El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dejado sin efecto este jueves el mandato del presidente del país, Joe Biden, por el que se obligaba a vacunarse o a presentar semanalmente resultados negativos de tests de COVID-19 a los empleados de empresas de 100 trabajadores o más.
La orden presidencial se debía empezar a implementar en febrero, y fue anunciada el pasado 4 de noviembre. Esta medida podría haber afectado hasta a 84 millones de trabajadores del sector privado, y contaba con sanciones de 13.653 dólares en caso de no cumplirse.
La Corte Suprema sí ha dado luz verde, sin embargo, a otro mandato del presidente: los empleados de aquellas instalaciones sanitarias de Estados Unidos que cuenten con subsidios federales sí deberán recibir el pinchazo contra la COVID-19. Se trata de más de 50.000 instalaciones que reciben ayudas de los programas Medicare o Medicaid, y en las que trabajan unos 17 millones de personas.
Voto en contra de seis jueces conservadores
Seis jueces de la mayoría conservadora se opusieron a la medida de Biden, mientras que los tres progresistas se mantuvieron a favor del mandato del presidente. El argumento usado por el Tribunal para tumbar la medida fue que el Gobierno federal no dispone de suficiente autoridad como para emitir una orden de estas características, tal y como apuntaban los grupos empresariales y los estados demandantes.
“(El mandato) es una invasión significativa en las vidas y la salud de una gran número de empleados”, han indicado desde la corte.
El viernes de la semana pasada, en una audiencia ante el tribunal, uno de los abogados demandantes, Scott Keller, de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB, en inglés), advirtió de que la orden de Biden causaría un “cambio económico masivo” en EE.UU. y que muchos “trabajadores van a renunciar” para que no se les obligue a vacunarse.
En el caso del mandato que afecta a los trabajadores sanitarios, sin embargo, dos de los conservadores -John Roberts y Brett Kavanaugh- se aliaron con los progresistas en su aval a la medida de Biden, mientras que los otros cuatro conservadores se opusieron a ella.
EEUU es el país más afectado por la pandemia con más de 63 millones de casos de COVID-19 y más de 800.000 fallecimientos, de acuerdo a los datos de la Universidad Johns Hopkins.