Cómo reconstruir Estados Unidos: nueve ideas concretas de expertos y escritores

Rebecca Solnit, Dedrick Asante-Muhammad, Robert Reich, Darren Walker, Bill McKibben, Alejandra Gomez, Catherine Coleman Flowers, Kim Cobb y Rachel Garcia

21 de enero de 2021 22:09 h

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Estados Unidos tiene problemas de gran calado que deben solucionarse. El año pasado, quedaron al descubierto algunas duras realidades: la brecha de desigualdad, que se ha agravado de manera insostenible con la pandemia de COVID-19; un sistema democrático que es peligrosamente vulnerable a sus propias debilidades institucionales o la proliferación de catástrofes que se avecinan si no actuamos con urgencia para frenar el cambio climático.

Tenemos la esperanza de que este año permita un nuevo comienzo. Sin lugar a dudas, es una oportunidad para las nuevas ideas. The Guardian ha pedido a nueve expertos que compartan ideas concretas para abordar algunos de los desafíos más difíciles del país. Estas han sido sus respuestas.

Cómo resolver la crisis de desinformación

Por Rebecca Solnit

No puedo pensar en ningún aspecto de Estados Unidos que no saldría reforzado con un cambio en este momento. Sin embargo, pienso mucho en la educación pública, desde preescolar hasta el instituto. Si dependiera de mí, eliminaría de los planes de estudio infinidad de cuestiones y empezaría de nuevo.

Las teorías de la conspiración y los delirios en todo el espectro político –desde los antivacunas a los seguidores de la teoría conspiratoria QAnon, pasando por los negacionistas del cambio climático y los que se disfrazan de la Confederación– demuestran que necesitamos desesperadamente una ciudadanía con capacidad de pensamiento crítico.

Con esto me refiero a la capacidad de valorar y comprobar la información y las fuentes, y analizarlas para decidir qué tiene sentido y en quién y qué se puede confiar. Una y otra vez, me encuentro con comentarios de personas que no entienden que no pueden defender un determinado argumento a partir de los datos que han visto o que la información ha sido manipulada o es simplemente incorrecta. Sueño con un plan de estudios que refuerce las habilidades de investigación, las habilidades analíticas, las prácticas para tener criterio y sentido común y el uso del lenguaje con precisión.

Estas cosas son vitales para el funcionamiento de una democracia y una sociedad vacunada contra las teorías conspirativas, los embaucadores y los delirios. La pandemia actual nos ha mostrado cuán peligrosa es esta incapacidad de no detectar información que no tiene sentido pero que es ideológicamente oportuna, y toda la carrera política de Donald Trump ha cosechado los frutos de esta incapacidad.

  • Rebecca Solnit es columnista de The Guardian. También es la autora de Los hombres me explican cosas y The Mother of All Questions (La madre de todas las preguntas). Su libro más reciente es Whose Story Is This? Old Conflicts, New Chapters (¿De quién es esta historia? Conflictos de siempre, nuevos capítulos).

Cómo terminar con la desigualdad económica racial

Por Dedrick Asante-Muhammad

Estados Unidos y su economía se basan en una concentración de riqueza y recursos por parte de los blancos. Para poner fin a esta disparidad, que se manifiesta en todo, desde la división racial de la riqueza hasta la brutalidad policial y el encarcelamiento en masa, se requiere una redistribución masiva de la riqueza y los recursos.

Hoy en día, los afroamericanos poseen, en conjunto, solo el 4% de la riqueza total del país. Para que su parte de la riqueza fuera proporcional al hecho de que representan el 13% de la población, deberían poseer otros 10 billones de dólares más.

Una inyección de dinero en efectivo a largo plazo y constante permitiría cambiar el rumbo de cómo evoluciona ese reparto económico, en particular para una comunidad cuyos ingresos medios por hogar rondan los 40.000 dólares. Una dotación de 20.000 dólares anuales a cada afroamericano que pueda demostrar que tiene un antepasado que fue esclavizado es el tipo de reforma radical que se necesita para construir una economía y una sociedad que nos permitan superar las divisiones y las desigualdades del pasado.

  • Dedrick Asante-Muhammad es el responsable de cuestiones de raza, riqueza y comunidad de la Coalición Nacional de Reinversión Comunitaria y experto asociado del Institute for Policy Studies.

Cómo resolver la desigualdad

Por Robert Reich

El 60% de la riqueza personal de Estados Unidos es heredada. Si esta tendencia se mantiene, en pocas décadas será cerca del 80%. Adiós al mito del “hombre o la mujer hechos a sí mismos”, y el tradicional desdén de Estados Unidos por la aristocracia.

¿Qué podemos hacer? Joe Biden ha descartado un impuesto sobre las grandes fortunas, pero está abierto a acabar con una exención fiscal basada en la muerte de los contribuyentes. Esta oscura disposición fiscal permite a los herederos evitar el pago de impuestos sobre las rentas del capital por el aumento del valor de los activos acumulados durante la vida del difunto.

Estas ganancias no sujetas a impuestos representan más de la mitad del valor de propiedades de más de 100 millones de dólares. Si estas rentas del capital fueran gravadas en el momento de la muerte, generarían más de 400.000 millones de dólares en la próxima década. No resolverá la desigualdad económica por sí solo, pero es un buen punto de partida.

  • Robert Reich, exsecretario de Trabajo de Estados Unidos, es profesor de política pública en la Universidad de California en Berkeley.

Cómo resolver los problemas de la economía

Por Darren Walker

La revista Time acaba de reconocer a los trabajadores esenciales como “Guardianes del Año” en 2020, con razón. Durante nueve meses, los trabajadores se han esforzado para mantenernos a flote durante un desastre sin precedentes.

Y, sin embargo, aunque se les aclame como héroes, el personal esencial ha sido tratado como si fuera desechable. Los trabajadores estadounidenses, especialmente los trabajadores negros, han sufrido hasta ahora niveles extremos de contagio, pérdida del empleo y pobreza.

Si queremos honrar a estos héroes, podemos brindarles un alivio inmediato dándoles prioridad durante la campaña de vacunación y en las medidas de ayuda económica para paliar los efectos de la COVID-19. Podemos protegerlos y contribuir a su recuperación mediante permisos remunerados y días de enfermedad, garantizando que tienen acceso a equipos de protección individual (EPI) e impulsando y mejorando las políticas de salud y seguridad.

Y debemos impulsar una reforma permanente –como una amplia carta de derechos de los trabajadores– que aborde las desigualdades sistémicas y les dé acceso a un empleo bien remunerado, a la atención sanitaria y a una vivienda asequible.

Nadie debería verse obligado a elegir entre su vida y su sustento. Debemos reformular nuestro mundo con los trabajadores en el centro.

  • Darren Walker es el presidente de la Fundación Ford.

Cómo abordar la emergencia climática

Por Bill McKibben

Claro que no hay una sola manera de solucionar el cambio climático: es el mayor problema al que se ha enfrentado la humanidad. Sin embargo, un gran paso sería convencer a los bancos y administradores de bienes de que cortaran sus lazos con el sector de los combustibles fósiles.

Recientemente, el estado de Nueva York decidió desprenderse de su fondo de pensiones de 226.000 millones de dólares procedentes del petróleo y el gas. Si Citibank, Barclays, Bank of America, BlackRock y el resto siguieran su ejemplo, dejaríamos de engrasar en gran medida la maquinaria que aviva el fuego del calentamiento global.

Solo JP Morgan Chase, por poner un ejemplo, ha inyectado un cuarto de billón de dólares en combustibles fósiles desde el Acuerdo de París (Donald Trump no ha sido el único que lo ha saboteado). Es hora de que ese tipo de vandalismo termine.

  • Bill McKibben es escritor y profesor invitado Schumann en estudios ambientales en el Middlebury College de Vermont.

Cómo crear una democracia más inclusiva

Por Alejandra Gómez

En 2020, el esfuerzo de las bases de la organización Lucha ayudó a convertir a Arizona en una ciudad predominantemente demócrata. La nuestra no fue solo la mayor campaña a favor del voto progresista en el estado; fue la única.

Empezamos a organizarnos en 2010 porque nos sentimos abandonados por el partido demócrata, que no hizo nada para protegernos de las políticas antiinmigración que amenazaban a nuestras comunidades.

Construimos una coalición más grande y diversa que reflejaba la comunidad. Creamos una infraestructura de base y fomentamos la capacidad de liderazgo de las mujeres inmigrantes en nuestras comunidades. En 2016, junto con nuestros socios de la coalición, aprobamos un salario mínimo más alto y derrotamos al sheriff más duro de Estados Unidos. Continuamos organizando a nuestras tías, abuelas y comadres en todo Arizona. Para 2020, nuestra coalición pudo potenciar una gran coalición de mujeres latinas, negras e indígenas y votantes inmigrantes.

Los activistas de Arizona demostraron lo que es posible cuando se dedican recursos a ampliar el electorado y a crear la próxima generación de líderes: mujeres, inmigrantes y personas negras. Ahora le toca al partido demócrata seguir nuestro ejemplo si realmente quieren ganar en todas las elecciones. La Lucha sigue.

  • Alejandra Gómez, codirectora ejecutiva de Lucha, ha dedicado su vida a un compromiso con la justicia social, racial y económica construyendo poder junto a la comunidad a través de la organización y la movilización de las bases.

Cómo resolver la crisis del agua

Por Catherine Coleman Flowers

En el país más rico del mundo, al menos dos millones de personas carecen de acceso a agua y saneamiento básico y, con demasiada frecuencia, el propietario de la vivienda se ve obligado a llevar a cabo las obras necesarias para tener una infraestructura de aguas residuales sostenible.

Como resultado, en las comunidades rurales del país son comunes los sistemas sépticos deficientes y los sistemas de tratamiento que vierten las aguas residuales en los patios y en las casas.

¿Quiénes sufren las consecuencias de esta situación? Principalmente las comunidades negras, indígenas, migrantes y blancas pobres. El cambio climático está empeorando las cosas en las zonas donde hay elevación de las capas freáticas, permafrost en proceso de derretimiento y deficiencias en la infraestructura. El impacto en la salud es devastador. En 2017, colaboré con expertos en enfermedades tropicales de la Facultad de Medicina de Baylor en un estudio en el que se descubrió la presencia generalizada del anquilostoma (pequeños gusanos parásitos que pueden causar enfermedades intestinales) en la zona rural de Alabama. Mi temor es que la próxima pandemia surja aquí mismo, en el condado de Lowndes.

Este problema no tiene una solución fácil. Para empezar a abordarlo necesitamos cambiar el paradigma de la infraestructura: en el proceso de diseño de sistemas de saneamiento efectivos y asequibles deben participar los residentes afectados. La acción colaborativa, entre las comunidades, los ingenieros, los gobiernos y las ONG, es clave si queremos garantizar el acceso de todos los estadounidenses a agua potable y una tierra limpia.

  • Catherine Coleman Flowers es una activista medioambiental que busca concienciar sobre el problema de la inadecuada infraestructura de saneamiento de residuos y agua en las comunidades rurales. Becada por la Fundación MacArthur en 2020, es autora de Waste: One Woman’s Fight Against America’s Dirty Secret (Residuos: La lucha de una mujer contra el sucio secreto de Estados Unidos).

Cómo acabar con nuestra adicción a viajar en avión

Por Kim Cobb

¿Qué ideas nos aporta el año 2020 sobre la transición que deberíamos haber hecho hace tiempo para dejar de usar el transporte aéreo propulsado por combustibles fósiles?

Primero, seamos claros, este no es el futuro que los defensores de #flyingless [vuela menos] esperaban. En el futuro de bajas emisiones de carbono de nuestros sueños, podemos atravesar grandes distancias en trenes de alta velocidad y correr directamente a los brazos de nuestros seres queridos al llegar. Podemos abarrotar salas de conferencias llenas de colegas de nuestra región, mientras nos conectamos con colegas que están más lejos a través de plataformas virtuales.

Cuando en un futuro analicemos el año 2020, lo recordaremos como una distopía llena de pantallas que dio un nuevo valor a las interacciones en persona. Del mismo modo, será bueno saber que en el futuro, tenemos una alternativa viable y remota para esos viajes en los que el coste medioambiental y las injusticias asociadas no nos compensan como individuos. Para mí, eso sería casi todos los vuelos. Pero de cara al futuro es una pregunta urgente que todos deberemos hacernos.

  • Kim Cobb es climatóloga y profesora de la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera del Instituto de Tecnología de Georgia.

Cómo reducir el plástico que asfixia a nuestro planeta

Por Rachel García

Muchas personas piensan que el reciclaje es la respuesta al problema del plástico en Estados Unidos, pero la verdad es que solo el 9% de los residuos plásticos se convierte en algo nuevo. El resto va a parar a un vertedero o a los océanos, contaminando nuestro planeta e incluso descomponiéndose en microplásticos que penetran en nuestros cuerpos.

Muchas personas creen que para cambiar las cosas deben cambiar todo su estilo de vida, pero, en realidad, los cambios pequeños suman. Ponga una bolsa reutilizable llena de bolsas de tela en el maletero o cerca de la puerta. Intente comprar productos a granel en lugar de productos envueltos o empaquetados en plástico. En lugar de comprar un Tupperware nuevo, eche un vistazo a su propia despensa para ver los frascos de vidrio que tiene a mano. Los frascos vacíos de salsa de tomate o miel se convierten fácilmente en una buena opción de almacenaje si quitas las etiquetas con bicarbonato de sodio y vinagre.

Sin crear hábitos duraderos, no haga cambios drásticos de la noche a la mañana. La clave para reducir los desechos plásticos es buscar la constancia, no la perfección.

  • Rachel García en la propietaria de Dry Gods Refillery, un almacén que vende productos a granel y que no utiliza plástico y envases, situado en Maplewood, Nueva Jersey.

Traducido por Emma Reverter