Incluso los países que han logrado detener la transmisión del coronavirus deben permanecer alerta ante la posibilidad de un rebrote. Es uno de los mantras que repite la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, asomarse a lo que está ocurriendo en China, a sus más de 100 casos en seis días en un nuevo foco en Pekín, preocupa, porque permite hacerse una idea de lo que “podría pasar en cualquier país que consiga controlar la epidemia”. Ahora “interesa más la situación en el resto del mundo”, ha dicho, no solo por saber cómo están otros países, sino también por conocer los riesgos “ante los movimientos de personas”, en plena reapertura al turismo en España y otros países de la Unión Europea.
¿Qué está pasando en el resto del mundo? La aparición de pequeños nuevos grupos de casos tras conseguir contener el brote, incluso sin transmisión local durante días, es también un quebradero de cabeza en Corea del Sur. Similar es la situación en Irán, que está viendo cómo sus contagios vuelven a repuntar, aunque a diferencia de Corea nunca bajó de las 800 infecciones diarias.
Según un análisis de eldiario.es de los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, los casos han vuelto a subir en una decena de países después de aplanar su curva. Ha ocurrido –aunque con evoluciones y alcance distintos–, en Israel, Turquía, Arabia Saudí, Portugal, Marruecos, Malasia, Macedonia del Norte o Bulgaria, de acuerdo con estas estadísticas, que dependen del número de pruebas practicadas pero muestran tendencias. En Alemania, la detección de más de 650 infectados en un matadero este miércoles ha acabado con el cierre de colegios y guarderías en la zona.
El mundo sigue inmerso en la primera ola de la pandemia, que a nivel global está empeorando a pesar de que la situación mejore en Europa, recalca la OMS. Los países se encuentran en etapas muy diferentes de la pandemia y en fases muy diferentes del brote. Según explicó el director ejecutivo para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, no se puede dar por hecho que la enfermedad vaya a seguir disminuyendo por el hecho de que ahora lo esté haciendo. También ha subrayado que ningún país debe ser “castigado” por localizar casos y que esto “es parte del éxito” de lidiar con el virus, ya que tras encontrarlos, las autoridades pueden aislarlos, tratarlos y rastrear sus contactos.
Nuevas restricciones en Pekín
Pekín llevaba 55 días seguidos sin registrar ningún caso de transmisión local hasta el jueves pasado. Desde entonces, se han detectado 158 casos, según los últimos datos de este jueves. Todos ellos están relacionados con el mercado de mariscos de Xinfadi de la capital.
El aumento de infecciones en Pekín ha obligado a las autoridades a reforzar las medidas de control como el confinamiento en determinados barrios y la suspensión de las clases. Los residentes de zonas de riesgo medio o alto tienen prohibido salir de la ciudad, mientras que el resto tiene que entregar un test con resultado negativo de los últimos siete días. También se están llevando a cabo controles de temperatura a la entrada de zonas residenciales y se han cancelado unos 1.255 vuelos con destino u origen en Pekín. En la ciudad viven 21 millones de personas.
Aunque el aumento de positivos en la capital no es suficiente para generar un repunte en la curva de casos diarios de China, la media semanal de nuevos casos registrados en el país se ha multiplicado por 10 respecto a la semana anterior al nuevo brote. La semana del 9 de junio, la media era de 3 nuevos casos al día, mientras que la media semanal actual se sitúa en 31.
Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China ha asegurado este jueves que el país ha controlado el nuevo brote: “En los próximos días seguiremos viendo nuevos casos confirmados, pero la transmisión del virus está bajo control, con lo que la curva se irá aplanando poco a poco. El brote está controlado”. El lunes, el director de la OMS, Tedros Adhanom, afirmó en relación a la situación en Pekín que todos los países tienen que permanecer vigilantes ante posibles rebrotes y que el origen y alcance de los casos en la capital china se están investigando.
Irán vuelve a superar el centenar de fallecidos
Irán, el país más afectado de Oriente Medio por la pandemia, alcanzó lo que pensaba que sería su pico el pasado 30 de marzo con 3.186 casos en un solo día. La curva empezó a bajar y a mediados de abril el Gobierno empezó a levantar las restricciones. El 22 de abril ya estaban abiertos los parques, tiendas y centros comerciales. El 12 de mayo abrieron las mezquitas y el 26 de mayo, restaurantes y cafeterías, entre otros.
El país llegó a su mínimo de casos la semana del 3 de mayo, que registró un promedio de 992 contagios diarios. Sin embargo, la curva invirtió bruscamente su tendencia y comenzó a subir hasta dibujar una V en la gráfica. Tan solo un mes después de aquella buena cifra, Irán alcanzó un nuevo pico el pasado 4 de junio, con 3.574 casos en un día, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia y un aumento del 294% respecto a la semana del 3 de mayo. Al mantenerse aproximadamente en 1.000 casos diarios en su momento más bajo tras el primer pico, las autoridades no habían controlado por completo el virus.
Desde el domingo, Irán lleva cuatro días seguidos registrando más de 100 muertos diarios por COVID-19, una cifra que no se alcanzaba desde hace dos meses. “El número de muertos de tres dígitos es doloroso”, reconoció el domingo pasado la portavoz del Ministerio de Salud, Sima Sadat Lari, que recordó que “el virus es impredecible y puede sorprender en cualquier momento”.
El principal epidemiólogo del Ministerio de Salud ha afirmado que el aumento se debe al incremento en el número de pruebas. Actualmente el país hace un test por cada 79 habitantes, cuando hace dos meses hacía un test por cada 380. Sin embargo, atendiendo al porcentaje de resultados positivos, este ha subido. A principios de mayo esta cifra estaba en torno al 9% y el 6 de junio el porcentaje era del 14%.
Alerta en la capital de Corea del Sur
Las autoridades de Corea del Sur se encuentran en estos momentos en máxima alerta, lidiando con varios grupos de casos que se han sucedido unos tras otros y se concentran sobre todo en la región metropolitana que rodea la capital, Seúl. Se trata de un área con alta densidad de población: en ella vive casi la mitad de los 50 millones de habitantes del país, y desde hace días se repiten los mensajes de cautela para que los ciudadanos extremen las precauciones y eviten reuniones innecesarias. El 80% de los contagios con fuente de transmisión desconocida este lunes se dieron en esta zona.
En las últimas semanas se han detectado casos ligados a reuniones religiosas, instalaciones deportivas, centros de trabajo como almacenes de logística o en la venta puerta a puerta –se han inspeccionado alrededor de 8.000 firmas de este sector para prevenir casos similares en todo el país–. También se han registrado contagios en residencias de mayores. De hecho, los casos de personas mayores de 60 años o más están aumentando, así como los casos graves y críticos en personas mayores de 50, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades del país.
Todos estos grupos, así como la constante entrada de casos importados, han provocado una nueva subida en la curva de contagios diarios de Corea del Sur, que empezó a disminuir a principios de marzo y terminó de descender un mes después. De momento, este repunte no es muy pronunciado. En la última semana, se han notificado de media unos 43 casos nuevos cada 24 horas. Y aunque las infecciones grupales preocupan, ya que es difícil predecir cómo se van a desarrollar, el número de nuevos positivos diarios está aún lejos de los más de 600 detectados, de media, a principios de marzo.
Corea del Sur alivió las restricciones de distanciamiento social a comienzos de mayo, basándose en su aplanada curva de casos, pero poco días después emergieron los primeros contagios ligados a una zona de ocio nocturna en un barrio de Seúl. El continuo incremento de las infecciones locales ha llevado a las autoridades surcoreanas a extender de manera indefinida las medidas que se endurecieron a finales de mayo en la región capitalina. Si el número de casos diarios no aplana “considerablemente” la curva del país en el futuro, advierten, el plan se puede extender a todo el país. También han advertido de que la propagación de la COVID-19 puede extenderse durante el verano. Desde el Ministerio de Sanidad han dicho que ya han puesto en marcha preparativos bajo el supuesto de que el área metropolitana de Seúl sufra brotes masivos y almacenarán suficientes trajes protectores y kits de pruebas, recoge la agencia Yonhap.
Después del primer caso en enero, las autoridades surcoreanas lograron aplanar la curva con reglas de distanciamiento social y el denominado modelo de las “3T” –“test” (pruebas), “trace” (rastreo) y “treat” (tratamiento)–, una sólida respuesta de salud pública de la que presume el Gobierno y que ha sido elogiada mundialmente como una de las más exitosas en la contención del virus sin recurrir a un confinamiento estricto como han hecho muchos países occidentales. Sin embargo, su ejemplo también ilustra, a juicio de la OMS, las dificultades que se puede encontrar el resto del mundo en su desescalada
Israel, nuevo foco en los colegios
El Ministerio de Sanidad de Israel ha informado este miércoles de que el número de nuevos casos es de 288, una cifra que no se alcanzaba desde hace dos meses. Israel alcanzó su mínimo a finales de mayo con una media de unos 20 nuevos casos diarios. La media semanal en el país ha pasado de 13 casos diarios en su mejor semana, el 25 de mayo, a los 204 de media de los últimos siete días.
El Parlamento ha aprobado este miércoles una prórroga de las restricciones, aunque estas se han ido levantando progresivamente en las últimas semanas. Uno de los focos de este nuevo repunte se ha dado en el sistema educativo, que estuvo cerrado desde mediados de marzo hasta mayo. Según el Ministerio de Educación, 635 estudiantes y profesores han sido contagiados en este reciente brote. Las autoridades han cerrado 177 escuelas como medida de precaución.
300 infecciones diarias en Portugal
A mediados de mayo, Portugal registraba menos de 200 casos de coronavirus nuevos al día, de media. Desde entonces, la curva de nuevos contagios diarios detectados por el país vecino, durante semanas, ha seguido de nuevo una trayectoria ascendente. En estos momentos, en plena desescalada, este mismo promedio es superior a 300 infecciones diarias.
Se consideraba que Portugal había controlado con cierto éxito el brote, ya que ha registrado con un número de contagios totales muy inferior a sus vecinos europeos, menos de 38.000, y alrededor de 1.500 fallecidos. Sin embargo, los brotes detectados en la región de Lisboa y Valle del Tajo, que concentra más del 80% de las infecciones, han puesto en jaque al Gobierno, que defiende que “la pandemia no está descontrolada” en Lisboa e insisten en que el repunte se debe al aumento de los test, algo que cuestionan algunos expertos.
Este miércoles se ha confirmado un nuevo brote que afecta a varios trabajadores y pacientes en el Instituto Portugués de Oncología de la capital. Las autoridades también vigilan dos brotes registrados en residencias de ancianos.
Marruecos, de 41 a 71 casos diarios
Aunque a menor escala, Marruecos, con 8.931 casos confirmados, también ha experimentado un aumento en el número de infecciones diarias, llegando a una media semanal de 71 casos, lejos de los 200 infectados a finales de abril, pero un incremento considerable respecto a los 41 identificados en el mínimo tras superar el pico a principios de junio.
El país vecino anunció el pasado fin de semana que agrupará a los casi 700 casos activos de coronavirus en hospitales en tan solo dos “estructuras sanitarias”, aparentemente hospitales militares.
Turquía: más casos y menos restricciones
Turquía también está alerta por un aumento en el número de casos diarios que ha pasado de 850-900 nuevos infectados diarios a principios de junio a alrededor de 1.500 en los últimos días. “Si no nos importa, si seguimos adelante con planes de boda, si invitamos amigos… puede que veamos un segundo pico de casos de coronavirus”, ha alertado seçil Özkan, experto miembro de la junta científica del Ministerio de Educación. En su momento álgido, a mediados de abril, Turquía registró 4.801 casos. “La alarma está sonando, pero el panorama no es totalmente malo. Así es como debemos ver la situación. Si la tendencia actual continúa, puede que tengamos que reconsiderar las medidas”, señaló AteÅ Kara, otro experto de la junta.
El miércoles pasado, Turquía levantó el confinamiento casi total que regía desde marzo para los mayores de 65 años. Antes, los mayores solo podían salir los domingos y ahora pueden hacerlo cualquier día. Los menores de 18 años ahora también pueden pasear cualquier día, cuando antes solo tenían dos días a la semana. También se ha ampliado el horario de restaurantes y cafeterías. El país tenía previsto reabrir los salones de bodas, cines, teatros y otros espacios culturales similares a partir del 1 de julio.