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Las enfermeras ya no quieren venir a Reino Unido: el Brexit envenena el sistema sanitario

¿Cómo afectará el Brexit en el Servicio Nacional de Salud (NHS)? Ya lo ha hecho. A los enfermeros y enfermeras de la UE les interesa mucho menos venir a trabajar aquí. Según recoge the Times, en los últimos cuatro meses del año 2015, una media de 797 enfermeras y enfermeros firmaron contratos cada mes para trabajar en Reino Unido. Durante el mismo periodo del año pasado, ese número descendió hasta los 194 especialistas. Actualmente ya existen grandes carencias en este sector, solo en Inglaterra hay 24.000 vacantes.

Se puede ver esta escasez en un hospital en cualquier momento. Hay déficit de camas, médicos y enfermeras. A menudo simplemente no hay suficientes, están contra las cuerdas. Algunas urgencias, que antes solían tener unos 20 enfermeros y enfermeras, ahora solo cuentan con la mitad, y los equipos se encuentran al límite de sus fuerzas. Las cinco Cs que se enseñan a estos especialistas durante su entrenamiento –compromiso, conciencia, competencia, compasión y confianza– no se pueden poner en práctica en las circunstancias en las que muchos están trabajando.

Desde hace mucho tiempo que se viene advirtiendo sobre esta escasez pero una completa falta de planificación a largo plazo, combinada ahora con el Brexit, está haciendo que todo esto sea sumamente conflictivo. Tenemos una población que envejece, que tiene unas necesidades complejas. Uno de cada tres enfermeros y enfermeras se jubilarán en la próxima década. La introducción de créditos en lugar de becas para la formación se traduce en una reducción del 23% de las solicitudes de enfermería y asistencia en el parto.

Cualquiera podría haber previsto que retirar las becas terminaría dando este resultado. Nadie entra en enfermería por dinero así que, ¿por qué George Osborne lo pone todavía más difícil? ¿Por qué justo cuando necesitamos más enfermeros no reinvertimos en formación?

Esta falta había sido maquillada por el 7% de trabajadores de enfermería procedentes de la UE. Si no somos capaces de formar enfermeros así es como se tiene que suplir. Es en este punto en el que la retórica del Brexit se cae a pedazos. Mientras que Theresa May habla con dureza, rechazando garantizar que los ciudadanos de la UE puedan permanecer aquí, estos enfermeros y enfermeras no se sienten queridos ni bienvenidos y, como no puede ser de otra manera, se irán a otro sitio.

Tal y como dijo Janet Davies, directora y secretaria general del Royal College of Nursing: “El gobierno está desactivando el suministro de enfermeros y enfermeras cualificadas de todo el mundo justo en el momento en el que el servicio de salud está viviendo su peor crisis de personal”.

Cuando estamos en el hospital es el momento en el que más dependientes somos. Puede que haya personas que se quejen de la inmigración, pero la mayoría de la gente ha sido cuidada por alguien que ha venido a nuestro país a trabajar. Nuestro Servicio Nacional de Salud no podría funcionar de otra manera. ¿Es posible que May empeore todavía más la falta de enfermeros y enfermeras haciendo que Reino Unido sea hostil y poco acogedor para los trabajadores procedentes de la UE, haciendo que se vayan a otro lugar? Bien, pues eso ya está pasando. La gente no aceptará trabajos en los tiempos de incertidumbre que corren.

Aun así, seguimos sin entrenar a suficientes enfermeras y hacemos que les sea más complicado económicamente. ¿Dónde está la reflexión conjunta sobre este problema? El discurso tóxico sobre “extranjeros” que roban nuestros empleos puede que no vaya con el enfermero que te lava después de tu operación, pero es el que da resultado. Podemos elegir entre hacer que la gente se sienta o no bienvenida, pero resulta que nosotros les necesitamos más de lo que ellos nos necesitan a nosotros.

Traducido por Cristina Armunia Berges