Acusan al Gobierno chino de la desaparición de la viuda del Nobel Liu Xiaobo

Tom Phillips

Pekín —

La autoridades chinas son culpables de la kafkiana desaparición forzada de Liu Xia, la esposa del difunto Nobel de la Paz Liu Xiaobo, asegura el abogado del matrimonio. Jared Genser, un abogado pro derechos humanos afincado en Washington que les ha representado desde el año 2010, ha hecho esta declaración en una denuncia formal presentada ante la ONU este miércoles.

Apenas tres semanas después de que el disidente se convirtiera en el primer ganador del Nobel de la Paz en morir bajo custodia desde el pacifista alemán Carl von Ossietzky –que murió en 1938 después de pasar años en campos de concentración nazi–, el paradero de su viuda es un misterio.

Sus amigos dicen que la poeta de 56 años, en un principio, fue forzada a viajar al suroeste de China junto a agentes de seguridad. Ahora, quizá haya vuelto a la capital, donde ha vivido bajo arresto domiciliario virtual desde que su marido ganó el galardón en diciembre de 2010.

Periodistas extranjeros que han intentado visitar el piso de la pareja en Pekín se han enfrentado a hostigamiento violencia física mientras que las autoridades chinas se han negado a contestar a preguntas sobre el asunto.

Gender asegura que la continua persecución de Pekín a su cliente llevó a la represión del Partido Comunista a un “increíble e inquietante nivel de bajeza” y provocó una desaparición forzada.

En su petición al grupo de trabajo de la ONU especializado en desapariciones forzadas o involuntarias solicita una “intervención urgente”. “Según la legislación internacional, una desaparición forzada implica la privación de la libertad en contra del deseo de una persona, la participación de autoridades gubernamentales y la negativa a reconocer dicha privación de la libertad o el ocultamiento del destino o del paradero de la persona desaparecida”.

Genser le dijo tajante a the Guardian: “Para mí está totalmente claro que lo que le ha pasado a Liu Xia concuerda perfectamente e inequívocamente con esta definición”.

La última vez que se vio a Liu Xia fue el 15 de julio, cuando las autoridades publicaron fotografías en las que ella aparecía asistiendo al polémico entierro en el mar de su marido, lugar que según sus seguidores fue elegido para que no hubiera un sitio físico al que poder ir para recordar a este icono de la democracia y a sus ideas.

“No ha habido información de dónde está, de quién la ha detenido o de cuándo podrá reaparecer. Pero para mí está muy claro... la tiene el Gobierno chino”, asegura Genser. “Ella sigue sufriendo muchísimo... Realmente creo que ni siquiera Kafka hubiera sido capar de imaginar una situación tan terrible como la suya”.

Genser espera que, después de que hayan recibido su queja, la ONU pida a Pekín que responda sobre la denuncia de que las fuerzas de seguridad chinas están detrás de la desaparición de Liu Xia. Espera que este movimiento fuerce a Pekín a hacer “reaparecer” a Liu Xia, que nunca ha sido acusada de ningún crimen, y que se le permita salir de China. EEUU, Alemania y Reino Unido están entre los gobiernos que han pedido su liberación.

Genser también expresó su apoyo a una iniciativa del congreso para cambiar el nombre a la calle en la que descansa la embajada de China en EEUU, para homenajear a este icono de la democracia. Según el Washington Post, los líderes chinos están furiosos con esta campaña y han estado presionando a la Administración Trump para que vete la propuesta. El líder de la diplomacia china, Yang Jiechi, hace poco advirtió al secretario de estado estadounidense, Rex Tillerson, de que cambiar el nombre de International Place a Liu Xiaboo Plaza “afectaría seriamente a la cooperación china en los asuntos importantes”.

El abogado del matrimonio pidió también acciones similares en otras capitales europeas. La Rue de Washington en París podría convertirse en la Rue de Liu Xiaobo y la Portland Place de Londres podría ser renombrada como la Liu Xiaobo. “Al gobierno chino le encantaría que toda la memoria sobre Xiaobo fuese eliminada del imaginario mundial. La idea de que cada carta que llegase a las embajadas chinas de estas capitales llevasen el nombre de Xiaobo sería una auténtica condena para el gobierno chino”.

Genser también dijo que él estaba centrado completamente en conseguir la liberación de Liu Xia, la campaña era una manera efectiva de presionar a Pekín. “Para mí esto es un medio para conseguir un fin. Lo más importante para mí no es que la calle cambie de nombre”. “Pero si el gobierno no cede... están dejando a los defensores sin opciones para hacerlo de otra forma”.

El ministro de Exteriores chino, la única figura del gobierno que suele interactuar con los periodistas, ha ignorado repetidas veces toda cuestión sobre Liu Xia y Liu Xiaobo, que cumplía una condena de 11 años en la cárcel por subversión cuando se le diagnosticó cáncer de hígado en una etapa avanzada el pasado mes de mayo.

Las preguntas sobre la situación de la poeta han sido eliminadas de las transcripciones oficiales de sus ruedas de prensa. “No sé nada de esa información y no es un asunto diplomático”, contestó el portavoz del Ministerio de Exteriores Lu Kang a un reportero de Sky News que le preguntó sobre el paradero de Liu Xia la semana pasada. Y zanjó el tema: “Siguiente pregunta”.

Traducido por Cristina Armunia Berges