El Tribunal Supremo italiano ha dado un nuevo respiro a Berlusconi. En una sentencia dada a conocer esta tarde, ha confirmado la condena a cuatro años de cárcel para el exprimer ministro por fraude fiscal en el denominado Caso Mediaset, pero ha anulado la pena de cinco años de inhabilitación para cargo público impuesta por un tribunal de primera instancia y la Corte de Apelación de Milán.
A sus 76 años, Berlusconi no va a ingresar en prisión, por tanto, su inhabilitación era la única posibilidad de acabar su carrera política. Esta pena deberá ser ahora recalculada por la Corte de Apelación milanesa a la que el Supremo ha remitido la decisión antes de que los delitos por los que se ha condenado a Berlusconi prescriban el próximo año.
De hecho, Berlusconi se ha beneficiado ya de varias prescripciones en este caso. Según las dos primeras sentencias, el exprimer ministro italiano llegó a evadir durante varios años hasta 280 millones de euros procedentes de los derechos de emisión de películas estadounidenses. Como la mayor parte de los delitos por fraude fiscal ya habían prescrito, sólo pudo ser condenado por la evasión de siete millones en las declaraciones de Hacienda de Mediaset de los años 2002 y 2003.
Berlusconi y su partido, que forma parte de la coalición gubernamental encabezada por Enrico Letta, han advertido en las últimas semanas de las graves consecuencias para la estabilidad del Ejecutivo que podía tener una decisión del Supremo contraria a sus intereses. Aunque la corte milanesa fije postura e inhabilite a Berlusconi antes de la prescripción del delito, su sentencia podrá ser de nuevo recurrida. El tiempo corre a favor de Il Cavaliere.
“¿Reconoce así Italia los sacrificios de sus mejores ciudadanos?”
Por su parte, Berlusconi no ha perdido la oportunidad de presentarse una vez más como víctima de la Justicia. El exprimer ministro ha expresado su intención de no renunciar a la política y la esperanza de que la condena por fraude fiscal confirmada por el Tribunal Supremo haga que los ciudadanos abran sus ojos sobre el “sometimiento” que ejerce parte de los jueces sobre Italia.
Mediante un mensaje de vídeo, Berlusconi ha definido como un nuevo ejemplo de la “persecución” judicial contra él la condena a 4 años de prisión confirmada hoy por el Supremo. Desde su residencia romana, el Palacio Grazioli, el ex primer ministro ha asegurado que en los últimos 20 años ha puesto todas sus fuerzas para intentar llevar una “revolución liberal” a su país y para situar a Italia como protagonista de la escena internacional y no como “subalterna” ante las potencias mundiales.
“A cambio del compromiso durante casi 20 años a favor de mi país, llegado casi al final de mi vida activa, recibo el premio de acusaciones y una sentencia fundada sobre la nada que me quita la libertad personal y los derechos políticos. ¿Es así como Italia reconoce los sacrificios y compromisos de sus mejores ciudadanos? ¿Es ésta la Italia que queremos y amamos?”, ha dicho Berlusconi.