Una red de políticos y seguidores de Bolsonaro organiza ataques contra profesores en las redes

Agência Pública / Mariama Correia

6 de agosto de 2022 22:19 h

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El profesor de historia Carlos Eduardo Bartel lleva más de 20 años dedicado a la enseñanza. Hace más de un mes, se convirtió en el objetivo de una campaña de difamación y acoso en las redes por defender las mejoras en la educación y con una red de ataques a la educación pública en Brasil, según ha averiguado Agência Pública.   

El 9 de junio, profesores de varios institutos federales de Brasil protestaron contra el bloqueo del 14,5% del presupuesto de las universidades e institutos federales de enseñanza ordenado por el Gobierno de Bolsonaro. En Ibirama, un municipio del estado de Santa Catarina (sur del país) con poco más de 18.000 habitantes y donde el presidente Bolsonaro obtuvo más del 85% de los votos en las últimas elecciones, los profesores del Instituto Federal Catarinense (IFC) realizaron un paro de 24 horas. Además de denunciar los recortes presupuestarios, exigieron la actualización salarial.  

Los estudiantes del Instituto se unieron al acto. Crearon carteles, debates e hicieron retransmisiones en las redes sociales. Durante la manifestación, el profesor Bartel publicó una foto en su perfil de Instagram junto a la profesora de artes Aline Meyer y un alumno. En el fondo aparece una bandera brasileña con una pintura intencionadamente inacabada, que simboliza la falta de recursos para la educación, y el hashtag #TiraAMãodoMeuMIF [Quita tu mano de mi Instituto Federal]. 

“Me asusté cuando al día siguiente me desperté y vi un montón de comentarios con acusaciones en mi Instagram”, relata Meyer, que recibió más de 10 mensajes con ataques. La profesora también fue el blanco de los insultos. “Nos llamaban 'comunistas', 'izquierdistas', 'adoctrinadores'”, dice Meyer. “Sentí miedo. Un hombre que tiene una foto posando con un arma en su perfil de Facebook nos llamó alimañas. Da miedo porque no sabemos de qué es capaz esta gente”, añade.  

Además de los ataques al perfil personal de Bartel, la foto frente a la bandera comenzó a ser compartida por perfiles de partidarios de Bolsonaro. El día 10 de junio, un perfil de Facebook llamado Gedi Carol Oliveira publicó la imagen destacando el nombre del profesor Bartel y adjuntó fotos de carteles elaborados por estudiantes con lemas como “educación para todos”.

“Mandas a tu hijo al IFC y sale politizado y militante de izquierdas”, escribió Oliveira en Facebook. La publicación recibió 16 me gusta y fue compartida tres veces, una de ellas por el propio Gedi Oliveira en un grupo llamado Ibirama Urgente, que cuenta con más de 5.000 participantes en Facebook. 

Gedi Oliveira, cuyo verdadero nombre es Gediel Clayton de Oliveira, es funcionario del Ayuntamiento de Ibirama y es cercano al concejal bolsonarista Jorge Eli de Oliveira. El concejal pertenece al mismo partido que Bolsonaro, el Partido Liberal (PL) y se presenta como “conservador cristiano”. Es el autor de un proyecto de ley que prohíbe el uso del lenguaje neutro en las escuelas de Ibirama y el cual fue aprobado por unanimidad por la Cámara de Concejales del municipio, pero suspendido por el Tribunal de Justicia del Estado de Santa Catarina.  

Patrullando la educación pública 

El 10 de junio, el abogado Pablo Ideker da Silva acudió al IFC de Ibirama para, según él, “verificar personalmente la veracidad de las informaciones” sobre las manifestaciones en el campus. Fue llamado por padres de alumnos. “Al llegar a la institución observé que, efectivamente, las denuncias tenían fundamento”, escribió en Facebook, donde también hace declaraciones de apoyo a Bolsonaro. La publicación, realizada el 11 de junio, tiene más de 480 me gusta y fue compartida 80 veces. En ella el abogado se compromete a “tomar todas las medidas oportunas para evitar que estos hechos se repitan”.  

Da Silva es asesor jurídico de la alcaldía de un municipio vecino a unos 28 kilómetros de Ibirama. En la publicación de Facebook dice que fue recibido por dos directoras del IFC, Andressa Thaís Schwingel y Sônia Imhof. Según su post, las directoras alegaron que la protesta procedía de profesores “sindicalizados y militantes” que se excedían en sus funciones “para adoctrinar” a los adolescentes. La Agência Pública se puso en contacto con las dos trabajadoras por correo electrónico, pero no respondieron. 

El profesor Bartel comentó la publicación del abogado, que tiene más de 400 me gusta, y recibió insultos como respuesta. “Escribí que consideraba la publicación irresponsable, 'una incitación gratuita al odio y la violencia'. Fue peor porque me respondió con más insultos, llamándome 'analfabeto funcional' y exponiéndome de nuevo”, dice.

Ataques a nivel estatal

Pero fue el diputado estatal Jessé Lopes, también del partido de Bolsonaro, quien hizo que los ataques a los profesores de la IFC cobraran una dimensión estatal. Lopes publicó el 10 de junio las mismas fotos de los carteles de los estudiantes en su cuenta de Instagram, donde tiene más de 40.000 seguidores.

“Otro caso de adoctrinamiento en una escuela pública de Santa Catarina. Había carteles de ideología izquierdista repartidos por el patio”, escribió en la red social. Entre los más de 60 comentarios, hay varios mensajes que atacan a los profesores. “¡Cárcel para los profesores de izquierdas! ¡Padres abran los ojos!”, escribió una persona. “Pandilla de retrasados...”, comentó otra.  

El Instagram del diputado está lleno de publicaciones contra las unidades educativas públicas. En la publicación sobre el IFC revela un teléfono móvil para denuncias, registrado a nombre de su esposa. “En los primeros años del Gobierno [de Bolsonaro], recibimos muchas denuncias de intimidación y ataques a los profesores. Esto se enfrió durante la pandemia, cuando se suspendieron las clases presenciales”, dice Fábio de Oliveira, de la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público Federal de Santa Catarina.  

“Enseñé un semestre entero mientras me grababan. Incluso me demandó un estudiante bolsonarista”, dice Elenira Vilela, dirigente del Sindicato Nacional de Servidores Federales de la Educación Básica, Profesional y Tecnológica. “Hay una acción sistemática contra institutos, universidades federales y profesores en Santa Catarina”, añade. Entre los casos de agresiones a profesores en el estado, Vilela señala que el año pasado los profesores fueron amenazados de muerte tras una protesta contra Bolsonaro en otro municipio del estado. “En el propio IFC ya hubo un caso de destitución de un profesor en 2017 por críticas a la dictadura”, añade.  

Miedo y censura 

Tras los ataques, el profesor Bartel volvió a las aulas sintiéndose inseguro. “Soy ciudadano y padre de dos hijos. Sigo trabajando porque no puedo aceptar que algo tan frívolo me avergüence”, dice.  

El profesor de historia dice que muchos de sus colegas también se sienten inseguros. “Ibirama es una ciudad muy conservadora. Incluso en los años 30 tenía células del partido nazi y del movimiento integralista [movimiento político surgido en los años 30 en Brasil influenciado por las ideas y prácticas del fascismo], cuyo lema es Dios, patria y familia”, explica. “Lo que quieren estos grupos que nos atacan es implantar el miedo, la censura y el silencio”.  

El campus de IFC Ibirama emitió un comunicado oficial sobre los “hechos ocurridos el 9 de junio”. En él dicen que “no corresponde a la dirección del campus de Ibirama adoptar posiciones políticas partidistas”.  

El abogado Pablo Ideker y el funcionario Gediel de Oliveira no han respondido a las preguntas de Agência Pública. La Oficina de Prensa del diputado Jesse Lopes envió una nota donde insiste en la “clara existencia de adoctrinamiento ideológico dentro de las unidades de enseñanza y las universidades públicas”.

Reportaje publicado originalmente en portugués por Agência Pública