Xi Jinping inauguró un encuentro histórico del partido Comunista en Beijing con un un discurso de 3 horas y 23 minutos que proclamó una “nueva era” en la política china.
Aunque resultó monótono en general, Xi Jinping se puso emotivo en muchos momentos, y la fiel audiencia respondió con aplausos en las pausas establecidas.
Aquí los aspectos más importantes y qué esperar durante los próximos cinco años liderados por Xi Jinping.
Xi quiere que China sea clave a nivel internacional
El presidente chino destinó varios comentarios a Donald Trump, presentándose como su opuesto al denunciar su aislacionismo y señalando la importancia de cooperar entre naciones.
“Ningún país puede apartarse a su propia isla, compartimos un mismo mundo y nos enfrentamos a un destino en común”, dijo Xi Jinping, dirigiéndose indirectamente a la decisión de Estados Unidos de dejar el acuerdo climático de París.
También trazó un plan a largo plazo para hacer de China una pieza clave en el escenario internacional, prediciendo que en 2050 el país se “se posicionará orgullosa entre las naciones del mundo” y “será una potencia mundial”. Parte del plan incluye formar un ejército de primera categoría.
No le interesan los sistemas democráticos occidentales
Xi Jinping advirtió de que el Partido Comunista se enfrenta a una serie de desafíos, principalmente la corrupción, pero siempre apostando por su sistema, señalando que China nunca copiará los sistemas políticos de otros países. Sus declaraciones son una clara señal de que los líderes chinos no tienen interés alguno en las nociones democráticas occidentales.
En los últimos cinco años, Xi Jinping se ha presentado como un hombre firme y no huye de esta imagen dura que se tiene de él, señalando que el partido penetrará todos los aspectos de la vida en China, desde la legislación hasta la innovación tecnológica.
También desveló su contribución teórica al pensamiento del partido, el “socialismo con aspectos chinos para la nueva era”. Sobre corrupción, prometió nuevas leyes para afrontar el problema, ya que los casos se gestionan hoy en día a través de un proceso interno del partido poco transparente.
Dureza con las regiones que tantean la independencia
Principalmente dirigido a Taiwán, pero también aplicable a Hong Kong, Xi Jinping se creció y recibió el aplauso más largo tras su duro discurso sobre las regiones con deseos de declararse independientes.
“No vamos a tolerar que nadie, haciendo uso de cualquier tipo de medios, separe ni un centímetro de tierra de China en ningún momento”, dijo Xi Jinping. “La sangre es más densa que el agua”.
Tanto en Taiwán como en Hong Kong ha ido en aumento la desconfianza en China, por lo que Xi Jinping anunció campañas de propaganda para “fortalecer el sentimiento patriótico de los que aman nuestro país”. Intentos similares en el pasado han tenido poco éxito a la hora de influenciar a las generaciones más jóvenes.
Xi intenta calmar la inquietud económica
El presidente chino ha intentado disminuir el temor a la subida de precios inmobiliarios, que afectarían especialmente a las clases más populares, además de que los bienes inmuebles son la inversión preferida en un país en el que el sistema financiero se mira con recelo.
“Las casas son para vivir, no para especular” dijo Xi Jinping, acuñando un lema que sin duda se convertirá en una especie de mantra.
También se comprometió a transformar China en un “país de innovadores”, centrado en el ciberespacio, el transporte y el aeroespacio. Xi Jinping prometió aumentar el acceso de compañías extranjeras al mercado e incrementar el papel que juegan los mercados en el sistema financiero y la cotización de divisas, pero está por ver si lo dicho en este discurso se traducirá en políticas concretas.
El partido Comunista quiere una “China hermosa”
Parte del plan de Xi Jinping para hacer de China una gran nación pasa por las cuestiones medioambientales. Se comprometió a construir una “China hermosa” con un entorno limpio, empresas tecnológicas de alto nivel y un gobierno receptivo.
El partido Comunista tiene que “responder a la demanda cada vez mayor por un entorno medioambiental bonito”, dijo Xi Jinping. “La gente de China disfrutará de una felicidad y un bienestar mayor”.
Reconoció que la felicidad es más que las posesiones materiales, que durante mucho tiempo se entendieron como la clave para obtener la lealtad de las masas, y dijo que el partido arreglará los niveles tóxicos del aire, el agua y el suelo que durante años han molestado al país.
Traducido por Marina Leiva