los partidos podrán impugnar este jueves los resultados del escrutinio en el extranjero. En caso de no ser impugnados, serán definitivos el viernes, cerrando el ajustado recuento de las elecciones legislativas que consagraron el giro a la derecha del vecino luso, marcado por la gran subida de los ultras de Chega, mientras que AD quedó muy lejos de la mayoría absoluta, situada en 116 diputados.
A pesar de la posibilidad de un giro en caso de repetirse los resultados del voto extranjero en los comicios de 2022, el Partido Socialista ha dado por hecho desde la noche electoral que encabezaría la oposición al nuevo gobierno, sin creer en un vuelco que le convirtiera en el partido más votado.
Está previsto que el nuevo gobierno tome posesión a principios de abril y tenga un ministerio bajo la responsabilidad de los democristianos del CDS, que se espera que asuman también tres Secretarías de Estado. Aún no se ha decidido si el partido de derecha Iniciativa Liberal se unirá al ejecutivo como forma de aumentar el número de diputados a favor del mismo. Los liberales debatirán este escenario el próximo domingo. También está sobre la mesa la creación de un frente común de centroderecha en las elecciones europeas –formado por el PSD, el CDS e IL– como forma de contener el avance de la extrema derecha.
Los socialistas, abiertos a apoyar medidas “de consenso”
En la reunión del martes con el presidente de la República, el líder de los socialistas, Pedro Nuno Santos, se mostró dispuesto a posibilitar lo que se conoce como un presupuesto 'rectificativo' “limitado a cuestiones de consenso”, que permita mejorar “la carrera de policías, profesores, médicos y funcionarios de Justicia”. El líder de los socialistas abre así la puerta a una subida salarial para una serie de funcionarios que han protestado por mejores sueldos en los últimos meses.
Por ahora, Montenegro tiene un horizonte de estabilidad hasta octubre, cuando presentará el proyecto de Presupuestos del Estado para 2025 –que deberá ser aprobado en el Parlamento para evitar un nuevo adelanto electoral–, pero el visto bueno depende del voto de Chega, que garantiza que solo aprobará el documento si participa en las negociaciones. Los socialistas ya han manifestado que sería “muy difícil” aprobar unos presupuestos de derechas.
En los últimos días, la extrema derecha ha presionado públicamente para formar parte del gobierno de Luís Montenegro a cambio de cuatro años de estabilidad, pero el líder conservador mantiene su “no es no” a la entrada de la formación de André Ventura.
La izquierda intenta unirse
El Partido Comunista (PCP) ya ha confirmado su intención de presentar una moción de rechazo al programa de gobierno de la derecha, que, en caso de ser aprobada, haría caer al ejecutivo. Sin embargo, la aprobación de esta moción es imposible, ya que el Partido Socialista ha garantizado que no votará a favor al no contar con una solución de gobierno alternativa que garantice la estabilidad.
En la izquierda, el Bloco (BE) intentó tomar la iniciativa en el diálogo proponiendo reuniones con todos los partidos de izquierda –Partido Socialista, Partido Comunista, Livre y PAN– para crear una especie de frente común en el Parlamento. Tras la reunión del miércoles con los animalistas del PAN, la líder del BE, Mariana Mortágua, defendió un diálogo continuo en la izquierda durante esta legislatura, argumentando que “con esta convergencia no habrá retroceso en los derechos sociales ya conquistados”.
La nueva Asamblea de la República estará formada por 78 diputados del Partido Social Demócrata -a los que hay que añadir dos diputados elegidos en la coalición Alianza Democrática que son parte de la bancada del CDS–, los mismos 78 diputados que tiene el Partido Socialista. La ultraderecha sube a 50 diputados, los liberales de IL mantienen sus ocho escaños, el Bloco continúa con cinco diputados, los comunistas pierden dos diputados y bajan a cuatro –pierden representación en el Alentejo, región históricamente de izquierdas en el sur del país y gran feudo electoral de los comunistas–, el partido verde y europeísta de izquierdas Livre tiene cuatro diputados y el animalista PAN conserva el escaño de su líder.
1