Miles de manifestantes marcharon el domingo en Moscú y en otras ciudades rusas para recordar a Boris Nemtsov, el líder de la oposición que hace dos años fue asesinado a tiros cerca del Kremlin.
Cinco hombres, entre ellos el oficial de seguridad que informó al líder de la república rusa de Chechenia, están siendo juzgados por asesinar al político, un crítico declarado de Vladimir Putin. Sin embargo, muchos temen que la persona que ordeno el asesinato jamás será juzgada.
La policía aseguró que unas 5.000 personas habían participado en la manifestación en la capital, pero los detectores de metal por los que tenían que atravesar los participantes registraron unas 15.200 personas. Entre ellas había destacados líderes de la oposición, como el ex primer ministro Mikhail Kasyanov, que fue agredido antes de que comenzara la marcha.
“Hay dos razones para esta movilización. La primera, recordar a nuestro camarada –y mi amigo– Boris Nemtsov, que fue cruelmente asesinado a pasos del Kremlin. La segunda, reivindicar los principios que defendimos con Boris para que Rusia Sería un verdadero estado democrático”, aseguró Kasyanov a the Guardian en la cabecera de la columna.
Momentos después, un hombre arrojó tinta verde en la cara de Kasyanov, una táctica popularmente utilizada para degradar a los activistas de la oposición. La policía detuvo rápidamente al agresor y lo alejó del lugar. No era la primera vez para Kasyanov. El año pasado le tiraron un pastel en la cara y le lanzaron huevos después de que el líder checheno, Ramzan Kadyrov, publicara un vídeo mostrando al ex primer ministro en la mira de una pistola.
Un organizador de la protesta fue detenido por la policía después de una discusión verbal entre él y miembros del Movimiento Nacional por la Libertad Pro-Kremlin, según informó OVD Info, que monitorea la detención de activistas. Loa manifestantes aseguraron también que los agentes del orden confiscaron carteles que se referían a Putin por su nombre.
“Esta es una marcha conmemorativa, no una marcha fúnebre”, aseguró la activista Ilya Yashin. “No nos reunimos aquí para llorar, sino para hacer demandas, para exigir que los asesinos de Nemtsov sean llevados ante la justicia: los que apretaron el gatillo, los que organizaron el ataque y los que lo ordenaron”.
Otras ciudades también celebraron marchas para recordar a Nemtsov, pero menos concurridas. Hubo unas 2.000 personas marchando en San Petersburgo.
Ildar Dadin, liberado
Estas protestas coincidieron con la liberación de la prisión del activista de la oposición Ildar Dadin después de pasar más de un año detenido y tras haber hecho acusaciones de tortura. Fue el primero y hasta ahora único condenado bajo una reciente ley que criminaliza participar repetidamente en protestas. Dadin fue liberado tras de varios días de retrasos, que para el ex integrante del Kremlin Gleb Pavlovsky tenían la intención de impedirle asistir a la marcha del domingo en Moscú.
Algunos llevaron rosas al lugar donde Nemtsov fue fusilado, en un puente junto al Kremlin. Un pequeño grupo de nacionalistas con banderas negras, amarillas y blancas rusas también se unió a la marcha.
“Estoy profundamente convencido de que quienes organizaron y ordenaron el asesinato de Nemtsov forman parte del poder político y gubernamental de Chechenia”, afirmó el ex diputado Gennady Gudkov. “Hoy las autoridades federales les están cubriendo. No están adjudicando a nadie a la responsabilidad del crimen y están frenando la investigación”.
Otro colega de Nemtsov, el activista Vladimir Kara-Murza, dejó Rusia la semana pasada para recibir un tratamiento médico después de sobrevivir a un intento de envenenamiento. En un post de Facebook, llamó a la gente a participar en la marcha el domingo.
A primera hora del lunes, los trabajadores municipales habían quitado todas las flores e imágenes que los activistas colocaron en un monumento improvisado a Nemtsov en el lugar donde fue asesinado. Más tarde, los partidarios de Nemtsov volvieron al puente a llevar más flores.