Tras los atentados del pasado sábado en el Puente de Londres, los delitos de odio en la capital británica se han disparado y una parte significativa de ellos corresponde a ataques directos a musulmanes británicos.
Las cifras publicadas por el alcalde de Londres, Sadiq Khan, muestran que los ataques islamófobos se han multiplicado por cinco desde la atrocidad ocurrida el sábado en el Puente de Londres, y que los incidentes racistas han aumentado un 40%, en comparación con la media diaria de este año.
El aumento de incidentes islamófobos es mayor que el registrado tras el asesinato del soldado británico Lee Rigby en 2013, y el que siguió a la masacre de París de 2015, según sugieren distintas cifras.
La naturaleza de estos delitos es también diferente a la de los registrados el año pasado tras el voto del Brexit. Según cifras policiales correspondientes al área metropolitana de Londres, el número de delitos de odio registrados ha aumentado hasta 54 incidentes al día frente a la media diaria de 37 de 2017. Los de tintes islamófobos se han situado en 20 incidentes diarios, mientras que la media en 2017 está por debajo de 4.
El proyecto Tell Mama, dedicado a registrar los incidentes antimusulmanes que se producen en Reino Unido, confirma la tendencia y contabiliza 66 incidentes reportados a este grupo independiente –pero no a la policía– desde el domingo hasta el martes. Las cifras son indicativas y tanto expertos de las comunidades afectadas como de la policía creen que hay un enorme número de agresiones que no se denuncian.
Tell Mama registró 141 incidentes diarios de delitos de odio tras el atentado de Manchester el 22 de mayo, lo que supuso un aumento del 500% en comparación con el promedio diario, que era de 25. La semana siguiente, el número bajó a 37 y, tras el atentado del Puente de Londres el sábado, las cifras han crecido rápidamente hasta 63. Si continúan al nivel actual, el número de incidentes será superior al que se produjo tras la tragedia de Manchester.
El alcalde Khan ha realizado “un llamamiento a todos los londinenses para trabajar juntos y enviar un mensaje claro al mundo de que nuestra ciudad nunca será dividida por estos individuos horribles, que buscan hacernos daño y destrozar nuestro estilo de vida”.
El director de Tell Mama, Fiyaz Mughal, cree que este “pico de casos de odio antimusulmán” muestra “un número sustancial de incidentes callejeros (y a través de internet). El tipo de incidentes declarados abarcan asaltos, amenazas, violencia física y acoso online.”
Furhaan Altaf, de 26 años, contó como su hermano fue agredido verbalmente. A continuación le atacaron dos o tres hombres ya mayores, y sufrió tres fracturas en la cara. “Sufrió abusos verbales y raciales y después asaltado físicamente”, dijo Altaf. “Está muy conmocionado”.
Agresiones y escupitajos
Sufia Alam, directora del centro Maryam, situado en una mezquita al este de Londres, dice que tiene informes de mujeres musulmanas que han sido verbalmente agredidas en autobuses. Ash Siddique, secretaria de la mezquita Al-Madina en Barking, también al este de Londres, ha contado casos de mujeres que van al centro religioso y sufren ataques, incluyendo uno en el que una mujer fue agarrada por el cuello en una parada de autobús. “Varias mujeres han sido agredidas verbalmente y a algunas las han escupido. Hemos recibido llamadas con amenazas físicas –'Os vamos a atacar'– y este tipo de cosas”, dice.
Los tres terroristas del Puente de Londres estaban viviendo en un área al este de Londres en el momento en que ocurrió la atrocidad. El centro islámico Sutton, al sur de Londres, sufrió un ataque con grafiti que decía: “Aterrorizad a vuestro propio país”.
El año pasado, justo después de que el Reino Unido votara su salida de la Unión Europea, siguiendo una campaña donde la inmigración era un tema candente, crecieron los delitos de odio. Una fuente policial ha informado a the Guardian de que el incremento ahora tiene unas características diferentes. Tras el voto del Brexit, los incidentes contra europeos del este y ciertas minorías étnicas aumentaron, mientras que después de las atrocidades de Manchester y Londres, los ataques están dirigidos solo contra aquellos percibidos como musulmanes; un grupo más pequeño que los damnificados el verano pasado.
Mark Hamilton, del Consejo de Jefes de la Policía Nacional británica (NPCC), que lidera la persecución de este tipo de delitos, dijo: “Sabemos que los ataques terroristas y otros eventos nacionales y globales tienen el potencial de provocar un aumento del registro de delitos de odio a corto plazo”. Tras los ataques en Manchester y Londres, las fuerzas policiales registraron efectivamente un incremento de esta índole de crímenes.
“Es más importante que nunca que nos mantengamos unidos frente a la hostilidad. Quizá vemos intensificada la intolerancia y el odio, pero también estamos viendo comunidades de todo el país que se están uniendo, en tanto que nos negamos a que el miedo nos divida”.