Los empleados de uno de los países asiáticos con mayor carga laboral están a punto de mejorar sus condiciones de trabajo tras la aprobación de una ley en Corea del Sur para reducir la semana laboral normal del país. Dicha ley se enmarca en el esfuerzo para mejorar la calidad de vida y estimular el empleo.
La Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó con una mayoría abrumadora la ley que reduce el número máximo de horas laborales a la semana de 69 a 52. La ley entrará en vigor en julio y se aplicará a las grandes empresas antes de introducirse en las más pequeñas.
Este recorte fue una promesa electoral del presidente Moon Jae-in, quien también aseguró que aplicaría este año un aumento del 16% en el salario mínimo.
Algunos empresarios han mostrado su oposición a la ley, pero en general ha sido percibida como necesaria para mejorar la calidad de vida, crear más empleo e impulsar la productividad. La ley también tiene por objeto aumentar la tasa de natalidad del país, que el año pasado alcanzó su mínimo histórico.
Durante la expansión económica de los 80 y los 90 en Corea del Sur echó raíces la cultura de la adicción al trabajo y la tasa de natalidad se desplomó. Chung Hyun-back, ministra de Igualdad y Familia, ha calificado la larga jornada laboral del país como “inhumana” y ha señalado también que es un factor del rápido envejecimiento de la sociedad coreana.
Los trabajadores surcoreanos tienen unas de las semanas laborales más largas entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), solo por detrás de México. Ese grupo de países, la mayoría desarrollados, no incluye países como China e India, y los países en desarrollo tienden a trabajar más.
Pero los surcoreanos siguen trabajando unas 400 horas más al año que los trabajadores en Reino Unido y Australia, lo que supone unas 10 semanas laborales más, a pesar de tener ingresos medios relativamente similares.
La nueva semana laboral de Corea del Sur se compondrá de 40 horas laborales normales y otras 12 horas extra. Mantener los mismos niveles de producción podría costar a las empresas 11.000 millones de dólares al año más, según un estudio del Korean Economic Research Institute.
La nueva ley reduce el número de sectores excluidos de 26 a cinco, incluidos el transporte y la sanidad. Los menores de 18 solo podrán trabajar 35 horas a la semana –de las 40 actuales–, lo que equivale a una semana laboral normal en Francia.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti