Tatjana Ždanoka (Riga, 1950) lleva casi 20 años en el Parlamento Europeo. Es una de las veteranas, conocida por sus posiciones pro-rusas (la minoría a la que pertenece en Letonia), y colaboradora de los servicios secretos de Moscú, según ha revelado una investigación periodística de varios medios, entre ellos The Insider, Delfi (Estonia), y Expressen (Suecia), que han accedido a los correos electrónicos que intercambió entre 2004 y 2017 con agentes del Servicio Ruso Federal de Seguridad (FSB), la antigua KGB.
La revelación no ha causado una enorme sopresa en la Eurocámara, donde Ždanoka ha defendido posiciones prorrusas durante todos estos años. De hecho, en 2022 fue expulsada del grupo de Los Verdes/ALE por votar en contra de la resolución que condenaba la invasión de Ucrania. “A pesar de nuestros reiterados llamamientos, Tatjana Ždanoka se negó a condenar la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa. Este desacuerdo fundamental hace imposible mantener nuestra larga colaboración con ella dentro del grupo político de los Verdes/ALE”, recogió entonces en un comunicado.
En respuesta a los medios que han llevado a cabo la investigación, Ždanoka ha negado su colaboración al asegurar que desconocía que sus interlocutores forman parte de los servicios secretos del Kremlin. No obstante, su actividad es sospechosa, según el contenido de los correos electrónicos publicados en los que enviaba documentos bajo el título de “informes” y compartía proyectos de iniciativas y comunicados de prensa. Además, las publicaciones se hacen eco de encuentros en Moscú e incluso uno breve en la estación de tren de Midi, en Bruselas.
“Llego a Midi el miércoles a las 12:40, regreso a las 17:30”, le dijo en un mail el agente Dmitry Gladey, con quien tuvo contacto al menos entre 2004 y 2013 antes de cambiar de interlocutor. “Muy bien, iré a Midi, nos vemos en el andén junto al tren. Si nos perdemos, nos vemos en la entrada principal de la estación”, le respondió la eurodiputada.
También se desprende la organización de actos y el intercambio de favores. Ždanoka participó, por ejemplo, en un acto organizado por 'Letonia sin Nazismo', una organización que cofundó en Bélgica, según The Insider, y que fue financiado por el Kremlin con 25.000 euros, de acuerdo al jefe del Servicio de Seguridad del Estado de Letonia. En otro de los correos, Zdanoka envió a Gladey un proyecto para promover la celebración del Día de la Victoria en Letonia que incluía la petición de 6.000 dólares.
El Parlamento Europeo está estudiando el asunto, pero tiene poco margen para actuar dado que la eurodiputada goza de inmunidad parlamentaria y su inhabilitación correspondería al estado miembro a raíz de un proceso judicial.
La noticia es, en todo caso, un golpe para la institución, que lleva tiempo trabajando en el combate de las injerencias extranjeras, especialmente procedentes de potencias como Rusia y China, en los procesos electorales. De hecho, esta legislatura se constituyó en la Eurocámara una comisión ad hoc para abordar ese asunto. Los servicios jurídicos del Parlamento dieron ciertas instrucciones a los eurodiputados sobre el modus operandi de las personas que colaboran con esas estrategias y que, normalmente, pasan desapercibidos. La UE ha detectado el doble de intentos de manipulación e injerencias en 2023 que el año anterior con 750 casos, según el informe al respecto que presentó la semana pasada el alto representante, Josep Borrell.
“Era muy defensora de las causas sociales”, dice una eurodiputada que coincidió con Ždanoka en algunas actividades parlamentarias. “El fango negro no se puede tapar con el color beige de la arena”, dijo como líder de la misión que viajó a conocer la situación del Mar Menor en el marco de la Comisión de Peticiones.
Ždanoka también mostró su simpatía hacia el independentismo catalán. En 2017, fue una de las siete eurodiputadas que viajó a la prisión de Estremera a visitar a los presos del procés, entre ellos Oriol Junqueras.