Kaur: la historia de la joven india amenazada por combatir el nacionalismo y defender la paz

Vidhi Doshi

Mombai —

La fotografía que ha obligado a la policía a fijar una protección de 24 horas sobre Gurmehar Kaur fue tomada por su mejor amigo con la cámara del teléfono en su residencia universitaria. La imagen muestra a la estudiante sujetando un cartel en el que afirma que no se sentirá intimidada por un grupo de extrema derecha al que acusa de desestabilizar su universidad.

Tan solo unas horas después de subir la fotografía a Facebook, Kaur, una estudiante de Filología Inglesa de 20 años en la Universidad de Delhi, se vio envuelta en el centro de un debate nacional que, desde hace semanas, ha alimentado programas de televisión, crónicas y editoriales y que ha involucrado a políticos, estrellas de cine e incluso al excapitán de la selección India de cricket.

El debate ha puesto en el foco de atención no solo el problema del abuso en la red, sino también el clima político en India, donde las universidades se han convertido en campos de batalla ideológicos. Poderosos grupos de estudiantes de derechas gozan en las universidades de un apoyo masivo.

La historia de Kaur y de la reclusión en su casa tiene su origen en un vídeo en el que apareció el año pasado y que rápidamente se convirtió en viral. En el vídeo, de cuatro minutos, la estudiante relata el dolor que sintió con la muerte de su padre —un capitán del ejército indio que fue disparado en servicio durante la guerra de 1998 de Kargil entre India y Pakistán—.

El vídeo demostró ser provocador e inspitador porque muestra de forma honesta y abierta los sentimientos de Kaur. En la grabación afirma que hasta hace poco había “odiado a todos los musulmanes”, culpándoles de haberse llevado a su padre. En la grabación, Kaur utiliza un cartel para destacar la necesidad de paz. “Pakistán no mató a mi padre, la guerra lo hizo”, afirma.

Una campaña en su contra

La intención no era vincular el vídeo de Youtube y la fotografía de Facebook, pero pronto se entrelazaron. A los minutos de subir la imagen, su móvil empezó a vibrar. Al principio, tan solo 'likes' y comentarios amables de sus defensores, pero pronto se convirtieron en una inundación de mensajes de enfado.

Los nacionalistas estaban enfurecidos, buscando detalles de su vida privada y desenterrando el vídeo del año pasado para atacarla. Una persona afirmó que Kaur se estaba “aprovechando de la muerte de su padre”. Otras pedían el asesinato o la violación de la joven.

En un principio, Kaur no le dio demasiada importancia. Los críticos de Akhil Bhartiya Vidya Parishad (ABVP), la organización estudiantil derechista contra la que la joven se había manifestado, a menudo se tienen que enfrentar a un ejército de trolls, muchos de los cuales tienen en su imagen de perfil la bandera india, iconografía hindú y eslóganes.

Pero pronto otros usuarios empezaron a subir imágenes que parodiaban el vídeo sobre su padre. Fotos de Osama Bin Laden con el eslogan: “No maté a gente, las bombas lo hicieron”; O de Adolf Hitler con el cartel: “No maté a judíos, el gas lo hizo”.

Pronto se unieron los famosos. Un ministro del Gobierno acudió a la televisión y afirmó que “la mente de Kaur ha sido envenenada”. Virender Sehwag, excapitán de la selección india de cricket, publicó una imagen de sí mismo sujetando un cartel que rezaba: “No anoté 600 puntos, mi bate lo hizo”.

El actor de Bollywood Randeep Hooda también se unió al debate, tuiteando que Kaur estaba siendo utilizada como un “peón político”. “Fue descorazonador”, cuenta Kaur. “Es muy triste ver a alguien al que admiras diciendo esas cosas de ti”. Kaur afirma que el mensaje del actor le destrozó. “Muy bonito por tu parte fomentar el odio que he estado recibiendo”, contestó la estudiante. Posteriormente Hooda pidió disculpas: “A posteriori, creo que debería haber sido más cuidadoso”.

“He estado recibiendo una enorme cantidad de odio”, declara a the Guardian desde su hogar a las afueras de Delhi mientras espera que se reduzca la tensión política y mientras continúa bajo protección policial.

El nacionalismo en las universidades

Parte de la intensidad de la reacción contra Kaur se puede atribuir al clima político en las universidades indias. Mientras en Occidente los campus tienden a ser núcleos liberales y progresistas, las organizaciones de estudiantes de derechas en India gozan de un apoyo político masivo.

La ABVP es considerada la rama joven del partido gobernante de Narendra Modi, el partido Bhartiya Janata, y actualmente vive un gran momento gracias a la popularidad del primer ministro. El grupo es la mayor organización estudiantil del mundo —con más de tres millones de miembros— y gana elecciones estudiantiles en todo el país.

El grupo fomenta la ideología nacionalista en los campus universitarios y sus miembros han sido acusados de violencia y acoso. El año pasado, un estudiante dalit o paria (de la casta social más baja) de la Universidad de Hyderbad se suicidó tras una disputa con ABVP, que supuestamente le acusó de “antinacional”. En el pasado, los miembros de la organización han sido acusados de golpear a profesores y personal de la universidad, de impedir proyecciones de películas y de acallar el debate académico. La organización niega las acusaciones.

Para Kaur, el auge del grupo en su universidad es alarmante. La estudiante publicó la polémica foto después de que sus amigos, miembros de una organización estudiantil rival, denunciasen haber sido atacados con piedras y golpeados con barras de acero durante una manifestación para permitir al polémico orador Umar Khalid dar una conferencia sobre su doctorado. Khalid, que en el pasado ha defendido el nacionalismo en Cachemira, es acusado por la ABVP de “antinacional”.

Un pasado lleno de odio

La ironía es que hace unos años, Kaur nunca habría defendido el derecho de Khalid a hablar de forma libre. Para ella, el conflicto entre India y Pakistán por el territorio disputado de Cachemira es un asunto personal.

“Solo tenía dos años cuando murió mi padre”, afirma. “Crecí creyendo que todos los musulmanes y todos los pakistaníes eran responsables de su muerte, por eso les odiaba. Amaba India y odiaba cualquiera cosa que no fuese india”.

Con seis años, y traumatizada por la muerte de su padre, Kaur intentó apuñalar a dos mujeres musulmanas con burka. “Estaba en el mercado con mi madre. En aquel entonces no sabía diferenciar entre musulmanes y pakistaníes. Solo pensaba que eran musulmanas y, por tanto, malas. Cogí un cuchillo que tenía uno de los vendedores y corrí hacia ellas. En mi mente pensaba, 'tengo que matarlas'. Mi madre me sujetó y me miró. Ahí es cuando entendió cuánta toxicidad había en mi mente, cuánto odio”.

“Me costó 18 años superar el odio que sentía de pequeña e hice ese vídeo porque no quiero que otras chicas pasen por lo que yo he pasado”, afirma.

Este año ha decidido enfrentarse a la ABVP porque cree que la seguridad de los estudiantes en el campus está amenazada. “Los espacios universitarios no deberían generar miedo”, explica. “Vamos a la universidad para aprender, discutir, ver obras y quedar en la cafetería”.

La asociación estudiantil niega las acusaciones de Kaur y afirma que no tiene pruebas. “No puede demostrar que miembros de la asociación la estén acosando”, explica el portavoz de ABVP. “No quiero comentar su vídeo, ninguno de nuestros miembros está metido en esto”.

La ola de acusaciones, sin embargo, ha hecho daño a Kaur, que una semana después de publicar la foto envió un tuit a sus decenas de miles de seguidores: “Me retiro de esta campaña. Enhorabuena a todos. Pido que me dejen en paz. He dicho lo que tenía que decir y he pasado por mucho. Ya no lo puedo soportar”.

Sin embargo, Kaur cree que su campaña ha tenido efecto. “No sé como he acabado aquí, pero supongo que si me da más voz para difundir mi mensaje, entonces está bien, lo asumiré”.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti