Las tácticas usadas por la misión naval de la Unión Europea para impedir el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo han provocado un aumento de las muertes de refugiados y migrantes en el mar, según una investigación realizada por la Cámara de los Lores.
El informe de los lores afirma que una consecuencia no prevista en la Operación Sofía, destinada a destruir los barcos de los traficantes, es que estos se han adaptado y han enviado a refugiados y migrantes en embarcaciones más precarias, lo que ha provocado más muertes.
El número de muertes registradas en la ruta del Mediterráneo central –entre Libia e Italia– creció un 42% hasta más de 4.500 personas ahogadas en 2016, comparadas con 3.175 en 2015. Hasta el momento en 2017 ha habido 2.150 muertes.
El informe del subcomité de Exteriores de la Cámara afirme que la operación naval ha fracasado en su intento de interrumpir el negocio de los traficantes en el Mediterráneo y que su mandato no debería ser renovado. La iniciativa ha tenido un impacto menor en el flujo de migrantes irregulares, que alcanzó su punto más alto en 2016 con 181.436 personas llegando a Europa por esa ruta.
Sin embargo, los lores afirman que se debería continuar con los trabajos de rescate y salvamento, que han permitido salvar la vida a 33.830 personas desde su inicio.
La presidenta del comité, Lady Verma, dice que, tras el comienzo del tráfico de personas en esas cosas, la misión naval era una herramienta equivocada contra un negocio peligroso, inhumano y sin escrúpulos. “Una vez que los botes han partido, ya es demasiado tarde”, dice.
“La Operación Sofía no ha cumplido el objetivo de su mandato, impedir el modelo de negocio de los traficantes de seres humanos. No debería ser renovada. Por otro lado, ha sido un éxito humanitario, y es fundamental que el trabajo de rescate y salvamento de la UE continúe, pero con barcos no militares y más apropiados”, explica. “La actuación futura de la UE y Reino Unido debería centrarse en atacar el tráfico de personas en origen y en los países de tránsito, y en apoyar el desarrollo económico sostenible y el buen gobierno en esos países. Italia se ha encontrado en primera línea de un movimiento masivo de personas en dirección a Europa y merece elogios por su respuesta”.
Los lores recibieron la información de que a día 19 de junio 110 traficantes habían sido detenidos por la misión, la mayoría de los cuales era “de la zona baja de la cadena”. Sólo una de las detenciones fue a un líder de banda de traficantes, una persona de nacionalidad eritrea. Los barcos de la misión han podido destruir 452 embarcaciones utilizadas en operaciones de tráfico.
Eso llevó a un cambio del “modelo de negocio” de los traficantes, que ya no envían barcos grandes con 500 o 600 personas capaces de llegar al centro del Mediterráneo. Ahora usan embarcaciones tipo zodiac que son interceptadas a 12 millas de la costa libia.
Según los lores, este cambio, que significa que el 70% de las embarcaciones que parten de la costa libia son muy rudimentarias, ha convertido el trayecto en cada vez más peligroso para los migrantes y ha causado un aumento de las muertes en el mar.
El informe añade que un Gobierno unificado en Libia es la condición previa para cualquier acción decisiva contra las redes de traficantes, pero que es improbable que mejoren las condiciones políticas y de seguridad en Libia para permitir operaciones de la UE en la costa de ese país.