El afán de Xi Jinping por erradicar la corrupción entre los 88 millones de miembros del Partido Comunista tendrá un tratamiento tipo Netflix. Pekín ha encargado un drama televisivo de 16 millones de euros para promocionar esa campaña del presidente chino.
La emisión de En el nombre del pueblo –una serie de 42 capítulos financiada por la principal agencia de seguridad del Estado– está programada para este año. Según se ha informado, será la primera serie que muestre como villano a uno de los líderes de mayor rango del partido.
El drama, promovido por el Estado, cuenta las aventuras de Hou Liangping, un apuesto investigador del gobierno interpretado por el galán televisivo Lu Yi, en su viaje a una provincia china ficticia llamada Bianxi para investigar un asesinato. Lo acompaña su mujer, una agente encubierta a la que han encargado demostrar con discreción los escándalos de la versión de Frank Underwood en Bianxi, en nombre de la temida agencia anticorrupción china, la Comisión Central de Inspección Disciplinaria.
Para entender las vidas de los cazados por la cruzada de Xi contra la corrupción, los productores de este serie, que cuesta 120 millones de yuanes (16,3 millones de euros), han tenido un acceso poco habitual a una prisión de alta seguridad en el Este de China. El rodaje terminará en junio.
Los productores de la serie en la Fiscalía Popular Suprema, controlada por el partido, ha declinado este martes hablar de este proyecto con un medio de comunicación extranjero, por su carácter “muy sensible”. Sin embargo, en una entrevista con el periódico Beijing Youth Daily, el director, Fan Ziwen, dijo que las autoridades aprobaron la serie porque creyeron que pondría en valor los esfuerzos para erradicar la corrupción, en lugar de mostrar solo lo podrido que se volvió el sistema. Según Fan, Pekín espera mostrar “la firme resolución de nuestro partido para luchar contra la corrupción”.
Cientos de miles de políticos sancionados
La batalla contra la corrupción y las actividades ilícitas de las autoridades es una de las políticas clave del gobierno de Xi Jinping desde que llegó al poder en 2012. “Si permitimos que estos problemas se extiendan como las malas hierbas, las consecuencias serán desastrosas”, advirtió Xi a los altos cargos de su partido tras asumir el cargo. “Como dice el dicho, 'Permanece en una lonja de pescado el tiempo suficiente y te acostumbrarás al mal olor'”.
Durante el mandato de Xi, se ha sancionado a cientos de miles de cargos, incluidos algunos de los líderes más implacables e influyentes del partido como el exjefe de Seguridad Zhou Yongkang, condenado a cadena perpetua el año pasado. Xi ha defendido su campaña anticorrupción como algo crucial para garantizar la supervivencia del partido, pero sus críticos afirman que también se ha usado para hacer limpieza de los rivales políticos del presidente.
En el nombre del pueblo –Renmin de mingyi, en chino– es el último frente en una guerra de propaganda diseñada para convencer a los 1.400 millones de ciudadanos chinos de que se está ganando la batalla contra la corrupción. Su Wei, docente en una escuela del Partido Comunista en el suroeste de China, ha declarado al periódico The Global Times que la serie destaca “la resolución de Pekín para impulsar el avance de las medidas contra la corrupción, al mostrar cómo esta afecta a autoridades nacionales de muy alto nivel”.
China lleva más de dos décadas produciendo dramas anticorrupción muy propagandísticos. El primero –una serie de éxito llamada El cielo por encima– se emitió en 1995, en un intento de apuntalar una campaña contra la corrupción que lideró el entonces presidente, Jiang Zemin, según escribe Bai Ruoyun en su libro sobre el género: La puesta en escena de la corrupción: televisión y política en China. Pero hasta ahora esas series han evitado implicar a los más altos líderes del país en el sórdido mundo de las artimañas y el crimen que ha consumido al Partido Comunista en las últimas décadas.
“Mostrar a un gobernador provincial o a un secretario del partido corrupto se veía como algo inaceptable. Primero, porque solo hay unos 30 líderes provinciales en todo el país y se podría interpretar que las críticas se dirigen a alguien en concreto. Segundo, porque muchos líderes provinciales son miembros del comité central del partido, que era y sigue siendo inmune a hipotéticas críticas de los medios salvo que las autorice la jerarquía”, se puede leer en el libro de Bai, de 2015.
Según se ha informado, En el nombre del pueblo marcará una diferencia al mostrar a alguien próximo a la cima del poder como el malo. Según el Beijing Youth Daily, en la serie aparecerá un misterioso “gran jefe”, un hombre tan poderoso que otros personajes ni siquiera se atreven a pronunciar su nombre.
Es de esperar que también haya un final feliz. Según el periódico, la serie concluye con tres ladrones, altos cargos de Bianxi, en juicio por corrupción, como ha ocurrido con muchos bajo la presidencia de Xi.
Con información adicional de Christy Yao
Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo