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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Trump coloca a un ultraderechista en el primer círculo de poder de la Casa Blanca

Nadia Khomami

Donald Trump ha nombrado jefe de gabinete de la Casa Blanca a Reince Priebus y director de estrategia y asesor principal a Stephen Bannon. “Son líderes altamente cualificados que han trabajado bien juntos durante nuestra campaña y que nos han llevado a una victoria histórica”, ha señalado Trump.

El nuevo presidente electo ha afirmado que Priebus y Bannon, ninguno de los cuales ha ocupado nunca un cargo electo, trabajarán como “socios al mismo nivel para transformar el gobierno federal”.

Stephen Bannon

Bannon, de 62 años, sustituyó al antiguo lobista Paul Manafort como director de campaña de Trump cuando este dimitió tras las informaciones sobre sus vínculos pasados con políticos ucranianos afines a Rusia.

Bannon ha sido director ejecutivo del portal de noticias de extrema derecha Breitbart News durante la mayor parte de la década pasada. Breitbart es el portal conservador de noticias y opinión más leído en Estados Unidos, pero se le acusa de racismo, antisemitismo, sexismo y de difundir teorías conspirativas para promover sus intereses.

Breitbart, entre otras cosas, ha acusado a Obama de “importar más musulmanes llenos de odio”, ha llamado al analista conservador Bill Kriston “judío renegado”, ha vinculado la planificación de la maternidad con el Holocausto, ha afirmado que los jóvenes musulmanes en Occidente eran una “bomba de relojería” y ha exigido a las mujeres víctimas de abusos en la red que “se desconecten simplemente” y dejen de “fastidiar el Internet para los hombres”.

Bannon se sitúa en la extrema derecha del Partido Republicano. Tras su nombramiento, el director ejecutivo de la Liga Antidifamación, Jonathan Greenblatt, emitió un comunicado describiendo a Bannon como “hostil al núcleo de los valores estadounidenses”.

“Es un día triste cuando se selecciona al hombre que preside la principal web de la extrema derecha, un grupo de supremacistas blancos, antisemitas descarados y racistas, como personal de alto rango en 'la casa del pueblo”, señaló Greenblatt.

“Es fácil comprender por qué el KKK ve a Trump como su triunfador: ha nombrado como su mano derecha a uno de los líderes más exponentes del supremacismo blanco”, explica Adam Jentleson, portavoz del senador y líder demócrata Harry Reid de Nevada.

Bannon es licenciado de la Universidad de Georgetown y de la Escuela de Negocios de Harvard.Fue oficial de la Armada y banquero de inversiones en Goldman Sachs. También ha realizado documentales en honor a Ronald Reagan, Sarah Palin y el Tea Party y fue inversor inicial de la serie televisiva Seinfeld.

En 2007, la exmujer de Bannon le acusó de hacer declaraciones antisemitas cuando ambos discutían la posibilidad de enviar a sus hijas a una escuela privada. Mary Louise Piccard aseguró que su exmarido se había negado a enviar a sus hijas gemelas a una escuela de élite de Los Ángeles, porque “no quería que las niñas fuesen al colegio con judíos”, una acusación que Bannon niega.

En 1996, Bannon se enfrentó a cargos por violencia machista después de que Piccard le acusase de agarrarla por el cuello “violentamente” y de destrozar el teléfono cuando ella intentaba llamar a la policía. Los cargos se retiraron después de que su exmujer no se presentase en el juicio, según recogen los registros del tribunal.

En agosto de este año, The Guardian descubrió que Bannon estaba registrado para votar en Florida, un Estado clave, en una casa vacía donde no vivía, lo que sería una violación de las leyes electorales.

La revelación se produjo después de que Breitbart News denunciase durante años un fraude electoral generalizado entre las minorías y en las zonas de tendencia demócrata. Esta fue una acusación repetida insistentemente durante la campaña electoral de Trump, quien predijo que las elecciones estarían “amañadas”. Bannon cambió su registro tras conocerse la noticia.

Bannon es copropietario de un bloque de apartamentos en Los Ángeles y reside en la conocida como 'Embajada Breitbart', una casa de 2,2 millones de euros al lado del Tribunal Supremo en Washington DC. El personal contratado por Breitbart trabaja en oficinas situadas en el sótano de la vivienda.

Bannon ha criticado continuamente a los republicanos por no situarse lo suficientemente a la derecha. Mientras el nombramiento de Priebus marca el intento de construir puentes con la vieja guardia republicana, el nombramiento de Bannon demuestra el compromiso del presidente electo con su promesa de “vaciar la ciénaga” de Washington.

“Fue una asociación muy exitosa durante la campaña, la cual nos llevó a la victoria”, señaló Bannon sobre Priebus en un comunicado. “Tendremos esa misma asociación a la hora de trabajar con el presidente electo Trump para alcanzar sus objetivos”, añadió.

Reince Priebus

Priebus, de 44 años, es presidente del Comité Nacional Republicano desde hace tiempo y un asesor leal de la campaña de Trump.

Es un experto en Washington, habiendo trabajado en el gobierno desde 2004, y su amistad con el portavoz de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, se espera que sea fundamental para que la Administración de Trump se asegure desde el principio victorias legislativas.

Abogado de formación, Priebus sirvió como secretario del Tesoro en Wisconsin y en 2007 se hizo con la presidencia del Partido Republicano del estado. Después de dirigir a su partido al éxito en las elecciones estatales de noviembre de 2010 y sacar del poder a los demócratas, Priebus, junto con Ryan y Scott Walker, se hizo conocido como parte de un movimiento republicano emergente en Wisconsin con influencia a nivel nacional. “Un trío de jóvenes políticos de Wisconsin tienen hoy influencia significativa en la dirección futura y el éxito del Partido Republicano”, escribió The Washington Post en 2011.

Priebus fue elegido para el cargo de presidente del Comité Nacional Republicano en 2011, desbancando a Michael Steele, de quien fue consejero. Como parte de la carrera por la presidencia del comité, Priebus prometió poner en orden las finanzas del mismo y modernizar el partido.

Posteriormente, después de que los republicanos no lograsen ganar las elecciones presidenciales de 2012, Priebus lideró el llamado “informe autopsia”, que recomendaba hacer esfuerzos por ganar el voto hispano y el voto femenino.

Priebus apeló constantemente a la unidad en el Partido Republicano, sin importar quién se convirtiese finalmente en el nominado, y forjó una relación positiva con Trump tras su victoria en las primarias. De hecho, trabajó durante varios meses para persuadir a las facciones rebeldes a que se alineasen con Trump, que se había enemistado, entre otros, con el candidato de 2012, Mitt Romney, la familia Bush, y con un puñado de senadores, como Susan Collins.

En agosto, Priebus declaró que en lo referente a asuntos personales con Trump “le sigo la corriente”. El siguiente mes, sugirió que el partido podría tomar acciones disciplinarias contra excandidatos presidenciales que se negasen a comprometerse a apoyar a Trump, ganador de las primarias.

Priebus se ganó la confianza de Trump tras dirigir los recursos del Comité al candidato a pesar de las figuras republicanas que le pedían constantemente abandonar al empresario. Cuando la candidatura de Trump se vio envuelta en la polémica tras la publicación de una grabación de 2005 en la que presumía de manosear y besar a las mujeres sin su consentimiento, Priebus se mantuvo junto a su candidato y trabajó duro por salvar su carrera a la presidencia.

En la fase finales de la campaña, Priebus viajó con Trump y mantuvo una posición clave para ayudarle a preparar los debates contra la candidata demócrata, Hillary Clinton. Trump elogió a Priebus durante su discurso tras la victoria, declarando: “Nunca tuve un segundo malo con él. Es una estrella increíble”.

El premio de Priebus es su nombramiento en una de las posiciones más poderosas de Washington, desde la cual será el encargado de asegurarse de que los intereses del presidente se aprueben en su totalidad en el Congreso. Sus vínculos con el establishment republicano serán importantes para Trump, que nunca ha trabajado en el gobierno y que tiene poca relación con figuras principales del partido, muchas de los cuales le dieron la espalda debido a sus burlas de personas con diversidad funcional y de prisioneros de guerra, así como a la sarta de de acusaciones de abusos sexuales que le ha seguido a lo largo de la campaña.

El domingo, Priebus señaló en un comunicado que la Casa Blanca de Trump “trabajaría para crear una economía que funcione para todo el mundo, para asegurar nuestras fronteras , derogar y reemplazar el Obamacare y destruir el terrorismo islamista radical”.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti