Los ciudadanos en Estados Unidos han comprado cerca de 150 millones de armas en la última década, mientras el aumento de tiroteos masivos y otros actos violentos han convencido a más personas de que tener una pistola para la autodefensa hace que estén más seguras.
Pero Estados Unidos también es el país donde el suicidio por arma de fuego representa la primera causa de muerte y los expertos en salud pública ya están advirtiendo que es probable un aumento en el número de muertes relacionadas con la posesión de armas.
En los 10 años que han pasado desde el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, en Connecticut, el movimiento a favor del centro de armas ha ganado algo de poder político, mientras la Asociación Nacional del Rifle se ha visto debilitada por disputas internas y batallas legales. A la vez, en general, la posesión de armas en Estados Unido parece haber crecido.
Los propietarios de un arma siguen siendo una minoría de la población estadounidense. Aproximadamente uno de cada tres estadounidenses tiene un arma y menos de la mitad vive en una casa donde hay una, según las estimaciones de las encuestas.
Pero en los últimos años parece haber aumentado el número total de estadounidenses con armas. El número de estadounidenses propietarios de armas ha aumentado en 20 millones desde 2015, pasando de 55 millones a 75 millones de personas, según un gran estudio de Harvard y de la Universidad Northeastern.
El número de ciudadanos que lleva armas en público también parece estar en aumento. Según un estudio reciente, 16 millones de personas dijeron en 2019 que al menos una vez al mes llevaban un arma de fuego encima, y seis millones dijeron que lo hacían a diario. Es aproximadamente el doble del número de personas que en 2015 decían portar armas de mano de manera habitual.
Percepción errónea de la violencia
Según la profesora de la Universidad de Harvard Deborah Azrael, especializada en armas de fuego, las encuestas de las últimas décadas muestran una proporción cada vez mayor de estadounidenses con armas para defenderse, en contraposición a las usadas para cazar o para otras actividades recreativas. En 2021, un 88% de los propietarios de armas citaba la “protección contra el crimen” como el motivo para tener un arma de fuego, según la encuestadora Gallup.
Por lo general, la percepción que los estadounidenses tienen del riesgo de delincuencia y de violencia no coincide con la realidad. Según Gallup, un parte sustancial de la población lleva casi tres décadas afirmando sistemáticamente que la delincuencia a nivel nacional ha aumentado con relación a la del año anterior, incluyendo aquellos años en que, en realidad, disminuyó mucho. En 2013, una encuesta del centro de estudios Pew mostró que la mayoría del público sencillamente no sabía que desde 1993 la tasa de homicidios con armas en EEUU había caído en casi un 50%.
La pandemia de la COVID-19, las protestas por todo el país contra la violencia policial y el asalto al Capitolio han disparado la venta de armas en Estados Unidos durante los últimos tres años. Se estima que cinco millones de estadounidenses se convirtieron en propietarios de armas entre 2020 y 2021.
Los principales motivos para comprar un arma cuando comenzó la pandemia fueron el miedo a la anarquía, la inquietud por los presos que cumplen su condena y salen de la cárcel, un “Gobierno que va demasiado lejos” y el “derrumbe del Gobierno”, según una encuesta a residentes de California.
“Las armas están entre las herramientas que los estadounidenses tienen a su disposición cuando surgen problemas sociales”, dijo Jennifer Carlson, socióloga especializada en la cultura de armas de fuego de EEUU, a The Guardian en una entrevista de principios de 2020, cuando se disparó la venta de armas. Para muchos estadounidenses, según Carlson, las armas son “una herramienta familiar”. “Si se agota el papel higiénico, ¿qué va a ser lo siguiente? Lo [que esas personas consideran] prudente es tener un arma”, dijo.
Según las encuestas, la mayoría de los estadounidenses propietarios de armas siguen siendo hombres y de raza blanca, y muchos viven en el sur del país. Pero tanto las investigaciones como las fuentes del sector armamentístico coinciden en un cambio demográfico. Se estima que las mujeres representan la mitad de los nuevos compradores desde 2019, y los compradores que no son de raza blanca casi representan la mitad, según una gran encuesta. Entre 2019 y 2021, el 5% de los adultos negros de EEUU compró un arma por primera vez.
Sin datos oficiales
Los defensores del derecho a comprar armas han ejercido su poder político para evitar que el Gobierno tenga datos oficiales sobre el número de estadounidenses con armas o sobre la cantidad exacta de armas en manos de civiles. Según algunas estimaciones, hay entre 345 y 393 millones de armas. De acuerdo con los últimos datos de la mayor patronal de empresas de armas de fuego, son más de 420 millones.
Según Matthew Miller, profesor de la Universidad Northeastern y especializado en armas de fuego, aunque el increíble número de armas de fuego de EEUU despierte un gran interés, “lo que importa es cómo se distribuyen estas armas entre las personas y los hogares”, así como las implicaciones que esa distribución tiene en el aumento del riesgo de suicidio, de homicidios o de lesiones accidentales por armas de fuego. Según su estudio de 2021, la adquisición de armas antes y durante la pandemia ha significado que otros cinco millones de niños estadounidenses vivan ahora en un hogar donde hay armas.
La mejor manera de acercarse a una estimación para la venta de armas en Estados Unidos es mediante las comprobaciones a nivel federal de los antecedentes penales de los clientes, un requisito que deben cumplir los comerciantes de armas de fuego autorizados (aunque en muchos estados los particulares pueden venderse armas entre sí sin comprobación de antecedentes).
Según las dos estimaciones más citadas (basadas en las estadísticas de comprobación de antecedentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego), el número de armas vendidas en Estados Unidos desde enero de 2013 llegó a 150 millones.
Es probable que la estimación sea menor que la cifra real. Los estadounidenses pueden comprar varias armas de fuego a la vez con una sola verificación de antecedentes y algunos estados permiten a personas con licencia de armas oculta adquirirlas sin verificación de antecedentes.
El verdadero número de venta de armas en la última década es casi con toda seguridad superior a 150 millones, dice Mark Oliva, de la asociación del sector National Shooting Sports Foundation. Según las estimaciones de su organización, desde enero de 2013 se han vendido al menos 152 millones de armas de fuego.
Al mismo tiempo, el numero de controles de antecedentes en la última década también incluye algún recuento doble porque las mismas armas que revenden entre personas, según Jurgen Brauer, cofundador de la empresa de estadísticas de armas de fuego Small Arms Analytics. Brauer calcula que el número total de armas vendidas durante esta década en EEUU llegará a casi 164 millones a finales de diciembre.
Las muertes por arma de fuego han aumentado en los últimos años, con un marcado incremento del 35% en la tasa nacional de homicidios por arma de fuego en 2020. Pero un estudio que investigó el aumento en la venta de armas durante la pandemia y el incremento de homicidios por arma de fuego por estados no encontró pruebas de correlación clara.
Según los datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, en 2021 hubo casi 21.000 homicidios y más de 26.000 suicidios con armas de fuego en todo el país.
Traducción de Francisco de Zárate