Al menos 41 personas han muerto y 1.186 han sido detenidas tras nueve días de protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini, mientras el Gobierno movilizó este domingo a miles de ciudadanos en marchas en contra de los manifestantes que piden más libertades.
Nueve días después de la muerte de Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo obligatorio en el país parece que las protestas se apaciguan, pero es difícil analizar la situación dadas las restricciones que impone el Gobierno en internet y a los periodistas.
Las redes móviles están siendo cortadas por las tardes y noches, y la situación de la conexión fija a Internet empeoró con operadores como Mobinnet sufriendo “apagones”, según ha denunciado NetBlocks, plataforma que estudia la censura online.
Por su parte, las autoridades no informan del número de fallecidos, pero la televisión estatal iraní afirmó que son ya 41. El grupo Derechos Humanos de Irán (IHR), con sede en Noruega, eleva la cifra de fallecidos a 57, según informó The Guardian este domingo. La organización, sin embargo, matizó que los continuos cortes de Internet estaban dificultando cada vez más la confirmación de las víctimas mortales.
En cuanto al número de detenidos, tampoco existen datos oficiales completos. El fiscal de la ciudad de Sari, Mohamad Karimí, informó este domingo del arresto de 450 “alborotadores” en la norteña provincia de Mazandarán. Sumados a los 736 arrestados en la provincia de Guilan, el número de detenciones conocidas asciende a 1.186. El Comité para la Protección de Periodistas ha informado del arresto de al menos 18 periodistas en los últimos días.
El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo este domingo que “el uso generalizado y desproporcionado de la fuerza contra manifestantes no violentos es injustificable e inaceptable”. En un comunicado, Borrell condenó las restricciones de Internet como una “flagrante violación de la libertad de expresión”.
“Un número creciente de informaciones indica que, a pesar de los reiterados llamamientos a la contención, la respuesta de las fuerzas de seguridad y policiales iraníes a las manifestaciones ha sido desproporcionada y ha provocado la pérdida de vidas y un gran número de heridos”, dijo el alto representante. “La Unión Europea seguirá estudiando todas las opciones de que dispone antes del próximo Consejo de Asuntos Exteriores, para abordar el asesinato de Mahsa Amini y el modo en que las fuerzas de seguridad iraníes han respondido a las manifestaciones subsiguientes”, añadió.
Marchas gubernamentales
Mientras tanto, el Gobierno iraní movilizó este domingo a miles de ciudadanos a lo largo del país en marchas contra las protestas por Amini.
Los manifestantes mostraron ejemplares del Corán, banderas iraníes y fotos de líder supremo, Ali Jameneí, en Teherán, donde marcharon al grito de “Muerte al alborotador” y “Muerte al sedicioso”. No faltaron los habituales “Muerte a América” y “Muerte a Israel”, a quien se señala de estar tras las protestas.
Además, mostraron su apoyo a las fuerzas del orden con lemas como “Policía, te apoyamos” y al líder con “Mientras corra sangre por nuestras venas, Jamenéi es nuestro líder”.
Las marchas se repitieron en las principales ciudades del país, como Shiraz, Isfahán, Hamedán,Bandar Abas, Qom, Rasht, Ghazvin, e incluso en Sanandaj, capital del Kurdistán iraní, de donde era Amini. Se trata de la segunda jornada de marchas progubernamentales desde que comenzaron las protestas por Amini el pasado viernes 16 de septiembre.
Embajadores convocados
Al mismo tiempo, el Ministerio de Exteriores iraní ha convocado a los embajadores británico, noruego y sueco para expresar su descontento por la actitud de esos países frente a las protestas.
“El embajador de Reino Unido (Simon Shercliff,) fue convocado por la presencia en Londres de medios de comunicación en persa hostiles”, informó este domingo la agencia Fars, que indicó que la convocatoria se produjo este fin de semana.
Esos medios de comunicación “han incitado” las protestas con sus coberturas informativas y han ayudado a “propagar los disturbios en la República Islámica de Irán”, según Fars.
El embajador de Noruega en Irán, Sigvald Tomin Hauge, también fue convocado este fin de semana, en su caso por las declaraciones realizadas por el presidente del Parlamento noruego, Masud Gharahkhani, en apoyo a las protestas.
Por su parte el embajador sueco, Mattias Lentz, fue convocado por “el ataque de elementos hostiles a la Embajada de Irán en Estocolmo”.
Además, Irán acusó a Estados Unidos de intentar violar su soberanía después de que Washington autorizase a las empresas tecnológicas a ampliar sus servicios en el país persa, en respuesta a las restricciones de Internet para atajar las protestas. “Los intentos de violar la soberanía de Irán no se quedarán sin respuesta”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
Amini fue detenida por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a “una hora de reeducación” por llevar mal el velo. Murió el pasado viernes 16 en un hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
La muerte de Amini ha logrado hacer estallar a miles de iraníes a través del dolor y la empatía, a diferencia de otras ocasiones en las que las manifestaciones se redujeron a fragmentados grupos sociales movilizados por asuntos relaciones con la economía.