El momento en el que Erdogan hace esperar a Putin antes de las conversaciones en Teherán
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, permaneció incómodo este martes en una sala frente a una multitud de periodistas mientras esperaba reunirse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.
Las imágenes grabadas antes de la reunión muestran a Putin inquieto, cambiando su postura y poniendo una serie de caras incómodas ante las cámaras durante casi un minuto antes de que finalmente fuera saludado por Erdogan.
Es un terreno inexplorado para el presidente ruso, que se ha ganado la reputación de hacer esperar a los líderes mundiales, a propósito, a veces hasta horas después del inicio programado de las conversaciones. Hay quienes especulan con que puede haber sido una venganza por una reunión de 2020 en Moscú en la que Erdogan esperó tanto tiempo para entrar en la sala de reuniones que terminó tomando asiento.
Los reporteros captaron este martes el momento en que Putin entra en la sala esperando que Erdogan siguiera rápidamente su ejemplo. En cambió, se queda de pie entre el sonido de las cámaras. Con las manos entrelazadas hacia delante, se ve cómo el habitualmente estoico líder ruso mueve los pies y hace gestos con la boca durante los 50 segundos de espera. Finalmente, Putin deja caer sus manos a los lados en un atisbo de exasperación mientras Erdogan sale despreocupadamente y ambos se dan la mano.
“Esos 50 segundos en los que Erdogan hizo esperar a Putin, con cara de agotamiento ante las cámaras, dicen mucho de lo mucho que ha cambiado después de Ucrania”, dijo Joyce Karam, corresponsal de la organización de medios de comunicación de Oriente Medio National News, en un tuit.
Karam calificó el episodio de “dulce venganza” para Erdogan después de que Putin dejara esperando al líder turco durante unos dos minutos antes de un encuentro en 2020. Los medios de comunicación turcos informaron en su momento de que Erdogan y su comitiva fueron humillados después de que se les obligara a esperar fuera en una antesala, en unas imágenes compartidas ampliamente por los medios de comunicación rusos.
Erdogan ha liderado los esfuerzos para negociar un acuerdo que permita la salida de los puertos ucranianos de miles de toneladas de grano bloqueadas por Rusia. Turquía, miembro de la OTAN, tiene una responsabilidad especial en virtud de la convención de Montreux de 1936 sobre el tráfico naval que entra en el mar Negro. Propone que Rusia permita a los buques cerealistas ucranianos salir de Odesa por rutas designadas, a condición de que se compruebe que las naves no llevan armas.
Aunque Putin ha elogiado al líder turco por su mediación en las conversaciones y ha dicho que se habían hecho algunos progresos, se ha mostrado menos admirado por las ambiciones de Erdogan de construir una “zona de seguridad” en la frontera turco-siria. Erdogan afirma que esta zona protegería a Turquía de los ataques de los kurdos sirios y sostiene que “no es posible esperar que Turquía se quede de brazos cruzados y al margen de este problema”.
Putin, famoso por su tardanza
Hay quienes piensan que la tardanza de Putin a la hora de reunirse con líderes internacionales es una política psicológica bien calculada que se remonta a los primeros días de su presidencia. Putin llegó 14 minutos tarde a la cita con la reina Isabel II en 2003, y un año antes hizo esperar a los padres de los niños muertos en un accidente aéreo en un cementerio durante dos horas.
El líder ruso se presentó con una hora de retraso a su reunión con el Papa Francisco en el Vaticano en junio de 2015. En 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo que esperar durante 45 minutos antes de una cumbre programada en Helsinki con el presidente ruso.
Según Radio Free Europe, Angela Merkel estuvo esperando cuatro horas y 15 minutos para una reunión con Putin en 2014, mientras que Viktor Yanukovich, cuando era presidente ucraniano, esperó una vez cuatro horas antes de sentarse con el líder ruso.
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