Teresa Ribera se examina en la Eurocámara: su problema se llama Raffaele Fitto
Teresa Ribera se examina este martes en el Parlamento Europeo, que tiene que dar el visto bueno a su designación como vicepresidenta de Competencia y Transición Justa y Limpia de la nueva Comisión Europea. Más allá de los palos en las ruedas que le está poniendo el PP de Alberto Núñez Feijóo, que está maniobrando para intentar convencer a su familia europea de, como mínimo, ponerle cuesta arriba el aprobado, el gran problema de la dirigente socialista se llama Raffaele Fitto, el candidato de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni.
Las audiencias de los vicepresidentes de la Comisión Europea se han convertido en una suerte de intercambio de cromos entre las distintas familias políticas. A socialistas y liberales –que forman, junto al Partido Popular Europeo, la coalición que sustenta a Ursula von der Leyen– no les gusta nada la nominación de Fitto como vicepresidente ejecutivo. La decisión de la alemana supone situar en ese cargo por primera vez a la extrema derecha cuando, además, Meloni ni siquiera secundó su designación ni los Fratelli d’Italia votaron a favor el pasado mes de julio.
Pero el apoyo de los socialistas es fundamental para que Fitto apruebe a la primera, ya que los candidatos necesitan el respaldo de dos tercios de los coordinadores de las comisiones ante las que se examinan. Y el ‘sí’ del PPE y de las fuerzas de la ultraderecha no es suficiente.
El intercambio de cromos
Inicialmente estaba previsto –en virtud de un acuerdo alcanzado por el PPE y las fuerzas de la extrema derecha– que Fitto fuera el primero en evaluarse. De esa forma, los socialdemócratas y liberales tendrían que decidir si lo apoyaban, pese a sus reticencias, o si lo rechazaban dando por hecho una reacción en cadena que afectaría a Ribera y también al candidato francés, Stephane Sejourné. A última hora del lunes hubo un acuerdo de las tres grandes familias políticas para que las evaluaciones de los seis vicepresidentes se lleven a cabo al mismo tiempo, cuando terminen todas las audiencias. Lo que no está claro es si la decisión será en la noche del martes o si pasará al miércoles.
El PPE está defendiendo a Fitto como uno de los suyos –perteneció a la Forza Italia de Silvio Berlusconi antes de pasarse a la ultraderecha de Meloni–. De hecho, los populares europeos pactaron con las fuerzas ultras el calendario de las audiencias para dejar a los vicepresidentes en último lugar en contra del criterio de socialistas y liberales, que abogaban por que fueran los primeros en pasar por el Parlamento Europeo para minimizar los riesgos de que el rechazo a algún nominado pudiera ser utilizado por los grupos para castigar a los 'pesos pesados'.
El PP quiere ver sufrir a Ribera
A pesar del acuerdo para que las evaluaciones se lleven a cabo en bloque, lo que se da por hecho es que estarán interconectadas en esta primera fase en la que se requiere el apoyo de dos tercios de los coordinadores, es decir, si socialistas y liberales rechazan a Fitto, el PPE no dará su apoyo en esta fase ni a Teresa Ribera ni al candidato francés, Stephane Sejourné.
Es decir, habrá un efecto contagio. La duda es si, en el caso de que finalmente socialistas pasen por el aro y permitan el aprobado de Fitto a la primera, el grupo que dirige Manfred Weber sería capaz de seguir la indicación de sus eurodiputados españoles y ponerle la zancadilla a Ribera. Algunas fuentes lo ven altamente improbable porque sería una declaración de guerra y un mal comienzo para la coalición europea, que ya ha arrancado con tensión por la ruptura del cordón sanitario a la ultraderecha por parte del PPE.
Algunas fuentes consideran, no obstante, que el cambio en el proceso de evaluación (que técnicamente se tendría que celebrar en cadena en función de cuándo fueran acabando los exámenes) da oxígeno a socialistas y liberales y que dificulta que se usen candidatos como “rehenes”.
No obstante, a la derecha le dan los números para que el candidato italiano salga adelante sin necesidad de socialistas y liberales en una segunda etapa en la que sólo se requiere la mayoría simple de los eurodiputados presentes en las comisiones mientras que el apoyo del PPE es imprescindible para los candidatos de las otras familias políticas. La baza que les quedaría entonces a socialistas y liberales sería votar en contra de todo el Colegio de Comisarios.
Rechazar a Ribera conlleva, además, riesgos para el propio PPE si decide sucumbir a la presión de Feijóo dado que, en cualquier caso, le correspondería al Gobierno de Pedro Sánchez hacer otra propuesta si Von der Leyen asume la recomendación de la Eurocámara. De ser así, puede que el proceso se dilate más allá del 1 de diciembre. La pretensión de Von der Leyen es empezar a trabajar “cuanto antes” por la “complicada situación internacional” y la “gran cantidad de asuntos pendientes en Europa”, según ha señalado el portavoz, Eric Mamer. También sería un golpe para Von der Leyen, que ha situado a Ribera en una de las carteras con más sustancia del futuro gabinete.
¿Qué pasa si suspenden este martes?
Los candidatos necesitan el voto afirmativo de dos tercios de los coordinadores de las comisiones parlamentarias de sus competencias (en el caso de Ribera son la de Medio Ambiente, Economía e Industria) en una primera etapa. Si los aspirantes logran los dos tercios, como ha sucedido con todos los candidatos que han pasado ya por la Eurocámara –a excepción del húngaro Olivér Várhelyi, que aún está en el limbo y la decisión se ha pospuesto hasta el miércoles–, sólo quedaría la ratificación en el Pleno la última semana de noviembre del Colegio de Comisarios en su conjunto.
En el caso de que no obtengan la mayoría suficiente en esta fase, se abren varias opciones: que les demanden preguntas por escrito y vuelvan a reunirse para tomar una decisión o que tengan que someterse a un nuevo interrogatorio, aunque más breve. En el caso de que los candidatos no logren tampoco entonces los dos tercios de los coordinadores, la decisión la adoptan todos los eurodiputados de las comisiones por mayoría simple (más síes que noes).
Esa es otra de las bazas con la que juega la derecha. Fitto tiene la mayoría simple de la Comisión de Desarrollo Regional con el PPE y las fuerzas de la extrema derecha, mientras que Ribera necesita sí o sí el apoyo de los populares para salir adelante también en esa circunstancia. Está por ver hasta dónde están dispuestos a llegar los populares y si permea la presión de la delegación española. Por el momento, lo que ha reclamado la jefa de los socialistas, Iratxe García, es que el PPE no meta al italiano en el mismo saco que a la española que, en su caso, pertenece a una de las familias políticas que forman parte de la coalición europea.
Fitto: “No estoy aquí para representar a ningún partido”
Nada más comenzar su intervención ante el Parlamento Europeo, el candidato de la ultraderechista Giorgia Meloni para formar parte del gobierno comunitario ha lanzado un mensaje para intentar suavizar el rechazo que a priori les genera a socialistas y liberales su afiliación política.
“Quiero ser claro. No estoy aquí para representar a un partido político. No estoy aquí para representar a un estado miembro. Estoy aquí hoy para reafirmar mi compromiso con Europa”, ha afirmado Fitto.
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