Sindicatos sudafricanos realizan hoy la primera huelga general convocada contra el Gobierno de Cyril Ramaphosa desde su llegada al poder el pasado febrero, en protesta contra varias propuestas de reforma de la legislación laboral, en especial del salario mínimo, por considerarlo insuficiente.
Desde primera hora de la mañana, la Federación Sudafricana de Sindicatos (SAFTU, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo marchas, concentraciones y cortes de calles y carreteras en las principales ciudades del país, como Ciudad del Cabo, Johannesburgo o Pretoria.
La huelga no cuenta con el respaldo de otros sindicatos mayoritarios, por lo que su impacto ha quedado amortiguado.
El motivo de la protesta es el descontento ante varias propuestas legislativas oficialistas, como la implementación de un salario mínimo de 20 rands por hora (unos 1,6 dólares).
El equipo del presidente Ramaphosa defiende esta iniciativa por considerar que es un avance para reducir la desigualdad y que aumentará los salarios de una buena parte de los trabajadores sudafricanos.
SAFTU rechaza la cifra de 20 rands y clama también contra una propuesta de reforma de la Ley de Relaciones Laborales (LRA), por considerar que los cambios propuestos desde el oficialismo limitan el derecho de huelga, especialmente para las organizaciones más pequeñas, ya que se endurecen los prerrequisitos.
“Es una huelga contra el intento de quitar a los trabajadores el único instrumento que les da relevancia en las negociaciones colectivas. Es una huelga contra el intento de reducir la negociación colectiva a súplica colectiva”, dijo hoy Zwelinzima Vavi, secretario general de la federación, en declaraciones a la televisión pública SABC.
SAFTU es una escisión de la central sindical COSATU -aliada histórica del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA)-, creada en 2017 en respuesta a lo que sus impulsores consideraban una actitud demasiado sumisa con el Gobierno y alejada de la realidad de los trabajadores.
Según los cálculos de los medios locales, cuenta con unos 800.000 afiliados en todo el país y es la segunda federación más grande.
Sin embargo, ni COSATU (la central sindical más importante en Sudáfrica) ni otras agrupaciones más pequeñas se unieron hoy a la convocatoria de huelga general de SAFTU, con lo que su impacto no fue tan significativo.
Esta es la primera huelga general convocada contra el Gobierno de Cyril Ramaphosa desde que éste asumiera el cargo de presidente, en febrero pasado, en sustitución de Jacob Zuma, quien fue forzado a dimitir por su propio partido.
Sin embargo, no es la única protesta a la que ha tenido que hacer frente en los últimos días.
La huelga de hoy coincide con la séptima jornada de paro nacional de los conductores de autobuses, que se encuentran en conflicto con la patronal por los aumentos de los salarios.
Además, la situación se mantiene tensa en la provincia Noroeste de Sudáfrica, donde la semana pasada hubo saqueos y violentas manifestaciones para reclamar la salida del jefe del Gobierno local, el oficialista Supra Mahumapelo, acusado de ineficiencia y corrupción.
Ramaphosa tuvo que interrumpir un viaje oficial al Reino Unido para tomar personalmente las riendas de la situación, y pidió calma y tiempo para poder analizar la situación antes de tomar una decisión respecto a Mahumapelo.