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El camino a la ruptura entre Palestina y EEUU: 30 reuniones fracasadas en un año

“Si nuestro pueblo no puede conseguir justicia aquí, ¿dónde tenemos que ir? Ayúdennos y no nos hagan tomar decisiones en contra de nuestras creencias y de las suyas”. Así terminó el pasado martes el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, su discurso en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Inmediatamente después se levantó de su silla y abandonó la sala para no escuchar al embajador israelí, Danny Danon, y a la estadounidense, Nikki Haley, más alineados que nunca.

Paradójicamente, Abás no se estaba retirando de unas negociaciones en marcha, sino todo lo contrario: acababa de poner sobre la mesa un nuevo esfuerzo diplomático diferente a cualquier negociación anterior. Veintisiete años después de que ambas partes se reuniesen en público por primera vez en unas conversaciones de paz, el presidente palestino estaba pidiendo una nueva ronda de negociaciones en la que Estados Unidos no fuese el único y principal mediador.

“El mediador en un conflicto debe equilibrar la balanza de poder, y Estados Unidos, bajo la Administración de Trump, solo ha trabajado por fortalecer a la parte más fuerte”, señala a eldiario.es Xavier Abu Eid, portavoz del departamento de negociaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Tras la reunión del Consejo de Seguridad, Danon afirmó ante los medios: “Su rechazo a los intentos de EEUU de negociar son solo su última excusa”. “Pedimos al presidente Abás que deje de venir a la ONU a dar discursos inútiles. Lleve a su gente a la paz, deje la incitación y entre en la sala de negociaciones”, concluyó. 

Durante décadas, Palestina ha recurrido a EEUU como principal mediador. “Cuando la UE es débil y la ONU no puede tomar decisiones fuertes que se apliquen, por narices tenemos que aceptar lo que haya”, explica Marwan Burini, consejero de la embajada de Palestina en España. Sin embargo, Palestina considera que la postura de Trump ha superado todos los límites: “Esta Administración no puede ofrecer nada que sea medianamente justo, y no solo por el asunto de Jerusalén”, señala Abu Eid.

2017, año de propuestas y reuniones fracasadas

Pero la Autoridad Palestina ha esperado un año de presidencia de Trump antes de iniciar este último esfuerzo desesperado. “Durante 2017 hemos tenido 30 reuniones de primer nivel con Estados Unidos, cuatro de ellas directamente entre el presidente Trump y el presidente Abás”, asegura Abu Eid. “Nadie puede decir que no lo hemos intentado. Hemos presentado todas nuestras propuestas por escrito con mapas y fotos incluidas, pero de eso no dicen nada. Sin embargo, cuando Estados Unidos pidió a Israel lo mismo, Israel se negó a dejar su propuesta por escrito”, añade.

“En una de las cuatro reuniones entre presidentes, Trump dijo a Abás que no impondría ningún acuerdo, pero inmediatamente después salió en público diciendo que había sacado a Jerusalén de la mesa de negociaciones”, recuerda el portavoz del departamento de negociaciones de la OLP.

Durante su turno en la sesión del Consejo de Seguridad, la embajadora Haley afirmó: “Sabemos que el liderazgo palestino está muy insatisfecho con la decisión de EEUU de trasladar nuestra embajada a Jerusalén. No les tiene porqué gustar, no tienen que alabarla, ni siquiera tienen porqué aceptarla. Pero sepan una cosa: esa decisión no va a cambiar. Una vez más, tienen dos caminos: pueden elegir denunciar a EEUU, rechazar nuestro papel en las negociaciones de paz y buscar medidas punitivas contra Israel en foros internacionales como la ONU. Les aseguro que ese camino no llevará al pueblo palestino a ningún sitio. También pueden apartar su enfado por la localización de nuestra embajada y avanzar con nosotros hacia un compromiso negociado”.

Entre las múltiples acciones y declaraciones del presidente de EEUU contra Palestina, Trump ha amenazado con cerrar la delegación de la OLP en Washington que, según una ley antiterrorista estadounidense de 1987, tendría prohibido estar presente en el país por sus supuestos vínculos terroristas. Aun así, la oficina estadounidense de la OLP abrió en 1994 y desde entonces EEUU ha ido emitiendo autorizaciones excepcionales periódicas para permitir su presencia.

“Desde 2005, Abás ha hecho todo lo posible para evitar negociaciones con Israel. En los últimos siete años y medio ha venido aquí muchas veces, pero se niega a hacer el trayecto de 12 minutos a Jerusalén para reunirse con Netanyahu. En su lugar, prefiere pasar su tiempo incitando a la violencia y glorificando el terrorismo”, denunció el Danon, embajador israelí. 

Estados Unidos e Israel llevan mucho tiempo acusando a la Autoridad Palestina de apoyar el terrorismo. Según explica Abu Eid, actualmente hay en el Congreso de EEUU más de 20 proyectos de ley contra Palestina relacionadas con este asunto. Las acusaciones se basan principalmente en la ayuda económica que Palestina entrega a las familias de las personas que han sido encarceladas o que han muerto por atacar objetivos israelíes. “No reconocemos como terroristas a los luchadores que luchan contra la ocupación. No son terroristas, son luchadores que han pagado su vida o su libertad. La Autoridad Palestina se responsabiliza de sus familia y lo seguiremos haciendo”, afirma Burini.

El futuro de la delegación de la OLP en Washington está ahora en peligro por lo que EEUU considera intentos unilaterales de Palestina por cambiar su estatus internacional al margen de las negociaciones –patrocinadas por EEUU–. Esos intentos unilaterales hacen referencia, especialmente, a su ingreso en el Tribunal Penal Internacional y a la búsqueda de medidas punitivas contra Israel. Otras decisiones unilaterales que, según EEUU, también minan el proceso de negociaciones y el acuerdo entre Palestina e Israel alcanzado en 1995 es su ingreso como Estado miembro en organizaciones de la ONU tales como la Unesco.

“La ONU ha demostrado ser una organización descaradamente parcial en lo que respecta a Israel. Su foco desproporcionado ha dificultado la solución del problema al aumentar las tensiones entre ambas partes”, denunció la embajadora estadounidense.

Burini cree que “Trump ha roto el consenso mundial”. “Su política es más agresiva que la de Israel y en las cuatro reuniones entre Abbas y Trump, EEUU ha hablado de alcanzar un 'big deal' (gran acuerdo), pero seguimos esperando a ver qué Estado nos quieren dar y cuál es su 'big deal'. Ahora se habla de enviar a todos los palestinos al Sinaí para crear un Estado palestino, cosa que rechazamos”, añade el consejero de la embajada.

La paz como cortina de humo

“El factor tiempo les beneficia. Cada semana anuncian nuevas construcciones de asentamientos en territorios reconocidos internacionalmente como territorios ocupados”, denuncia Burini. “El objetivo de Israel es utilizar cualquier proceso de paz como cortina de humo para seguir con la expansión colonial”, afirma Abu Eid.

Por su parte, la embajadora Haley dedicó buena parte de su discurso a denunciar la resolución del Consejo de seguridad que declaró ilegales los asentamientos israelíes en territorios ocupados (con la abstención de EEUU durante los últimos días de la Administración Obama), declarándolos de “interés vital” para Israel. “Estados Unidos cometió un grave error al permitir la aprobación de esa resolución. Dicha resolución promovía la falsa noción de que se podía forzar a Israel a un acuerdo que debilitase sus intereses vitales, dañando así las posibilidades de paz”, declaró. 

“No tenemos nada que ofrecer o dar, somos un pueblo ocupado”, explica Burini. Abu Eid recuerda: “En el 88 hicimos una concesión histórica y muy dolorosa que muchos consideran un error: reconocer Israel sobre las fronteras del 67 –78% de la Palestina histórica– y hasta día de hoy Israel no ha reconocido el derecho del pueblo palestino a un Estado soberano e independiente”.

“Israel está en proceso de enterrar la solución de dos Estados y nuestra posición se basa en esa solución”, señala Abu Eid, que alude a las últimas palabras de Abbás antes de abandonar la sala del Consejo de Seguridad: “No se debe tomar como una amenaza, es aceptar una realidad”.

Tras levantarse de su silla, Danon reprochó a Abbás no querer negociar. “Ha venido aquí, ha dejado sus propuestas y espera que ustedes den los resultados, pero esto no va a funcionar así. La única forma posible es tener negociaciones directas entre Israel y Palestina”.

“Estamos listos para hablar, pero no iremos detrás de vosotros”, fueron las últimas palabras de la embajadora estadounidense.