Siete claves para entender las legislativas de Francia y qué puede pasar en la segunda vuelta

Este domingo, Francia celebró la primera vuelta de las elecciones legislativas, marcadas por los buenos resultados de la alianza de izquierdas, que pisa los talones a la mayoría de Emmanuel Macron, y una abstención récord. La votación en la segunda ronda del próximo domingo determinará el equilibrio de poder para el segundo mandato del presidente y definirá su capacidad para llevar a cabo reformas, ya que podría perder la mayoría absoluta.

Las alianzas de Mélenchon y Macron, igualadas en votos

La coalición presidencial Ensemble (Juntos), con Emmanuel Macron al frente, ha obtenido en la primera vuelta el 25,75% de los votos, según los resultados publicados por el Ministerio del Interior este lunes por la mañana.

A muy poca distancia le sigue la alianza histórica de partidos de izquierda (Nupes) liderada por Jean-Luc Mélenchon, y que incluye a los socialistas y a los verdes, que ha cosechado el 25,66%. Les separan apenas 21.000 votos de diferencia (5,86 millones de votos para Ensemble frente a los 5,84 para Nupes).

Para Jean-Luc Mélenchon, estos resultados se traducen en que el partido presidencial “está vencido y derrotado”.

Una abstención récord

Una de las grandes claves de la jornada de este domingo fue la abstención histórica, de más de la mitad del electorado, el 52,49%, según el Ministerio del Interior. Se trata de un nuevo récord, cinco años después de las elecciones de 2017, cuando se situó en el 51,3% y, para los analistas, evidencia el desinterés de los franceses en unos comicios eclipsados por las presidenciales.

El dato de este domingo confirma la tendencia de una creciente abstención en las elecciones legislativas francesas durante más de dos décadas. Olivia Grégoire, portavoz del Gobierno, lamentó la baja participación y el índice de abstención. “Es el principal dato que debe hacernos reflexionar a todos”, dijo.

La coalición de Macron, por delante en escaños

Pese a estar igualada con la alianza de izquierdas en porcentaje de voto, las estimaciones de escaños en la Asamblea Nacional son favorables a la coalición presidencial, que se colocaría por delante el próximo domingo, según las primeras proyecciones. Esta diferencia se explica por el funcionamiento de las elecciones legislativas, que se celebran bajo el sistema mayoritario de dos vueltas, y por la distribución del electorado de izquierdas en el territorio, menos homogéneo, según los medios galos. 

El trabajo del instituto Ipsos-Sopra Steria para varios medios franceses predice que la coalición de Macron ganaría la mayor parte de los 577 escaños, obteniendo entre 255 y 295, lo que sugiere la posibilidad de que no alcance la mayoría absoluta, que se sitúa en 289. De ellos entre 189 y 219 serían para La República en Marcha, el partido de Macron, pero cuentan con otros partidos como los centristas del MoDem.

La alianza de izquierdas, en cambio, se haría con entre 150 y 190 escaños, según Ipsos, y pasaría a ser la primera fuerza de la oposición. “Nupes avanzará en escaños pero obtiene la misma puntuación en porcentaje de votos que la suma de estos componentes en 2017. Ensemble perderá escaños (excepto Modem) y ha perdido votos respecto a 2017”, ha dicho en Twitter Martial Foucault, profesor de Ciencias Políticas en Sciences Po de París.

Pero los expertos advierten de que estas estimaciones son preliminares. El sistema de votación parlamentaria por circunscripciones hace que el número exacto de escaños para cada partido sea difícil de predecir y la composición del nuevo Parlamento no se conocerá hasta la segunda vuelta del próximo 19 de junio.

Qué pasa si Macron no logra mayoría absoluta

El presidente, reelegido en abril frente a la líder de extrema derecha Marine Le Pen, busca reeditar la mayoría absoluta lograda en 2017 para tener rienda suelta para aprobar sus grandes reformas y poder aplicar su programa de corte liberal, como el retraso de la edad de jubilación.

Si el partido de Macron y sus aliados no consiguen la mayoría absoluta, se considera que sería un revés para el presidente y podría abocarle a buscar apoyos en el Parlamento –probablemente con la derecha de Los Republicanos– o dar lugar a una remodelación no deseada del Gobierno.

Las proyecciones muestran que el líder galo no tiene asegurada la mayoría absoluta, aunque sea el partido con más asientos en las estimaciones y se haga con una mayoría relativa. “Es una advertencia muy seria para Macron, son siete puntos menos que en 2017 y la mayoría [absoluta] no se da por hecho”, dijo el politólogo Brice Teinturier en la cadena France 2. A su juicio, los franceses buscaron “reequilibrar” las presidenciales.

En los últimos días, las principales figuras del partido presidencial han subido el tono de los ataques contra Mélenchon. “Somos la única fuerza política capaz de obtener la mayoría en la Asamblea Nacional (...), tenemos una semana para convencer”, dijo este domingo la primera ministra, Elisabeth Borne, que pidió una mayoría “fuerte y clara”. “Ante la situación del mundo y la guerra a las puertas de Europa, no podemos correr el riesgo de la inestabilidad”.

Macron ha dejado claro que los ministros en activo que se presenten a las elecciones tendrán que abandonar el Gobierno si pierden. Incluyendo a la primera ministra –en una posición fuerte para la segunda ronda tras llegar en cabeza en su circunscripción–, 15 miembros del Ejecutivo se presentan a estas elecciones legislativas.

La cohabitación, el objetivo de Mélenchon

Los partidos de izquierda buscan aumentar los escaños, pero también han concurrido a las elecciones con un objetivo ambicioso y repetido por Mélenchon desde las presidenciales de abril: ganar la mayoría parlamentaria e imponer una “cohabitación” a Macron –situación que se produce en el sistema francés cuando el presidente de la República y el primer ministro son de distinto signo político–.

Francia ya ha conocido legislaturas de este tipo. La última cohabitación fue de 1997 a 2002, cuando el presidente conservador Jacques Chirac nombró primer ministro al socialista Lionel Jospin. Mélenchon llamó este domingo a la movilización “para rechazar definitivamente las funestas políticas de la mayoría de Macron”.

Tras la segunda vuelta del próximo domingo, se sabrá si los franceses otorgan su confianza al presidente con más de 289 diputados, si le obligan a negociar con una mayoría relativa o si le imponen una cohabitación. Sin embargo, con las encuestas en la mano, se considera que este último es el menos probable de los tres posibles resultados.

Sube la extrema derecha

El partido de extrema derecha de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, se ha hecho con el 18,68% de los votos en la primera vuelta y ha quedado en tercer lugar. A pesar de que Le Pen logró un máximo histórico del 41% en las presidenciales, el sistema de votación para el Parlamento ha resultado históricamente difícil para su partido en las legislativas.

Es casi seguro que el partido de Le Pen pueda formar grupo parlamentario y tener una mayor visibilidad en la Asamblea Nacional. Ipsos sugiere que podría obtener entre 20 y 45 escaños el próximo domingo, muchos más que en 2017, cuando lograron ocho diputados.

El rival de Le Pen en la extrema derecha, el tertuliano Éric Zemmour, del partido Reconquista, ha sido uno de los grandes derrotados tras ser eliminado en la primera ronda en su circunscripción.

La derecha retrocede

La derecha de Los Republicanos y sus aliados se han situado en cuarto lugar con el 13,62% tras la debacle en las elecciones presidenciales, en las que la candidata Valérie Pécresse se hundió por debajo del 5% de los votos. En 2017, el bloque de derecha logró reunir el 21,5% de los votos. Las proyecciones de Ipsos calculan entre 50 y 80 escaños para Los Republicanos y sus aliados.

“Los Republicanos perderán escaños y han bajado en votos respecto a 2017. Agrupación Nacional ganará escaños y aumenta en votos (ganancia de al menos un millón de votos). Reconquista no debe entrar en el Parlamento”, dice Martial Foucault.