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- Abren sus puertas los colegios electorales del Reino Unido.
Tras cinco semanas de campaña electoral en el Reino Unido, las encuestas dan ventaja a los 'tories' sobre los laboristas, pero ningún experto se atreve a predecir el resultado. A encuestadores y analistas todavía les duele la sorpresa de la aprobación del Brexit en 2016 y la de las elecciones generales en 2017 en las que Theresa May salió debilitada.
Según los expertos, Boris Johnson no puede darse aún por claro vencedor: el Partido Laborista podría dar la sorpresa si aumenta la participación de sus votantes el día de las elecciones.
Estamos ante tres posibles resultados: una mayoría conservadora, un parlamento sin mayorías, o una mayoría laborista. ¿Qué repercusiones tendrá cada uno de estos resultados sobre los líderes de los partidos, el Brexit, la economía, el gasto público o incluso para la unión del Reino Unido?
Los líderes de los partidos
El futuro previsible es que Johnson no tenga problemas para mantenerse en el número 10 de Downing Street, al menos hasta que estalle otra crisis por el Brexit, algo que podría producirse a finales del próximo año.
Jeremy Corbyn se marcharía casi con toda seguridad después de su segunda derrota frente a los tories en unas generales. La pregunta es cuándo. ¿Se quedará una breve temporada para permitir el “período de reflexión” que sugiere el secretario general de Unite [el segundo mayor sindicato del país], Len McCluskey? En algún momento antes del otoño se producirá una batalla de sucesión dentro del laborismo entre los candidatos corbinistas de la izquierda, los de la izquierda suave y los moderados.
Jo Swinson, la líder de los Lib Dems (Liberal Demócratas) también puede estar en problemas si no gana más escaños o si pierde alguno, aunque la mayoría de los afiliados piensa que se aferrará a su cargo siempre y cuando mantenga su propio escaño y evite un descalabro total.
El Brexit
Johnson conseguiría que el Parlamento le apruebe el acuerdo y el Reino Unido saldría de la UE el 31 de enero. No quiere decir que el cuento del Brexit termine ahí. El Reino Unido entraría entonces en un período de transición para firmar un acuerdo comercial con la UE y evitar el Brexit sin acuerdo a finales de 2020.
Johnson puede solicitar que la UE le prorrogue ese período mientras lo haga antes de finales de junio de 2020. Ya dijo que no lo solicitará bajo ninguna circunstancia pero los acuerdos comerciales suelen necesitar años y no meses para su negociación y ratificación. Otra crisis por el tema del Brexit podría darse muy pronto en un gobierno de Johnson, con el conocido debate sobre la necesidad de pedir o no una nueva prórroga y los riesgos de un Brexit sin acuerdo.
La economía, los impuestos y el gasto público
El fin de la austeridad es uno de los mensajes clave de la campaña conservadora. Los 'tories' de Johnson abrirán la billetera, con un aumento del gasto de 13.800 millones de libras (unos 16.000 millones de euros) prometido en 2021 para todos los ministerios por el responsable de Economía y Finanzas, Sajid Javid, y más dinero para los colegios, la policía y el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).
Johnson se ha comprometido a recortar la cuota de la Seguridad Social, los impuestos sobre propiedades no domésticas, los impuestos sobre la construcción y los impuestos sobre investigación y desarrollo. Pospusieron un recorte del 2% en el impuesto sobre sociedades para poder financiar el gasto adicional en el NHS, pero aún así, y según el Instituto de Estudios Fiscales, los números de los planes conservadores no cuadran.
El futuro de la Reino Unido
El Brexit ha reavivado el debate sobre la independencia de Escocia. Si los conservadores logran una mayoría para formar gobierno y el partido escocés anti-Brexit SNP consigue un buen resultado crecerá la presión para un segundo referéndum en Escocia. Su primera ministra, Nicola Sturgeon, dice que la oposición de su nación al Brexit ha reforzado los argumentos en favor de la independencia y que debe haber otro referéndum en 2020 o 2021.
El acuerdo del Brexit de Johnson, que establece una frontera entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, también ha llevado a los nacionalistas irlandeses a pedir un referéndum sobre la unificación del norte y el sur de la isla.
Los líderes de los partidos
Si los conservadores no consiguen mayoría, Johnson cae pero no tiene por qué ser expulsado automáticamente. Si no renuncia, su cargo de primer ministro en funciones le otorga el derecho de ser el primero en buscar un gobierno en minoría, aunque haya otros partidos con más escaños.
Pero va a ser difícil encontrar socios que apoyen a Johnson. El norirlandés DUP (Partido Unionista Democrático) detesta su acuerdo del Brexit y los Lib Dems han declarado su intención de mantenerse lejos de los tories: quieren dar marcha atrás con el Brexit y todavía están recuperándose de la coalición que firmaron con el partido conservador entre 2010 y 2015.
Si los 'tories' no logran formar gobierno y el Partido Laborista sí, Johnson se va a ver en problemas. Los laboristas podrían asociarse con el SNP y acordar un segundo referéndum por la independencia de Escocia dentro de dos o más años. Por otro lado, los Lib Dems ya dijeron que no apoyarán un gobierno laborista dirigido por Corbyn, así que el líder laborista podría recibir presiones para dejar su cargo.
El Brexit
Lo más probable es que un parlamento sin mayorías interrumpa el plan de Johnson de abandonar la UE el 31 de enero y abra un camino para la permanencia del Reino Unido en la Unión. Sin mayoría y con la oposición del DUP, es difícil imaginar al parlamento ratificando su acuerdo del Brexit. Su única esperanza podría ser un segundo referéndum para su plan, con la permanencia en la UE como opción alternativa.
Si se forma un gobierno de minoría laborista, los laboristas, los Lib Dems y el SNP estarán a favor de un segundo referéndum para salir del atolladero actual, aunque los detalles sobre la pregunta a formular será objeto de una difícil negociación.
La economía, los impuestos y el gasto público
El dinero estará en el centro de la mesa durante las negociaciones de los partidos que acuerden un gobierno en minoría y es poco probable que los planes de gasto anunciados en campaña por conservadores y laboristas sobrevivan a una coalición. Tras las elecciones de 2017, el DUP hizo una dura negociación a cambio del apoyo a Theresa May sin entrar en el gobierno: obtuvo 1.000 millones de libras adicionales (unos 1.160 millones de euros) para Irlanda del Norte. Si los Lib Dems o el SNP apoyan un gobierno laborista, los dos van a exigir dinero.
El futuro de Reino Unido
Un parlamento sin mayorías puede hacer avanzar o retroceder la independencia de Escocia. La causa perderá fuelle si el estancamiento en el parlamento deriva en un segundo referéndum del Brexit y gana la opción de permanecer dentro de la UE. Pero si el SNP es determinante para un gobierno de minoría laborista, exigirá a cambio otro referéndum por la independencia escocesa. Jeremy Corbyn dijo que no apoyará ese referéndum durante al menos dos años, lo que deja abierta la puerta de convocarlo más adelante.
Los líderes del partido
A menos que Corbyn decida pasar antes el mando, una victoria rotunda del Partido Laborista lo coloca en Downing Street como mínimo hasta las próximas elecciones generales en cinco años. En este escenario, casi no hay dudas de que Johnson deja el liderazgo 'tory' tras solo cinco meses como primer ministro y se desata una gran batalla por el futuro del partido conservador. Lo que pase con Swinson dependerá de sus resultados, pero a los Lib Dems les costará digerir haber contribuido al gobierno de Corbyn si tienen un mal desempeño electoral.
El Brexit
Los laboristas intentarán renegociar con Bruselas su acuerdo del Brexit y ratificarlo en un nuevo referéndum que contemple la opción de seguir dentro de la Unión Europea. Corbyn ha dicho que no hará campaña por ninguna de las opciones pero es probable que los miembros de su equipo de gobierno tengan libertad para respaldar el resultado que prefieran. Los expertos creen que el Partido Laborista tendrá dificultades para meter dentro del plazo de seis meses la negociación de un nuevo acuerdo y el referéndum pero si llegan el poder no les va a preocupar demasiado estirar esos tiempos. La promesa laborista es que el resultado de un segundo referéndum será jurídicamente vinculante. Es decir, que el Parlamento estará obligado a implementarlo.
La economía, los impuestos y el gasto público
El Partido Laborista ha prometido “reescribir las reglas de la economía” con grandes inversiones en servicios públicos. Para pagarlas proponen subir los impuestos a los más ricos: la tasa del IRPF para las personas con ingresos superiores a 125.000 libras (unos 145.000 euros) será de 50% y el umbral para pagar el 45% pasa de 150.000 a 80.000 libras (unos 93.000 euros).
Los laboristas también estatizarán el agua, las eléctricas, el servicio de correos y los trenes. Seǵun el Instituto de Estudios Fiscales, es “muy probable” que el Partido Laborista aumente los impuestos por encima de lo anunciado para financiar su propuesta de subir el gasto público en 80.000 millones de libras esterlinas (unos 93.000 millones de euros).
El futuro de Reino Unido
Si los votantes siguen eligiendo el Brexit en un segundo referéndum convocado por el gobierno laborista, se mantendrán las presiones para celebrar otro pleibiscito por la independencia de Escocia. Pero si el deseo de la mayoría es permanecer en la UE, esas presiones podrían disminuir en un primer momento.
Las tensiones inducidas por el Brexit en la isla de Irlanda, con el renovado clamor de los nacionalistas por la unificación del norte y el sur, también deberían reducirse si el Partido Laborista llega a un acuerdo del Brexit que no incluya una aduana entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, o si el resultado del segundo referéndum es permanecer en la Unión Europea.
Traducido por Francisco de Zárate.
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