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Un artículo en Facebook 'poco patriótico' me ha obligado a huir de Rusia

Arkadi Babchenko

Periodista y disidente ruso —

Puedo contar de primera mano cómo es el acoso político en la Rusia de Putin. Como muchos otros disidentes, estoy acostumbrado a los abusos, pero una reciente campaña contra mí fue tan personal y aterradora que me vi obligado a huir. Hace dos meses, un avión ruso que transportaba al famosísimo coro militar ruso conocido como 'Alexandrov Esemble' se estrelló en el Mar Negro de camino a Siria. Estaban viajando para actuar ante los pilotos rusos que participaban en la campaña aérea sobre Alepo.

Escribí un post sobre esto en Facebook. No estaba pidiendo nada ni insultando a nadie. Solo recordé a mis lectores que Rusia estaba bombardeando Alepo indiscriminadamente, sin reconocer que decenas de niños habían muerto durante estos ataques, y que las fotografías que lo demostraban estaban circulando por todo el mundo. También dije que Rusia era un país agresor.

En 2014, Rusia se anexionó Crimea y ocupó partes del este de Ucrania, comenzando una guerra que ha dejado por el momento 10.000 muertos. Antes de eso, Rusia ocupó parte de Georgia con sus tanques y sus bombas. Después de todas estas guerras y muerte, solo pude sentir una cosa al oír que los miembros del coro ruso habían muerto: indiferencia. Para algunos, expresar esto en Facebook no es lo suficientemente patriótico. Y así empezó todo.

El primero en denunciarlo fue Vitali Milonov, diputado de la Duma famoso por su homofobia y oscurantismo. Milonov pidió a las autoridades que me privasen a mí y a Bozhena Rynska (otra periodista rusa que también escribió un artículo no lo bastante patriótico) de la ciudadanía rusa, que nos deportasen y confiscasen nuestros bienes.

Tras esto, el senador Frants Klimtsevich también habló para pedir que se nos tratase “de acuerdo a la ley” y para asegurarnos de que habría una “reacción”. Y la campaña contra nosotros se hizo enorme de la noche a la mañana.

Todos los elementos de la maquinaria propagandística estaban preparados. El Canal Uno, la señal televisiva estatal más poderosa, pidió a sus espectadores que creasen una petición para apoyar la retirada de nuestra ciudadanía y para que nos deportasen. En 24 horas, la petición fue firmada por más de 130.000 personas.

Después, el canal sensacionalista LifeNews colaboró con los tribunales para multarme por no pagar el billete de autobús (soy veterano de guerra y disfruto de transporte gratuito por ello). Las multas son una táctica común en Rusia, a menudo se imponen para evitar que alguien pueda salir del país porque tiene deudas que pagar.

Después empezó un 'juego de lucha' online en el que se pidió a los jugadores “que traten con los enemigos de la patria utilizando sus propios puños y botas”. Esos enemigos serán “golpeados hasta que caigan”. Yo soy uno de ellos.

La Oficina del Fiscal General está investigando el post en Facebook de Rynska y es posible que se tenga que enfrentar a cinco años de cárcel. Mientras tanto, hay matones proPutin esperando fuera de su casa, intentando entrar de vez en cuando.

La dirección de mi casa también se ha publicado en Internet, junto con una invitación “para visitarla”. He recibido miles de amenazas dirigidas tanto a mí como a mi familia, que llegan a mi email, mi Facebook y mi teléfono móvil.

Desde hace tiempo se vienen produciendo ataques y palizas contra disidentes rusos. Ha habido centenares de esos incidentes. Por norma general utilizan bates de béisbol, palancas o botellas. En septiembre, el periodista de investigación Grigory Pasko sufrió una conmoción cerebral después de un ataque obra de asaltantes desconocidos en Barnaul. El día anterior había sido acusado por un periódico local de ser un agente extranjero.

Tirar heces o tinta sobre los disidentes es otra forma común de intimidación. A Yuliya Latynina, una periodista, la cubrieron de heces recientemente y a muchos de mis amigos activistas les han llenado de tinta en varias ocasiones por llevar en la callepancartas contrarias a la guerra.

Para empeorar un poco más las cosas, el canal progubernamental ultranacionalista Tsagrad, publicó hace poco una lista de los “100 mayores rusófobos”. Yo estoy en el puesto número 10 y peleé en dos ocasiones por este país. Un país en el que ya no me siento seguro.

Arkadi Babchenko es periodista y autor de 'La guerra más cruel', sobre Chechenia. Este artículo apareció por primera vez en ruso en su página de Facebook y fue traducido por Thomas Rowley en Open Democracy.La guerra más cruel',Open Democracy