La Justicia rusa ha dictado prisión preventiva para dos personas que trabajan en un bar para homosexuales –encargadas de la dirección artística y la administración– tras acusarlas de extremismo, el primer caso penal con este cargo desde que el movimiento LGTBI fuera declarado extremista en este país.
Según el portal EAN News, la vista judicial en un tribunal de la ciudad de Oremburgo se llevó a cabo este miércoles a puertas cerradas y los periodistas pudieron acceder a la sala solo durante la lectura del fallo. Podrían enfrentarse a hasta 10 años de prisión si son declarados culpables, según apuntan varias informaciones.
“El tribunal adoptó una medida preventiva para el director artístico y el gerente del bar Pose”, dice el tribunal en un comunicado, en el que detalla que permanecerán bajo custodia hasta el 18 de mayo. Según informa el Moscow Times, el director de arte está acusado de seleccionar artistas drag para sus actuaciones y el gerente del bar de grabar dichas actuaciones. Los medios rusos identifican a los detenidos como un hombre y una mujer, Alexander Klimov y Diana Kamilyanova.
Este mes, la policía efectuó una redada en un bar, donde se celebraban espectáculos drag. Más tarde el Ministerio del Interior informó de haber “frustrado la actividad de un club nocturno, donde se reunían representantes de un movimiento prohibido en Rusia”. Las autoridades afirman que en el establecimiento “se hacía propaganda del movimiento LGTB, prohibido en Rusia”.
Durante la redada, la policía y miembros de un grupo nacionalista local, que habían informado sobre el club, obligaron a los clientes e invitados a tumbarse boca abajo en el suelo y a las drag queens que actuaban las mantuvieron semidesnudas mientras les confiscaban sus trajes y pelucas, explica Amnistía Internacional.
Ofensiva anti-LGTBI
El Tribunal Supremo de Rusia ilegalizó en noviembre de 2023 el “movimiento internacional LGTB”, que describe de manera vaga, al considerarlo una “organización extremista” a petición del Ministerio de Justicia. La medida prohíbe la propaganda, la publicidad, el generar interés y animar a integrar las filas del movimiento LGTB, recoge la Agencia EFE. Según denuncia Amnistía Internacional, las redadas policiales en establecimientos de ambiente LGBTI, incluidos bares, clubes y saunas, han aumentado en Rusia después de esta sentencia.
“Lo que las personas LGBTI y los activistas de derechos humanos temían desde finales del año pasado se ha hecho realidad. Las fuerzas del orden rusas, envalentonadas por la vergonzosa sentencia del Tribunal Supremo que declaró 'extremista' a un inexistente 'movimiento internacional LGTBI', han abierto su primer caso de 'extremismo' relacionado con lo LGBTI”, denuncia Natalia Zviagina, directora de Amnistía Internacional Rusia.
“La comunidad internacional debe pedir a las autoridades rusas que revisen la homófoba sentencia del Tribunal Supremo y pongan fin de inmediato a la persecución de las personas LGTBI. Es imperativo garantizar que todos los derechos humanos sean disfrutados por todos sin excepción”, dice.
En noviembre de 2022, la Duma (cámara de diputados) aprobó una ley que prohibía totalmente lo que denomina la propaganda LGTB y el cambio de sexo. Además, en junio prohibió las operaciones quirúrgicas de cambio de sexo, lo que provocó una gran alarma entre la comunidad trans.
Como telón de fondo, el Kremlin ha intensificado aún más la retórica ultraconservadora desde que lanzó su invasión de Ucrania, presentando el conflicto como una batalla contra Occidente y sus valores liberales.
Las autoridades rusas alegan que no hay discriminación ni persecución de la comunidad homosexual en el país y que la prohibición de las manifestaciones públicas de dicho colectivo responde a los valores morales de Rusia.
Con información de la agencia EFE