Moscú ha anunciado que suspende su participación en el acuerdo de exportación de cereales a través del mar Negro desde puertos ucranianos, alegando que no se han cumplido los compromisos con la parte rusa, y asegura que reanudará la participación cuando se cumplan tales condiciones.
“El acuerdo del grano se suspende”, ha afirmado en su rueda de prensa telefónica diaria el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según recoge la agencia estatal rusa TASS. “De hecho, los acuerdos sobre el mar Negro han dejado de estar en vigor hoy. Como ha dicho antes el presidente de la Federación Rusa, expiran el 17 de julio. Por desgracia, la parte que concierne a Rusia en este acuerdo del mar Negro no se ha cumplido hasta ahora. Por lo tanto, se pone fin a su validez”.
El portavoz del Kremlin asegura que Moscú retomará “la aplicación de los acuerdos sobre el mar Negro” en cuanto “se cumpla la parte rusa del acuerdo sobre cereales”.
Una fuente de Naciones Unidas ha confirmado a elDiario.es que el Centro de Coordinación Conjunta de Estambul, que facilita la aplicación del pacto, ha recibido la notificación de Rusia de su retirada inmediata del pacto –que señala que las partes tienen que comunicar su intención de poner fin al mismo–.
Este lunes era el último día de funcionamiento del acuerdo firmado hace un año antes de que expirara a medianoche si Rusia no accedía a prorrogarlo. La ONU había advertido de que, de deshacerse, se puede producir un probable aumento de los precios mundiales de los alimentos y los fertilizantes. Ucrania y Rusia se encuentran entre los principales exportadores de cereales del mundo. Si bien ha permitido la exportación de decenas de millones de toneladas métricas de grano a lo largo de este año, la aplicación del pacto ha sufrido varios reveses.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha dicho que lamenta “profundamente” la decisión rusa, que “supondrá un duro golpe para las personas necesitadas de todo el mundo”. “En última instancia, la participación en estos acuerdos es una elección. Pero la gente que tiene dificultades en todas partes y los países en desarrollo no tienen elección”, ha asegurado el jefe de la ONU. “Cientos de millones de personas pasan hambre y los consumidores se enfrentan a una crisis mundial del coste de la vida. Pagarán el pato. De hecho, ya estamos viendo un aumento de los precios del trigo esta mañana”.
En los últimos días, se han mantenido conversaciones contra reloj y Guterres envió la semana pasada una carta al presidente ruso, Vladímir Putin, con una propuesta para mantener la llamada Iniciativa de Granos del mar Negro. El objetivo de tal propuesta, según el portavoz de Guterres, era eliminar “los obstáculos que afectan a las transacciones financieras” a través del Banco Agrícola Ruso, “una de las principales preocupaciones expresadas” por Rusia, y permitir al mismo tiempo que continuara el flujo de grano ucraniano a través del mar Negro.
¿Puerta abierta?
El acuerdo se cerró bajo la mediación de la ONU y Turquía, que lo ha calificado como un “éxito diplomático”. El viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que esperaba que su homólogo ruso accediera a extender el acuerdo.
Este lunes, tras el anuncio del Kremlin, el líder turco ha asegurado que a pesar de la declaración de Rusia este lunes, cree que Putin “quiere que este puente humanitario continúe”. Según la agencia Anadolu, Erdogan ha dicho que el ministro de Asuntos Exteriores turco y su homólogo ruso hablarán del acuerdo por teléfono, expresando su esperanza de que continúe “sin interrupción”.
Fuentes comunitarias consideran que el anuncio del Kremlin no cierra por completo la puerta a la reanudación del acuerdo y señalan que desde la Unión Europea están analizando el mensaje de Moscú.
El Ministerio de Exteriores ruso ha dicho en un comunicado que Moscú estará lista para plantearse volver a unirse al acuerdo si recibe “resultados concretos y no promesas y garantías”, y ha tachado la propuesta de Guterres como “prácticamente irrealizable e inviable”.
“Me decepciona profundamente que mis propuestas no hayan sido escuchadas”, ha dicho el jefe de la ONU. “La decisión adoptada hoy por la Federación Rusa supondrá un duro golpe para las personas necesitadas de todo el mundo. Pero no detendrá nuestros esfuerzos para facilitar el acceso sin trabas a los mercados mundiales de productos alimentarios y fertilizantes procedentes tanto de Ucrania como de la Federación Rusa”. Guterres ha afirmado que Naciones Unidas seguirá “empeñada en encontrar vías de solución”.
33 millones de toneladas métricas exportadas
Moscú ha anunciado su decisión apenas unas horas después de acusar a Ucrania de atacar el puente de Kerch, que une Crimea con Rusia. El Kremlin ha dicho que la suspensión no tiene que ver con el ataque, que según fuentes citadas por medios ucranianos ha sido una operación del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Armada de Ucrania.
Rusia había amenazado previamente con abandonar el pacto argumentando que no se han atendido sus demandas de mejorar sus propias exportaciones de cereales y fertilizantes. Entre la lista de condiciones sobre lo que considera que son obstáculos a las exportaciones agrícolas rusas, planteó la reconexión del Rosselkhozbank (Banco Agrícola Ruso) al sistema de pago SWIFT, el suministro de piezas de recambio para maquinaria agrícola o la reapertura de la tubería de amoníaco del gasoducto Togliatti-Odesa.
En el último año, Moscú aceptó ampliarlo en tres ocasiones, la última vez en mayo, pero solo durante 60 días, en lugar de los 120 que estipulaba en principio el acuerdo. En octubre, suspendió brevemente su participación tras un ataque a su flota en Crimea, y pocos días después volvió a unirse.
El pacto, firmado en julio de 2022, desbloqueó las exportaciones y ha permitido enviarlos de manera segura desde Ucrania a los mercados internacionales para evitar una crisis alimentaria mundial agravada por la invasión rusa, tras lo que se dispararon los precios mundiales. Es decir, proporcionó garantías de que los buques no iban a ser atacados al entrar y salir de los puertos ucranianos bloqueados a causa de la guerra.
En virtud del acuerdo, se han exportado por mar casi 33 millones de toneladas métricas de maíz, trigo y otros productos, según la ONU. Según el portavoz de Guterres, en conjunto, ha contribuido a la reducción sostenida de los precios mundiales de los alimentos, que ahora están más de un 23% por debajo de los máximos históricos alcanzados en marzo del año pasado.
Para convencer a Moscú de que aceptara el pacto, también se llegó a un acuerdo en virtud del cual la ONU acordaba ayudar a Rusia a llevar sus exportaciones de alimentos y fertilizantes a mercados extranjeros.
Las exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes no están sujetas a las sanciones occidentales por la invasión rusa, pero Moscú alega que las restricciones en los pagos, la logística y los seguros representan una barrera para los envíos, recoge Reuters. Rusia también se queja de que no ha llegado suficientes cereales a los países pobres, pero la ONU argumenta que el acuerdo ha beneficiado a esos Estados al ayudar a reducir los precios de los alimentos.
El último barco que viajaba al amparo del acuerdo abandonó el puerto de Odesa a primera hora del domingo, según un testigo de Reuters y MarineTraffic.com.
El Centro de Coordinación Conjunta había recibido 29 solicitudes de embarcaciones ubicadas en aguas turcas, pero no fueron aprobadas por todas las partes. No se ha autorizado la participación de nuevos barcos desde fines de junio, según Naciones Unidas. Desde finales de abril, tampoco se ha permitido que ningún buque se desplace al puerto de Yuzhny/Pivdennyi, uno de los tres puertos incluidos en el acuerdo.
La cantidad de cereales enviados por mes ha caído de un máximo de 4,2 millones de toneladas métricas en octubre a 1,3 millones de toneladas métricas en mayo, el volumen más bajo desde que se cerró el acuerdo –luego repuntó en junio a dos millones–. Las inspecciones conjuntas destinadas a garantizar que los barcos solo transporten alimentos también se han ralentizado con el paso de los meses.