El primer ministro británico, Boris Johnson, ha anunciado este sábado nuevas restricciones para combatir la variante ómicron del coronavirus, entre ellas llevar mascarilla en tiendas y el transporte público y que todos los viajeros se hagan un test PCR, y no de antígenos, a su llegada al Reino Unido.
El líder conservador, que antes del verano levantó todas las limitaciones en Inglaterra, ha subrayado, en conferencia de prensa, la importancia de “ganar tiempo”, minimizando los contagios, hasta que los expertos determinen el efecto de la nueva variante, que, ha dicho, “parece transmitirse muy rápidamente” y “entre personas con la pauta completa de vacunación”.
Johnson ha enfatizado que su Gobierno “no va a prohibir los viajes”, pero a partir de ahora, y al menos hasta que se revisen estas normas dentro de tres semanas, las personas vacunadas que lleguen a territorio británico deberán hacerse una prueba PCR antes del fin del segundo día de su estancia y permanecer aisladas hasta que reciban un resultado negativo.
Hasta ahora, los vacunados procedentes de territorios autorizados solo debían hacerse un test de antígenos. Al margen de este cambio, la normativa se mantiene como hasta ahora para las personas no inmunizadas. Todos los casos positivos han de confinarse diez días. Los familiares y allegados de aquellos que den positivo con la variante ómicron tendrán que hacer cuarentena estén o no vacunados, ha indicado Johnson en su comparecencia desde Downing Street.
Al mismo tiempo, “se endurecerán las normas sobre las mascarillas en tiendas y en el transporte público”, además de otros espacios cerrados -aunque no en la hostelería-, que serán obligatorias en lugar de voluntarias como actualmente en Inglaterra, dijo.
El jefe del Gobierno señaló que, aunque no se sabe cómo serán de eficaces las vacunas contra la nueva variante, se cree que “ofrecerán protección” sobre todo para evitar enfermar de gravedad, por lo que instó a todo el mundo a ponerse la dosis de refuerzo tan pronto como reciban la cita.
Las autoridades sanitarias británicas detectaron el miércoles en el Reino Unido dos casos de personas portadoras de la variante ómicron del coronavirus, conectadas entre ellas y con Suráfrica -donde inicialmente se detectó este tipo-, que están ahora haciendo cuarentena, informó hoy el ministro de Sanidad, Sajid Javid.
Javid precisó que los contagios se han identificado en la localidad de Chelmsford, en el condado de Essex, cerca de Londres, y en la ciudad de Nottingham, en el centro de Inglaterra.
El ministro anunció que otros cuatro países se incluirán en la lista de territorios cuyos habitantes, a partir de las 4 GMT del domingo, no pueden viajar al Reino Unido (salvo que sean nacionales británicos, que deben hacer cuarentena en un hotel designado), hasta un total de diez.
El viernes, el Gobierno incluyó en la lista roja a Suráfrica -donde se detectó originalmente la nueva variante-, Namibia, Zimbabue, Botsuana, Lesotho y Eswatini, a lo que ahora se suman Angola, Mozambique, Malaui y Zambia.