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Boris Johnson es un insulto a Gran Bretaña y su conspiración ha desencadenado este desastre

Una película de Sthephen King con la canción del cómico Benny Hill de fondo: esa es la actual situación política de Reino Unido. Parece un espectáculo de terror, pero al mismo tiempo es ridículo y absurdo. En los dos últimos años, Reino Unido ha sido rehén de la desastrosa confabulación de los conservadores: la campaña por el referéndum de la UE, sus caóticas consecuencias y las apresuradas elecciones generales. Boris Johnson –que nadie sabe qué hemos hecho para merecérnoslo–apoyó con oportunismo el Brexit como una estrategia en su carrera política. A pesar de su demostrada tontería, es lo suficientemente listo como para darse cuenta de que el Brexit propuesto por los tories se dirige al desastre. Johnson se arriesga a ser recordado en los libros de Historia como uno de los principales arquitectos de ese desastre; por eso ahora conspira y maquina ayudando a desestabilizar una administración que ya está tocada políticamente en un país que navega por su mayor crisis tras la Segunda Guerra Mundial.

Como indica Ken Clarke, en condiciones normales Johnson ya estaría despedido. Pero no estamos en condiciones normales: la primera ministra no tiene autoridad y preside una administración zombie unida solo por el pánico ante la posibilidad de un gobierno laborista liderado por Jeremy Corbyn. Algunos especulan que a Johnson le gustaría que le despidiesen para convertirse en mártir, no en desertor, y poder afirmar que el Brexit fue mal por los errores de May y no por sus propios planes.

Los tories del Brexit ya han ideado sus coartadas: el clásico mito de la 'puñalada por la espalda' de los populistas de extrema derecha y nacionalistas, la traición y el sabotaje de opositores –llámalo “enemigos del pueblo”– son los responsables de lo que está ocurriendo. Uno de los principales estrategas del Brexit, Dominic Cummings, se intenta absolver a sí mismo de toda culpa. Cummings sostiene que la activación precipitada del Artículo 50 fue como “meterse una pistola en la boca y disparar” y que el Gobierno va “como corderos al matadero”.

Lo que ha llevado a Reino Unido al caos son las mentiras y conspiraciones de los conservadores. La única vez que tendría que haber vuelto a salir de la boca de un defensor del Brexit la frase de los “400 millones de euros extra a la semana para el sistema nacional de salud” debería haber sido para arrastrarse pidiendo perdón. Teniendo en cuenta el cheque británico y que el dinero aun debería gastarse en proyectos esenciales, ellos sabían que esa cifra era una mentira, una estafa, un engaño, una farsa. De acuerdo con Cummings, probablemente Reino Unido no hubiese votado por el Brexit de no ser por esa afirmación. Y, aun así, Johnson exhibe sin vergüenza esta mentira provocando una bofetada humillante de la Autoridad de Estadísticas de Reino Unido. De hecho, de acuerdo con el Institute for Fiscal Studies, el Brexit ha generado una reducción de las finanzas públicas de unos 340 millones de euros a la semana. Johnson es un insulto a nuestra inteligencia y su continuidad como ministro de Exteriores, un insulto a la nación.

Merece la pena señalar que la acritud tory va a estallar rápidamente. Antes incluso de que las negociaciones por el Brexit empiecen realmente a avanzar. ¿Entonces qué? Los tories saben que están en un agujero, pero son tan ilusos que son adictos a cavar. Saben que los jóvenes les están abandonando, por eso Boris Johnson les acusa de tener “lealtades divididas”. Mientras tanto, el partido tontea con hacer líder de la formación a una caricatura del siglo XVIII que se opone al matrimonio homosexual y al aborto en todos los supuestos, incluidos la violación y el incesto.

La conspiración y confabulación tory nos ha dejado en este desastre. Es obvio que más de lo mismo no va a sacar al país del fango. A medida que crece su pánico, también lo harán las conspiraciones y confabulaciones. Este es un partido que ha lanzado a una de las mayores potencias occidentales al desastre por insistentes intentos equivocados de obtener un beneficio partidista. Cuanto más se deje a este partido pretender gobernar, peor será la situación del país.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti