La embestida de Camboya contra las “noticias falsas” hace temer por la libertad de prensa

Kate Lamb

El Gobierno camboyano está extendiendo su lucha contra las 'noticias falsas'. El primer ministro Hun Sen, de tendencia cada vez más autoritaria, ha lanzado esta campaña justo unas semanas antes de someterse a elecciones.

Una nueva directiva diseñada para combatir las noticias falsas en páginas web y redes sociales podrá condenar a los infractores a dos años de prisión y multas de 850 euros, según un informe del Khmer Times.

Ahora, los sitios web deben además registrarse en el Ministerio de Información. Pos Sovann, trabajador del ministerio, sostiene que la normativa será efectiva de forma inmediata. “Este jueves comenzaremos a tomar medidas. Hace tiempo que estamos preparando esta normativa y les hemos dado mucho tiempo a los ministerios involucrados para que la revisen, señala.

Una directiva interministerial que se aprobó en mayo anunciaba que se bloquearían medios de comunicación que fueran considerados una amenaza para la seguridad nacional. En ese momento, tres ministerios designaron unidades especializadas para supervisar publicaciones en las redes sociales.

Ante las críticas de que estas nuevas normativas son otro intento por restringir la libertad de expresión de cara a las elecciones generales del 29 de julio, Sovann sostiene que Camboya se está uniendo a la batalla mundial contra las noticias falsas. “Las noticias falsas no benefician a una democracia real. Queremos que nuestro pueblo tenga noticias honestas, afirma.

Una declaración conjunta de 117 organizaciones civiles de Camboya publicada en junio por la Alianza de Prensa del Sudeste Asiático expresó su preocupación por el incremento de la vigilancia estatal, señalando que la nueva normativa le dará “a las autoridades el poder de silenciar a personas con sólo apretar un botón.

La medida llega en un momento en que la prensa independiente de Camboya está cada vez más presionada. La reciente venta del Phnom Penh Post, un periódico que se publicaba en inglés y que estaba considerado uno de últimos medios independientes del país, ha sido percibida como un duro golpe a la libertad de expresión. El periódico lo ha comprado un inversor malayo que es director ejecutivo de una empresa de relaciones públicas que ha trabajado para el primer ministro Hun Sen.

A la venta del Post le ha seguido el cierre del Cambodia Daily, el pasado septiembre, después de que el periódico fuera condenado a pagar una polémica multa tributaria de 6,3 millones de dólares La última edición llevaba el titular: “Descenso a la dictadura absoluta.

Con las elecciones de este mes, Hun está decidido a extender sus 33 años en el podertras haber disuelto el partido de la oposición y encarcelado a sus principales críticos.

Otros países del Sudeste Asiático, incluyendo Singapur y Filipinas, tienen polémicas leyes contra las noticias falsas.

Según su ley de seguridad informática, la difusión de información falsa en Tailandia tiene una pena de siete años de prisión, mientras que en abril Malasia aprobó una ley que condena las noticias falsas con hasta seis años de cárcel y una multa de más de 123.000 dólares.

Traducido por Lucía Balducci