Boris Johnson endurece las restricciones en toda Inglaterra con cuatro veces menos contagios que España

elDiario.es Internacional / Jessica Elgot, Vikram Dood y Peter Walker

22 de septiembre de 2020 12:37 h

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El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este martes en el Parlamento nuevas restricciones en toda Inglaterra para frenar el avance del coronavirus antes de que la situación empeore como en España o en Francia. Las medidas, que podrían prolongarse durante los próximos seis meses, incluyen más restricciones en bares y restaurantes, limitación de los contactos entre personas y una llamada generalizada al teletrabajo. Johnson también aparca el plan de retomar eventos deportivos.

Los pubs, bares y restaurantes en Inglaterra tendrán que cerrar a las 10 de la noche a partir de este jueves. La policía también tiene el poder para imponer multas de 1.000 libras (1.090 euros) y realizar arrestos si no se cumple el distanciamiento social de dos metros metros en pubs y restaurantes.

“A no ser que tengamos un progreso claro, debemos asumir que las restricciones que he anunciado seguirán en vigor durante tal vez seis meses”, dijo Johnson. “Me temo que -como España y Francia y muchos otros países- hemos llegado a un punto de inflexión peligroso”.

La incidencia en Inglaterra es ahora de 42 casos diarios por 100.000 habitantes en los últimos siete días frente a los 166 de media de España.

Ante el aumento de casos, los expertos de salud aconsejaron al Gobierno británico durante el fin de semana que “actuara duro y rápido”, según una fuente. Mientras tanto, al Tesoro, el departamento gubernamental responsable de las políticas fiscal y económicas, le preocupaba que muchas empresas no tuvieran un amortiguador para resistir un nuevo golpe económico.

El nivel de alerta por COVID-19 en Reino Unido se elevó a 4 este lunes, lo que significa que la propagación del virus esta siendo “alta o aumentando exponencialmente”. Este cambio de alerta da a Johnson la oportunidad de tomar más medidas.

Nuevas medidas

La hostelería en Inglaterra, pubs, restaurantes y hoteles, tendrán que cerrar sus puertas a las 10 de la noche y ofrecer solo servicio de mesa. Además, el personal que trabaje en hostelería, tiendas y taxis deberá usar mascarilla de manera obligatoria (hasta ahora, la obligatoriedad era sólo para los clientes). A partir del lunes, solo 15 personas podrán asistir a bodas. Continúa la llamada “regla de seis”, es decir reuniones sociales de un máximo de seis personas.

Johnson ha pedido teletrabajar especialmente a todas las personas que trabajen en oficinas.

También se queda congelado el plan de flexibilización de las reglas de los eventos de ocio, que estaba previsto a partir del 1 de octubre: no van a abrir estadios y otros lugares para eventos deportivos, como estaba previsto.

Sin embargo, las nuevas medidas son más suaves que las recomendadas por los asesores científicos del gobierno en las últimas semanas, que incluyen un bloqueo total de dos semanas en octubre como “cortacircuitos” para detener el aumento exponencial de las infecciones.

Johnson ha declarado durante su intervención que le gustaría poder decir que el aumento de casos nuevos solo se debe a más pruebas. “Pero la tasa de positividad también está aumentando. Entonces este es el momento en el que debemos actuar”, ha dicho.

Las nuevas reglas no cumplen con lo que esperaban algunos líderes locales, y existe la preocupación de que no cambiarán el comportamiento de los ciudadanos de manera significativa. Irlanda del Norte va más allá y prohíbe cualquier reunión en espacios interiores entre personas que no vivan juntas.

Sin embargo, los bares ya han advertido de que sus ganancias se verán afectadas por el toque de queda a las 10 de la noche. Dean Mac, fundador del bar de cócteles 186 en Manchester, declaró al Manchester Evening News: “Las 10 de la noche es nuestro horario pico para los clientes y donde ganamos alrededor del 60% de nuestras ganancias diarias”.

Emma McClarkin, directora ejecutiva de la Asociación Británica de Cervezas y Pubs, dijo que las nuevas reglas pueden llevar “al límite” a algunos establecimientos del sector.

En Escocia, también se espera que la primera ministra, Nicola Sturgeon, anuncie este martes nuevas medidas para combatir el virus. En su cuenta en Twitter, anunció que su gabinete “acordará medidas para volver a controlar el virus” después de una reunión del comisión Cobra --comité de emergencias-, tras la cual haría una declaración al parlamento.

En un discurso televisado el lunes, los principales asesores científicos y médicos del gobierno advirtieron de que el Reino Unido ha “tomado un giro” hacia una situación peor. Al ritmo actual, si no se adoptan medidas más estrictas, los contagios pueden llegar hasta 50.000 nuevos casos de COVID-19 diarios a mediados de octubre, en comparación con los 6.000 de ahora, lo que podría provocar 200 muertes al día en noviembre.

El secretario de salud, Matt Hancock, insiste en la gravedad del aumento de infecciones en los últimos días y ha dicho que el cambio en el nivel de alerta “refleja el cambio significativo en la amenaza actual que representa el coronavirus”. “Este país ahora se enfrenta a un punto de inflexión en su respuesta y es vital que todos hagan su parte ahora para detener la propagación del virus y proteger vidas”, dijo.

“Nadie subestima los desafíos que las nuevas medidas plantearán para muchas personas y empresas”, dijo un portavoz del gobierno. “Sabemos que esto no será fácil, pero debemos tomar más medidas para controlar el resurgimiento de los casos del virus y proteger al NHS -el Servicio Nacional de Sanidad en Reino Unido-”.

Los datos oficiales reflejan que los brotes relacionados con los restaurantes y otros establecimientos de comida y bebida se han triplicado. Las nuevas regulaciones implican trasladar el peso de las regulaciones más a los dueños de pubs y restaurantes, en lugar de solo a los clientes.

Reino Unido ha registrado 4.368 casos más de coronavirus este lunes, el segundo total diario más alto desde principios de mayo y solo la tercera vez este otoño que las cifras superaron los 4.000.

El profesor Chris Whitty, director médico de Inglaterra, dijo que la cantidad de muertes directamente relacionadas con el virus podrían aumentar en una curva exponencial y agregó que, a diferencia de la primera ola que comenzó en marzo, “las estaciones están en nuestra contra”. “El otoño y el invierno benefician a los virus respiratorios y es muy probable que beneficien a la COVID-19 como benefician a la gripe”.

Whitty dice que el resurgimiento del virus debe verse como “un problema de seis meses que tenemos que abordar colectivamente”. También afirma que no será un problema indefinido y que “la ciencia a su debido tiempo acudirá a nuestro rescate”.

Según el asesor científico del gobierno británico, Patrick Vallance, la vacuna podría estar disponible para un número limitado de personas para final de este año y, de manera más general, para la primavera de 2021.

Citando un estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales, Vallance afirmó que se estimaba que aproximadamente 70.000 personas en el Reino Unido estaban infectadas con COVID-19 y unas 6.000 al día se infectaban. Recordó que estar infectado con el virus anteriormente “no da una protección absoluta” y que la gran mayoría de la población no es inmune: la respuesta de anticuerpos se desvanece con el tiempo y ya hay algunos casos de reinfección.

El asesor científico afirmó que la epidemia se está duplicando “aproximadamente cada siete días”. “Hay un mensaje simple: a medida que la enfermedad se propaga entre los grupos de edad, esperamos ver un aumento en las hospitalizaciones, lo que conducirá a un aumento en las muertes”, dijo. También recordó que ha habido un aumento de casos positivos en todos los grupos de edad, lo que no ha bajado por el aumento de las pruebas.

Sadiq Khan, el alcalde de Londres, informó de que se había reunido este lunes con los líderes del ayuntamiento y expertos en salud pública para pedirle al gobierno que acepte nuevas restricciones en la capital. Entre las medidas, se incluyen el uso de mascarillas para todo el personal de hostelería y un uso más generalizado en los espacios públicos al aire libre.

“Tomar medidas firmes ahora para evitar un confinamiento más duro y prolongado en el futuro es sin duda lo mejor para salvar vidas y proteger los empleos y nuestra recuperación económica”, dijo.

El ministro de sanidad Matt Hancock anunció una leve flexibilización de los cierres regionales que ahora afrontan más de 13 millones de personas, permitiendo que personas de distintos hogares en estas áreas tengan contacto entre sí sólo por razones relacionadas con el cuidado infantil.

“Esto cubre tanto arreglos formales como informales”, dijo Hancock, al ser interrogado sobre el tema por varios parlamentarios. “No se permite quedar para jugar o hacer fiestas, pero sí significa que se permite una relación constante de cuidado de niños que es vital para que alguien llegue al trabajo”.

Sin embargo, en los Comunes, varios diputados conservadores expresaron su preocupación sobre el posible alcance de las futuras restricciones. Chris Grayling, el exsecretario de Transporte, enfatizó el coste social de los confinamientos y la diferencia en las tasas de infección entre áreas.

“Puedo decirle que, dadas esas variaciones regionales, y con pleno conocimiento de todas las presiones a las que se enfrenta, no creo que aún se hayan presentado los argumentos a favor de nuevas medidas nacionales”, dijo Grayling.

Graham Brady, presidente del Comité Conservador de apoyo de 1922, que presentará una enmienda a la Ley de Coronavirus que se debatirá la próxima semana para dar al parlamento un mayor escrutinio de las decisiones, también habló en el debate y dijo que los juicios políticos de Hancock mejorarían si estuvieran sujetos a escrutinio.