El último órdago de Putin provoca una nueva escalada de la guerra en Ucrania
En un desafío al derecho internacional ocho años después la anexión de Crimea, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado este viernes una nueva anexión de cuatro áreas ocupadas del este y el sur de Ucrania donde se organizaron pseudorreferéndums ampliamente denunciados como ilegítimos y falsos.
El último paso de Putin marca una escalada en una guerra que se ha cobrado miles de vidas en siete meses y aleja aún más las posibilidades de alcanzar la paz. El movimiento ha desatado una enérgica condena de la ONU y Occidente, que lo ha calificado de ilegal y ha anunciado más sanciones, mientras que Kiev ha avanzado que no negociará con Putin y ha anunciado que ha presentado una solicitud “acelerada” para entrar en la OTAN.
El presidente ruso ha sellado la anexión en una ceremonia tras un largo y airado discurso centrado en Occidente, con pocas menciones a Ucrania y varias referencias a la “gran Rusia histórica”. “La gente ha hecho su elección, una elección inequívoca”, ha dicho. “Esta es la voluntad de millones de personas. Y ese, por supuesto, es su derecho, su derecho inalienable”. El escenario, la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, donde han sonado el himno ruso y los aplausos de las élites del país.
“Quiero que las autoridades de Kiev y sus verdaderos amos en Occidente me escuchen, para que todos recuerden esto: las personas que viven en Lugansk y Donetsk, Jersón y Zaporiyia se convierten en nuestros ciudadanos. Para siempre”, ha dicho Putin antes de lanzar una diatriba contra lo que ha denominado “perversiones” de Occidente, entre las que ha mencionado permitir la cirugía de reasignación de género. “Una negación tan completa del hombre, el derrocamiento de la fe y los valores tradicionales, la supresión de la libertad adquiere las características de una 'religión inversa': el satanismo absoluto”.
Pocas horas antes de que Putin firmara los llamados “tratados de adhesión” y se fotografiara con los líderes prorrusos y colocados por Moscú en las zonas ocupadas, 30 personas han muerto y decenas han resultado heridas en un ataque con misiles rusos contra un convoy humanitario en Zaporiyia, en el sur de Ucrania, según las autoridades.
Tras la ceremonia, la Plaza Roja ha albergado un concierto para “celebrar la adhesión”.
El último paso de Putin llega tras los pseudorreferéndums organizados apresuradamente a lo largo de la última semana en los territorios ocupados las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia sobre la supuesta incorporación a Rusia. Soldados rusos armados han vigilado las votaciones, que muchos ucranianos han descrito como organizadas a punta de pistola. La votación fue ampliamente criticada a nivel internacional, incluido por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), uno de los organismos internacionales de referencia en la observación de elecciones, que la calificó de “ilegal”.
El movimiento de Putin abre la puerta a que Moscú presente cualquier intento de Ucrania de recuperar estas áreas como un ataque a su territorio soberano en un momento en el que el mandatario ruso ha prometido usar todos los medios a su alcance –incluido un posible ataque nuclear– para “proteger a Rusia”. “Protegeremos nuestra tierra con todas las fuerzas y medios a nuestro alcance y haremos todo lo posible para garantizar la vida segura de nuestro pueblo. Esta es la gran misión liberadora de nuestro pueblo”, ha repetido este viernes. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había asegurado previamente que Rusia verá los ataques en estos territorios como un acto de agresión, según la agencia rusa Tass.
De las cuatro regiones, Jersón y Lugansk son los únicos territorios sobre los que Rusia está cerca de tener un control total. Siete meses después, la guerra continúa en las cuatro áreas, con la capital de la región sureña de Zaporiyia bajo control del Gobierno de Ucrania y una contraofensiva en Jersón.
El discurso no ha despejado algunos interrogantes claves, como apuntan varios periodistas especializados en Rusia. Antes, el portavoz del Kremlin no supo aclarar si Rusia reclama todas las regiones de Zaporiyia y Jersón, o solo las partes que ya controla. Diversos medios han calculado que las áreas anexionadas por Rusia cubren alrededor del 15% del territorio ucraniano. Según estima Reuters, en conjunto, Rusia absorbe con este movimiento al menos 90.000 kilómetros cuadrados, una superficie similar a la de Hungría o Portugal, y si se le suma Crimea, se anexiona al menos una quinta parte del territorio ucraniano. Antes de la invasión, vivían en estas zonas unas nueve millones de personas, pero una parte sustancial de la población se ha visto obligada a abandonar su hogar desde febrero.
El movimiento se produce en pleno reclutamiento de cientos de miles de hombres y tras la contraofensiva ucraniana que infligió este mes una importante derrota a Rusia en el campo de batalla, obligando a sus tropas a retirarse de gran parte de la región ucraniana de Járkov. En un contraste con la celebración en Moscú, otra derrota puede estar cerca, a medida que las tropas rusas parecen enfrentarse a un inminente cerco en Liman, un bastión estratégicamente importante en el norte de Donetsk, una de las cuatro áreas que Putin ha declarado parte de Rusia. En Ucrania también existe la preocupación de que, en pleno reclutamiento, el Kremlin movilice a los ciudadanos ucranianos en las regiones ocupadas tras el anuncio de anexión.
“Putin intenta no perder más de los territorios ucranianos que ha tomado. Sin embargo, es probable que fracase, lo que aumentará los riesgos para él y para nosotros”, dijo hace unos días en redes sociales el analista y experto Mark Galeotti, autor de varios libros sobre Rusia. Tatiana Stanovaya, analista política y fundadora del think-tank especializado en Rusia R.Politik, ha señalado en declaraciones a The Guardian que la decisión de Putin indica que está subiendo aún más las apuestas en la guerra. “Por la forma en que Putin habla de Ucrania, está claro que para él es un problema existencial. Para él, si Rusia no gana en Ucrania, no habrá Rusia. Rusia está demostrando que está dispuesta a utilizar cualquier medio a su alcance para lograr sus objetivos estratégicos. Incluyendo las armas nucleares”.
La situación de las áreas anexionadas no es homogénea. Mientras que las fuerzas rusas ocuparon partes de Jersón y Zaporiyia en la fase inicial de su invasión, en las regiones de Lugansk y Donetsk, conocidas en conjunto como el Donbás, los líderes separatistas prorrusos ya contaban con el respaldo de Moscú antes de la ofensiva de febrero. Putin reconoció oficialmente las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk unos días antes de la invasión a gran escala. Este jueves por la noche, se publicaron decretos firmados por el presidente ruso que reconocen la supuesta independencia de Zaporiyia y Jersón.
En 1994, Rusia se comprometió a respetar las fronteras existentes de Ucrania en el Memorándum de Budapest. El 24 de febrero, cuando anunció el inicio de la “operación especial” en Ucrania, como Moscú se refiere eufemísticamente a su invasión, Putin aseguró: “No es nuestro plan ocupar el territorio ucraniano”. Las cámaras del Parlamento ruso se reunirán la próxima semana para aprobar los tratados y enviarlos a Putin para su aprobación.
Ucrania quiere acelerar su entrada en la OTAN
Ucrania ha celebrado este viernes una reunión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional. Tras el anuncio de Putin, el presidente, Volodímir Zelenski, ha anunciado la presentación de una solicitud “acelerada” para entrar en la OTAN –una de las líneas rojas que ha repetido Moscú como justificación de su ofensiva–. Hace solo unos meses, durante las negociaciones de paz celebradas en marzo, Kiev y Moscú acordaron un borrador que contemplaba un alto el fuego y la retirada rusa si Ucrania se declaraba neutral y renunciaba a entrar en la alianza militar, según informó Financial Times.
Ucrania firmó el primer documento para la adhesión a la OTAN en 2008, pero el proceso está casi parado desde entonces. Este viernes, el secretario general de la Alianza, no pareció dar señales de que la disposición de los aliados de incorporar a Ucrania haya cambiado. “Las puertas están abiertas, pero la prioridad ahora es defenderse de la invasión”, dijo Jens Stoltenberg, que subrayó la necesidad de “consenso” para aceptar a nuevos miembros.
Zelenski había advertido en repetidas ocasiones que los pseudorreferéndums sobre la anexión por parte de Rusia destruirían cualquier posibilidad de conversaciones de paz. Tras el anuncio, ha reiterado esta idea y ha descartado negociar con Putin. Zelenski ha dicho que Ucrania “fue y sigue siendo líder en los esfuerzos de negociación”. “Fue nuestro Estado el que siempre ofreció a Rusia acordar una convivencia en condiciones equitativas, honestas, dignas y justas. Es obvio que esto es imposible con este presidente ruso. No sabe lo que son la dignidad y la honestidad. Por lo tanto, estamos listos para un diálogo con Rusia, pero ya con otro presidente de Rusia”.
Durante su discurso, Putin ha asegurado que Rusia está preparada para regresar a la mesa de negociaciones con Ucrania, pero ha deslizado de inmediato que las cuatro áreas anexionadas están fuera de los límites en cualquier negociación futura. “No discutiremos la elección de la gente en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Rusia no la traicionará. Y las autoridades actuales de Kiev deben tratar esta libre expresión de la voluntad popular con respeto, y no de otra manera. Este es el único camino hacia la paz”.
Kiev ha insistido en que seguirá luchando para recuperar los territorios ocupados. “Solo el camino de fortalecer Ucrania y expulsar a los ocupantes de todo nuestro territorio restaurará la paz. Iremos por este camino”, ha dicho Zelenski. Su asesor, Mijaíl Podolyak, ha dicho en una entrevista con la agencia de noticias Associated Press que la anexión no cambiará nada en el campo de batalla. “Liberaremos nuestro territorio por medios militares”.
Condena de la ONU y Occidente
Las intenciones de anexión Putin también fueron duramente criticadas este jueves por el secretario general de la ONU, António Guterres, que dejó claro que la anexión por parte de Rusia, que es miembro permanente del Consejo de Seguridad, viola la Carta de las Naciones Unidas, el tratado internacional fundador de la organización. Guterres avanzó que la decisión de proceder a la anexión no tiene “ningún valor legal y merece ser condenada”, pone “aún más en peligro” las posibilidades de lograr la paz y “es una escalada peligrosa”.
El presidente estadounidense Joe Biden, ha condenado en un comunicado “el intento fraudulento de Rusia de anexionar territorio soberano de Ucrania” y ha acusado a Rusia de violar el derecho internacional. “No se equivoquen: estas acciones no tienen legitimidad”. EEUU ha anunciado más sanciones a más personas y empresas, al igual que Reino Unido, que también las ha intensificado, restringiendo el acceso de Rusia a servicios comerciales y transaccionales británicos clave, y prohibirán la exportación a Rusia de casi 700 productos, según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La Unión Europea ha respondido al último paso del presidente ruso con una declaración. “La anexión ilegal proclamada por Putin no cambiará nada”, ha tuiteado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. “Todos los territorios ocupados ilegalmente por los invasores rusos son tierras ucranianas y siempre formarán parte de esta nación soberana”. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado en un tuit que España y Europa “nunca reconocerán” la “anexión ilegal de territorios ucranianos”.
Los gobiernos de la UE han avisado también de que habrá más sanciones: “Reforzaremos nuestras medidas restrictivas contra las acciones ilegales de Rusia. Aumentará aún más la presión sobre Rusia para que ponga fin a su guerra de agresión. La Unión Europea apoya firmemente a Ucrania y continuará brindando un sólido apoyo económico, militar, social y financiero a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”.
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